Éste es un post diferente a los escritos hasta ahora en nuestro blog. Todos los viajes os los hemos contado a posteriori, cuando ya hemos vuelto, con todas nuestras fotos, recuerdos y experiencias. Pero como el gran viaje anual de estas vacaciones, a Madagascar, nos pilla ya con el blog en marcha, nos parece buena idea ir relatando el proceso de preparación y así ofrecer una perspectiva diferente: la previa del viaje.

Cada año uno de los dos elige el destino del gran viaje anual. Por supuesto tiene que ser un lugar que nos guste a los dos, pero como tenemos una lista extensa de países que cumplen ese requisito, cada uno tiene su turno para seleccionar el destino del que tiene más ganas. Y este año me tocaba a mí. ¿Por qué elegí Madagascar? En la lista estaba, claro, pero hace unos meses leí un reportaje en una revista y la idea se me quedó rondando… ¡Baobabs! ¡Lemures! ¡Fauna y flora únicas! ¡Playas! ¡Mezcla africana y asiática! ¡Que me estoy haciendo mayor! Sí, me estoy haciendo mayor y siempre hemos tenido claro que hay viajes que requieren de más energía y ganas que otros y que, por tanto, debemos hacer mientras aún podamos porque en unos años probablemente nos parezca demasiado esfuerzo (físico o económico o ambos) y prefiramos destinos más cercanos, más fáciles. Así que ¡ahora o nunca!

Lemures, ¡a por ellos vamos hasta Madagascar!

Lemures, ¡a por ellos vamos hasta Madagascar!

Una vez que tenemos el país, hay que elegir las fechas. Nuestra temporada alta, verano, es también la suya, invierno, con lo que viajar allí en nuestros meses estivales es lo ideal. Las temperaturas varían mucho de una zona a otra de la isla, así que no tengo muy claro aún si pasaremos frío, calor o todo junto. Lo único seguro (y muy bueno) es que es la estación seca. Finalmente, tras cuadrar agendas laborales y de ocio, estaremos allí las 3 primeras semanas de septiembre (agosto es el mes más caro para los vuelos y junio y julio ya teníamos otros compromisos)

Y entonces, ¿qué visitaremos concretamente? Porque el tiempo del viaje es finito (20 días) y Madagascar es muy grande (la cuarta isla más extensa del mundo, para más señas). Y aquí empieza la investigación. Días y días recorriendo foros, blogs, webs de viajes, agencias… para tener más o menos claro el itinerario del que partir y cómo podremos movernos. Nuestras principales referencias: el foro de Los viajeros, el blog de Con mochila, por supuesto TripAdvisor y la web del Viajero.

No sin mi Lonely Planet

No sin mi Lonely Planet

Lo primero que tuvimos claro fue que recorrer el país solos a nuestro aire nos iba a quedar grande. Las carreteras son bastante malas, el transporte público algo incómodo, hay un poco de inseguridad para los extranjeros que viajan solos… ¿he dicho ya que me estoy haciendo mayor? Así que decidimos repetir la experiencia de Bután, contactando directamente con agencias de viajes locales de Madagascar. Sorprendentemente, descubrimos que era bastante fácil encontrar empresas y guías que ofrecen sus servicios en español, así que, ya puestos, nos centramos en éstas.

A todas las agencias les enviamos un listado base de lo que queríamos ver en el país, listado que abarcaba prácticamente los 4 puntos cardinales de la isla. Tras escribirnos unos 100 e-mails (no exagero) con varias de ellas, sumamos nuevas conclusiones. Primero, 20 días iban a ser demasiado cortos para visitar Norte, Sur, Este y Oeste, porque el mal estado de las carreteras ralentiza los desplazamientos mucho más incluso de lo esperado. Como el objetivo principal era ver las flora y fauna autóctonas, las tierras centrales coparon la ruta y el Norte y otras islas pequeñas, descartadas.

