Nuestra semana fantástica en Croacia fue fantástica de verdad y volvimos tan enamorados que ya planeamos volver para visitar lo que nos quedó pendiente (¡el norte, Zagreb!) y revisitar lugares que nos dejaron con ganas de más. Si tú también estás pensando en viajar a este país, te contamos los detalles prácticos de nuestra ruta para que tomes nota y despejes dudas. ¡Nuestra super guía de viaje de Croacia!

En verano de 2023 volvimos a Croacia, a conocer algunos lugares que se nos quedaron pendientes en este primer viaje. Concretamente visitamos Zagreb e Istria (4 días en esta zona de la que te contamos en detalle en este post), como parte de un road trip de un mes por los Balcanes (aquí más información).

Itinerario

Fuimos bastante fieles a la ruta que nos planteamos antes de emprender el viaje así que el itinerario final quedó muy parecido al planeado. A modo resumen:

Día 1 – Llegamos a Dubrovnik, donde caminamos por la ciudad histórica, hicimos un tour guiado cortesía de la Oficina de Turismo y vimos atardecer desde el teleférico.

Día 2 – Seguimos conociendo Dubrovnik, a estas alturas ya totalmente rendidos a sus encantos: paseo por las Murallas, excursión en ferry a la isla de Lokrum, baño en el Adriático y atardecer en la famosa terraza de Buza Bar.

Día 3 – Condujimos de Dubrovnik a Makarska, tomamos el ferry a la isla de Brac y en coche nos trasladamos hasta Bol.

Día 4 – Nos bañamos en la icónica playa Zlatni Rat, que hace honor a su fama. Cogimos el ferry a Split y allí visitamos su imponente Palacio de Diocleciano.

Día 5 – Nos desplazamos a Trogir, una bonita ciudad histórica (que puedes conocer en esta visita guiada), y a Zadar, cuyas modernas instalaciones del Saludo al Sol y el Órgano del Mar nos fliparo. Nuevamente carretera hasta las inmediaciones de Plitvice.

Día 6 – Madrugón para recorrer los Lagos Plitvice de cabo a rabo: desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde andando, disfrutando de esa maravilla natural y haciendo fotos como locos. Repusimos fuerzas y nos fuimos a Sibenik.

Día 7 – Madrugando menos esta vez, continuamos de parques naturales y de cascadas y celebramos el Día del Medio Ambiente en Krka. Vuelta a Dubrovnik en coche y cena de despedida de Croacia.

Cómo moverse

Como ya te contamos, este viaje surgió en realidad por encontrar unos vuelos a muy buen precio, de Madrid a Dubrovnik, directos, con Norwegian (125 euros ida y vuelta cada uno).

A tener en cuenta que para esta ruta, en el momento en que viajamos, aún no tenían disponible la facturación online, con lo que había que hacer el check-in en el aeropuerto obligatoriamente. Aquí era posible facturar en puestos electrónicos de Norwegian, ahorrándote las colas, pero solo con pasaporte, no con DNI (Croacia es país miembro de la Unión Europea, luego puedes entrar en él con DNI, de ahí que no llevásemos pasaporte y nos tocase esperar la cola).

Ya en destino, desde el aeropuerto de Dubrovnik sale un autobús al centro, que te deja en la Puerta de Pile en menos de 30 minutos por 40 kunas (unos 5 euros). Los horarios de este bus están coordinados con los vuelos que salen y llegan, así que no tienes nada más que bajar de tu avión y seguir las señales del aeropuerto que llevan al bus. Los tickets se compran en una maquina junto a la parada, que solo admite pago con tarjeta de crédito (ojo, de crédito, no de débito). Esto significa que no necesitas cambiar moneda nada más llegar para coger el autobús y así puedes evitar las casas de cambio y los cajeros del aeropuerto.

Para ir del centro histórico de Dubrovnik al aeropuerto es un poco más complicado porque ¡oh sorpresa! el bus en sentido contrario no para en la Puerta de Pile: debes ir por tanto a la estación de autobuses o a una parada junto al acceso al teleférico. Nosotros optamos por la primera alternativa. Para ello, desde la Puerta de Pile debes coger un bus local (el 1A o 1B) hasta la estación central (12 kunas, menos de 2 euros, unos 10 minutos). Desde aquí ya salen los servicios al aeropuerto (40 kunas, 5 euros, unos 30 minutos). Puedes pagar el billete directamente al conductor al acceder al bus.

