Vagamundos Viajeros

La Calzada del Gigante (en inglés The Giant’s Causeway) es un área que contiene unas 40.000 columnas de basalto formadas hace unos 60 millones de años. Se encuentra en la costa nororiental de la isla de Irlanda, pertenenciendo por tanto a Irlanda del Norte. Fue descubierta en 1693 y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986. Y actualmente es una de las principales atracciones turísticas no ya de la isla irlandesa, sino de todo el mundo: uno de esos lugares de los que cualquier viajero quiere tachar en su lista de destinos.

Si viajas a Dublín o Belfast, contratar un tour desde cualquiera de estas ciudades a la Calzada es de lo más habitual. Así lo hicimos nosotros desde Belfast: una forma cómoda de llegar hasta allí y de disfrutar además del camino, pues la costa que recorres, atravesando los condados de Donegal, Antrim y Derry-Londonderry tiene paisajes espectaculares. De hecho, esta región es en la que se graban muchísimos exteriores de Juego de Tronos, con lo que los fans de la serie tienen un aliciente extra para recorrerla.

El proceso geológico que da origen a la formación de estas columnatas basálticas consiste en el enfriamiento in situ de la lava en una chimenea volcánica o en una colada cuando el volcán para su erupción. Y aunque la mayoría de las formas resultantes no suelen superar el par de metros de altura, algunas llegan a elevarse por encima de los 10 metros formando lo que de verdad parece una calzada escalonada de columnas de piedra, como es este caso.

Columnas hexagonales de basalto que componen la Calzada del Gigante

Aunque hay otras historias (mucho más divertidas, menos científicas) para explicar el origen de este fenómeno. Según los irlandeses, había dos gigantes, uno de Irlanda (Finn) y otro de Escocia (Bennandoner), que se llevaban muy mal y continuamente se peleaban lanzándose rocas de una orilla a otra (de aquí otra historia, la de la enemistad entre irlandeses y escoceses). De tanto tirar rocas se formó un campo de piedras sobre el mar. El gigante escocés decidió pasar el camino de rocas y derrotar a su adversario. Con gran visión estratega, la mujer del gigante irlandés (Oonagh) vio cómo venía el gigante escocés y decidió vestir a su marido de bebé. Al llegar el escocés y ver que el bebé gigante era de tal tamaño, pensó que su padre sería el triple de grande, así que huyó pisando muy fuerte las rocas y dando origen así a la Calzada del Gigante.

La Calzada del Gigante en Irlanda del Norte

Leyendas a parte, cuando llegas lo que más impresiona es lo espaciosa que es el área que ocupa: estuvimos como dos horas recorriendo la zona y aún nos faltó bastante por ver y alcanzar. Desde el aparcamiento, previo pago de la entrada, atraviesas el Centro de Visitantes (con información, exposiciones y todas las explicaciones del mundo) y comienzas a caminar descendiendo hasta la costa (hay también un pequeño bus que hace el recorrido cada cierto tiempo). Así, empiezas a ver en la lejanía las primeras columnas mientras sigues avanzando y ya por fin logras pisarlas, subiendo y bajando los montículos naturales creados por las columnas de distintas alturas, moviéndote por la costa entre las piedras y alucinando de cuántas y cuan altas son.

Vista panorámica de la Calzada del Gigante

Sin duda es uno de los paisajes naturales que más nos impresionaron, para bien, y que recordaremos para siempre. Seguro que si tú has podido conocerlo, opinas como nosotros, ¿verdad?