Empapándonos sobre Madagascar con la guía

Empapándonos sobre Madagascar con la guía

Segundo, y derivado de lo anterior, para aprovechar al máximo era conveniente tomar algún vuelo interno. Pero ojo, sólo alguno, no muchos. Porque resulta que los vuelos internos no son diarios, con lo que hay que cuadrar lo que quieres visitar en cada zona con los días en que vas a poder volar (resulta un puzzle curioso). Porque sufren retrasos constantes, con lo que el día que vas a volar casi dalo por perdido a priori. Y porque son carísimos (unos 250 euros de media por vuelo y por persona), con lo que tampoco puedes usar el avión como transporte alegremente.

Lo que nos lleva al tercer punto, que descubrimos gracias al consejo de una de las agencias: la aerolínea nacional, Air Madagascar, ofrece descuentos en vuelos internos si le contratas también los internacionales. Así que, echando números, nos salía lo más rentable: vuelos de ida y vuelta desde París a Madagascar y dos vuelos internos en el país por 1.200 euros en total cada uno. A la postre esto fue un gran error, como describimos en este artículo específico sobre lo que no repetiríamos si volviésemos a Madagascar.

Y como cuarta (y última) conclusión, los alojamientos hay que escogerlos con mucho cuidado. En Madagascar la electricidad y el agua corriente son bienes escasos y los mosquitos, en cambio, los hay a espuertas. Así pues, hay que buscar hoteles con generador eléctrico y con mosquiteras en todas las habitaciones.

Con la Lonely Planet en nuestras manos, el viaje a Madagascar está aún más cerca

Con la Lonely Planet en nuestras manos, el viaje a Madagascar está aún más cerca

Con todas estas lecciones aprendidas, hemos contratado el tour con la agencia Madagascar Green Toursnos pasó un presupuesto ajustado por los servicios de coche, conductor, guía en español y alojamientos, nos dio buenos consejos, aguantó nuestras mil preguntas y cambios de ruta y leímos muchísimas opiniones positivas sobre ella en distintos foros y webs. Así que, finalmente, así queda el itinerario:

30 de agosto – Salida de Madrid. Vuelo a París y de allí a Madagascar.

31 de agosto – Llegada a la capital, Antananarivo (Tana)

1 de septiembre – Desplazamiento al Parque Natural de Andasibe, donde vive el indri indri (la especie de lemur más grande)

2 de septiembre – Trekking por Andasibe y regreso a Tana

3 de septiembre – Vuelo de Tana a Morondava

4 de septiembre – Desplazamiento de Morondava al Parque Nacional Tsingy de Bemaraha (formaciones cársticas de gran altura con hasta 11 especies distintas de lemures)

5 de septiembre – Ruta por Tsingy de Bemaraha

6 de septiembre – Avenida de los Baobabs y Morondava

7 de septiembre – Desplazamiento a Antsirabe (la 3ª ciudad más grande de Madagascar)

8 de septiembre – Desplazamiento a Ambositra

9 de septiembre – Desplazamiento al Parque Nacional de Ranomafana, donde habita el lemur de cola dorada

10 de septiembre – Ruta por Ranomafana

11 de septiembre – Desplazamiento a Fianaratsoa

12 de septiembre – Desplazamiento al Parque Nacional de Isalo, conocido por su gran variedad de paisajes (barrancos, prados, oasis, rocas…)

13 de septiembre – Ruta por Isalo

14 de septiembre – Desplazamiento a Tulear

15 de septiembre – Playas de Ifaty, pueblo pesquero

16 de septiembre – Playas de Ifaty, visita al bosque espinoso de baobabs

17 de septiembre – Playas de Ifaty, visita a la reserva de tortugas

18 de septiembre – Regreso a Tulear y vuelo a Tana

19 de septiembre – Visita por Tana y vuelo a París

20 de septiembre – Llegada de vuelta a Madrid

Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

26 Comment on “La previa de Madagascar (I): organización e itinerario del viaje

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