Budapest es uno de esas ciudades que siempre sale nombrada en las recomendaciones de “mejores destinos para Nochevieja”. Pero ¿por qué? ¿qué la hace merecedora de ese título? Para averiguarlo (y disfrutarlo) nos hemos ido allí este pasado 31 de diciembre y… Lo confesamos: las recomendaciones eran ciertas.

En primer lugar, aquí el cambio del euro sale a ganar: el florín húngaro tiene una devaluación mayor (1 euro son mas de 300 florines) con lo que los precios de Budapest resultan de lo más económicos para la media europea (sí, incluso para los españolitos). En consecuencia, puedes empezar el año a lo grande, en un alojamiento de calidad, cenando bien y tomando unas copas incluso a mejor coste que si te quedases de fiesta en España.

Y en segundo lugar, en Budapest se toman la Navidad muy en serio. Toda la ciudad presenta decoración navideña, hay varios mercados, fiestas en las plazas… Teniendo en cuenta las frías temperaturas, es sorprendente el ambientazo que hay en la capital húngara.

Puesto en uno de los mercados de Navidad en Budapest

Puesto de artesanía en uno de los mercados de Navidad en Budapest

La plaza Vörösmarty acoge el mercado navideño anual (del 21 de noviembre al 6 de enero). Más de 100 puestos, la mayoría de comidas y bebidas tradicionales húngaras, ¡al rico vino caliente!

También en la plaza frente a la Basílica de San Esteban hay otro mercado de Navidad, más pequeño, pero con una ubicación envidiable y una pequeña pista de hielo para los valientes patinadores (del 28 de noviembre al 1 de enero).

Mercado navideño frente a la Basílica de San Esteban

Mercado navideño frente a la Basílica de San Esteban

Y para lugar especial, el castillo Vajdahunyad, situado en el Parque de la Ciudad, junto a la Plaza de Héroes: un conjunto de edificios que imita un castillo de Transilvania, donde también se ubica un mercado navideño, además de una pista gigante de hielo.

En Nochevieja o Szilveszter (San Silvestre) como la denominan los húngaros, la fiesta, como no, está en la calle, con fuegos artificiales y varias plazas del centro con música y baile. Los fuegos artificiales se lanzan a las 12 en torno al puente Elisabet, con lo que es recomendable situarse en las orillas del Danubio en el lado de Pest para tener buenas vistas. No obstante, petardos, bengalas y demás artificios se extienden por toda la ciudad, en distintos puntos y llega un momento que no sabes muy bien dónde mirar. Nosotros nos situamos en Duna korzó para verlos y desde allí la plaza más cercana para unirse a la fiesta posterior era la de Vörösmarty: todos los puestos de comida y bebida estaban abiertos, con música de baile y llenos de gente como si no estuviésemos a -4 grados. Y si el frío aprieta hay también fiestas especiales de Nochevieja en muchos locales como por ejemplo en el el Akvárium Klub (muy cerca de Vörösmarty si sigues esta ruta) o en los ruin bars de Corvinteto o Instant.

Puesto de comida en el mercado de navidad frente a la Basílica de San Esteban

Puesto de comida en el mercado de navidad frente a la Basílica de San Esteban

En torno a las 12 de la noche por tanto, todo el mundo está en la calle. Pero para coger fuerzas para tanta fiesta, antes hay que cenar. El barrio judío (o distrito VII, administrativamente hablando), con sus bares ruina es una buena alternativa. También la plaza List Ferenc, llena de restaurantes. En ambos casos encontrarás muchos locales abiertos donde comer sin reserva previa, incluso en Nochevieja. Como somos previsores, no obstante, nosotros reservamos en el restaurante judío Mazel Tov, un ruin bar con cocina oriental (el hummus es la especialidad) y banda sonora de jazz. Muy, muy recomendable.

El restaurante judío Mazel Tov

Uno de los salones del restaurante judío Mazel Tov, en un enorme edificio del barrio judío

Otro clásico en Budapest es celebrar la fiesta de Fin de Año en los baños termales tan representativos de la ciudad. Desde hace más de 10 años se organizan periódicamente fiestas en las saunas tradicionales, pero la del día 30 de diciembre es de las principales del año (The Festival, Winter Edition) y uno de los acontecimientos de las fechas navideñas en Budapest. Se puede reservar entrada online, con distintas tarifas, y lo único que debes llevar son tus chanclas y tu toalla (las ganas de divertirse se dan por descontadas).

Para quienes prefieren despedir el año algo más tranquilos, pero también aprovechando algo típico de Budapest, están los cruceros por el Danubio con cena incluida. Los precios tienden a ser altos, hay un menú cerrado y las vistas nocturnas de la ciudad son tan destacables como la fiesta de Nochevieja en sí.

Por último, tanto si eres más de actividades diurnas como si la fiesta nocturna te ha pasado factura, lo mejor es empezar el año relajándose en los baños termales. Casi todos abren el día 1 (algunos con horario reducido) pero no puede haber mejor lugar para coger fuerzas de cara al año nuevo que empieza. Eso sí, las colas para entrar son considerables: en el spa de Széchenyi, conocido sobre todo por sus piscinas termales al aire libre, había muchísima gente el 1 de enero esperando a entrar, así que mejor si te haces con tu entrada por anticipado (se pueden comprar online).

Para que no te pierdas entre tanta indicación y dirección, aquí te dejamos todas en nuestro mapa:

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Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

8 Comment on “Nochevieja en Budapest

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