Como ya te hemos contado en algunos posts previos, Nueva Zelanda es un país increíble con montones de lugares que ver y que te dejan anonadado. Pero hay uno que se lleva la palma por encima de los demás. De hecho, es el punto más turístico del país, pese a estar bastante alejado y ser de difícil acceso. Se trata de Milford Sound, el fiordo más espectacular (y famoso) de Nueva Zelanda. Una visita obligada si viajas hasta las Antípodas.

Milford Sound se sitúa en el Parque Nacional de Fiordland, en el extremo sur de la isla septentrional neozelandesa. Su extensión es de 15 kilómetros, rodeado del mar de Tasmania y de laderas de montañas escarpadas y boscosas que superan los 1.200 metros de altura. Es un paisaje de agua, roca y árboles espesos habitado únicamente por delfines, pingüinos y focas.

Es frecuente ver focas desde los barcos que recorren Milford Sound

Es frecuente ver focas desde los barcos que recorren Milford Sound

Lo más frecuente es recorrerlo en barco, en cruceros que parten desde el puerto de Milford. Las paredes del fiordo se presentan así imponentes, el mar se confunde en el horizonte con el cielo y donde mires hay agua: de la lluvia, de las cascadas, del mar… A veces aguantar en la cubierta del barco para disfrutar plenamente del paisaje es difícil (siempre puedes resguardarte en el interior, con grandes ventanales para no perder las vistas y cafetería para que te sirvan un café caliente con que entonar el cuerpo). El viento cuando nos aproximamos a mar abierto, la lluvia cayendo constantemente, el agua de las cascadas salpicando cuando nos acercamos a las rocas… ¡Es imposible no mojarse! Así que no te olvides el chubasquero si vas, porque en Milford Sound llueve el 80% del año, siendo el lugar más húmedo de Nueva Zelanda y uno de los más húmedos del planeta.

Cientos de cascadas se forman en Milford Sound, el punto más húmedo de Nueva Zelanda

Cientos de cascadas se forman en Milford Sound, el punto más húmedo de Nueva Zelanda

Estas lluvias tan intensas favorecen precisamente que se formen muchas cascadas, temporales o permanentes, que recorren las escarpadas rocas, alcanzando algunas los 1000 metros de caída. ¡Y el barco se acerca para que las veas bien! Pese a la ducha natural que sin duda sufrirás, es un paseo inolvidable.

La mayoría de visitantes de Milford Sound llegamos desde Queenstown (a 295 kilómetros nada menos). Otra opción es alojarse la noche anterior en Te Anau, un pequeño pueblo turístico a 121 kilómetros, puerta de entrada a Fiordland, para así ahorrarse parte del desplazamiento por carretera. Desde Te Anau se viaja por un paisaje de selvas y valles glaciales hasta llegar al puerto de Milford Sound, desde donde parte el crucero.

El camino hacia Milford Sound, entre verdes montañas, en Nueva Zelanda

El camino hacia Milford Sound, entre verdes montañas, en Nueva Zelanda

Puedes ir por tu cuenta en coche, claro, pero no lo recomendamos: la carretera es empinada, con curvas difíciles y requiere experiencia conduciendo por esa zona. Es mucho más seguro (y cómodo) contratar una excursión con alguna de las muchas compañías que las ofertan (en un paseo por Queenstown las encontrarás sin problema). En autobús te llevan desde tu ciudad de partida, disfrutando del paisaje y con pequeñas paradas, hasta dejarte sano y salvo (y descansado) en el barco, para realizar el crucero escénico de casi 2 horas de duración. 

Te Anau, puebo a 121 km de Milford Sound, con su gran lago

Te Anau, puebo a 121 km de Milford Sound, con su gran lago

Así, además de la espectacular visión del fiordo, también disfrutarás del camino hasta llegar allí. Y con suerte, podrás conocer a uno de sus habitantes más divertidos: el kea. Es un tipo de loro, endémico de esta zona de Nueva Zelanda, que vive en alta montaña, siendo una de las pocas especies de loro capaz de sobrevivir en estas regiones alpinas. Y es un gran fan de los autobuses que circulan hacia Milford Sound, apareciendo muchas veces y posando para las cámaras de los turistas.

El kea, un loro que da la bienvenida a los turistas en nuestro camino hacia Milford Sound

El kea, un loro que da la bienvenida a los turistas en nuestro camino hacia Milford Sound

La otra forma de acceso a Milford Sound requiere de más tiempo y energía: a pie través de la famosa travesía Milford track. Se trata de una ruta de 53 kilómetros y medio que comienza en el lago de Te Anau y finaliza en Sandfly Point, ya en Milford Sound, atravesando bosques, zonas de humedales y un paso alpino. Los neozelandases son grandes amantes del senderismo y realizar rutas como ésta es una actividad típica en sus vacaciones. Por ello además hay tracks por todo el país, perfectamente señalizadas, cortas o de varios días, por montaña o por costa (como en el parque Abel Tasman), con zonas de acampada o cabañas. ¡Quien pudiera volver a Nueva Zelanda una vez al año para ir recorriéndolas todas!

El común de los turistas europeos, que llegamos desde tan lejos generalmente con tiempo más limitado, siempre podemos disfrutar al menos de un paseo en barco único por Milford Sound.

Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

4 Comment on “Milford Sound: el fiordo más espectacular de Nueva Zelanda

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