Una vez salimos de Dubrovnik, recorrimos el país a nuestro aire en coche de alquiler: un Wolkswagen Up! que reservamos a través de Rentalcars.com, aunque el proveedor fue Fleet Rent a Car. El coste total fueron 130 euros por 5 días con cobertura total de daños (ojo, te retienen 1.000 euros de la tarjeta de crédito, no de débito, que te devuelven a la entrega del coche), conductor adicional y GPS. No tuvimos ningún problema en absoluto con el coche ni con el alquiler.

La gasolina está a un precio similar al de España, las carreteras están en muy bien estado, se conduce con tranquilidad y hay autopistas con peaje (de nuevo a un coste parecido al de las españolas). Importante: si vas de Dubrovnik hacia el norte tendrás que atravesar territorio bosnio y pasar controles aduaneros (se trata simplemente de enseñar el DNI o el pasaporte desde el coche). Suelen formarse colas y ralentiza bastante: para que lo tengas en cuenta a la hora de calcular los tiempos de desplazamiento, que ni el GPS ni Google Maps lo hacen.

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El grueso del viaje lo hicimos por tanto conduciendo, lo cual fue estupendo porque pasamos por unos lugares realmente bonitos, especialmente la carretera de Dubrovnik hacia Makarska. Íbamos atontados mirando por la ventanilla. El coche lo compaginamos además con dos ferrys de Jadrolinija para pasar a la isla de Bol.

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Pudimos constatar que la red de ferrys y catamaranes croata es extensísima y más en verano, cuando se multiplican los servicios. Puedes comprar los tickets online previamente o en el momento antes de embarcar. No hay ninguna diferencia en cuanto a preferencia de acceso: de hecho, en ambos casos el billete es válido para el día completo, no para un horario concreto. Es decir, pongamos que hay 4 servicios al día y has comprado el billete para el primero de ellos, pero no llegas a tiempo o no hay espacio suficiente en el barco: tu ticket es válido para cualquiera de los otros servicios del día.

En este sentido, debes llegar con algo de antelación si vas con coche, porque el espacio en el ferry es limitado: se forma una fila india de todos los automóviles que van a acceder y te toca la posición en la cola según llegues antes o después. Si el garaje se llena, deberás esperar a a la siguiente ruta. Y en verano, lógicamente, las colas y los coches se multiplican.

Y recuerda la distinción entre ferrys (automóviles sí) y catamaranes (automóviles no) porque no todos los servicios y puertos cuentan con ambos tipos. En nuestro caso, por ejemplo, para ir a la isla de Brac en coche debíamos partir del puerto de Makarska y llegar al de Sumartin. Y para trasladarnos de la isla a Split, debíamos salir del puerto de Supetar. En Bol, donde dormimos, también hay puerto con ruta a Split, pero para catamaranes (sólo pasajeros, no automóviles).

Llegando en ferry a Sumartin, en la isla de Brac, desde Makarska

Llegando en ferry a Sumartin, en la isla de Brac, desde Makarska

Siempre conectados

En todos los alojamientos que estuvimos contamos con wifi gratuito que funcionaba razonablemente bien. En algunos restaurantes también tenían este servicio. ¡Pero gracias a MyFi Travel estuvimos conectados en todo momento! Es un pequeño router, pequeñísimo, fácil de llevar encima en todo momento, incluso yendo de caminata o excursión. Funciona por 4G y pueden conectarse hasta 8 dispositivos, con diferentes tarifas en función del consumo de megas diario que contrates.

En nuestro caso contamos con 2 gigas de datos para una semana, conectándonos ambos. Lo activábamos y desactivábamos cuando queríamos y nos sacó de algún apuro, como encontrar en Internet un restaurante para cenar o hablar por Whatsapp con el dueño de un alojamiento que no localizábamos.

El equipo no se compra, lo devolvimos tras el viaje. Solo pagas por el consumo de datos: es un precio preestablecido fijo, pero si durante el viaje agotas la conexión precontratada, puedes aumentar los datos a demanda.

Si estás interesado en viajar con wifi portátil, puedes consultar la página web de Myfi Travel y usando nuestro código VAGAMUNDOS10 obtendrás un 10% de descuento en tus contrataciones.

Cuándo ir

¡En agosto no! Nuestra única “queja” respecto a este viaje fueron los momentos de agobio por exceso de turistas en ciertos puntos y a ciertas horas. Por ejemplo, las mañanas en Dubrovnik cuando llegaban los cruceros o en los Lagos Plitvice a partir de las 12, hora a la que los buses con excursiones de ciudades cercanas descargaban a sus pasajeros. ¡Y en todas partes nos decían que en verano es mucho peor!

Así que teniendo en cuenta que a finales de mayo, principios de junio nos hizo un tiempo espectacular y hasta pudimos bañarnos en el mar, creemos que la primavera es la mejor época. Otoño también es recomendable aunque tal vez la temperatura no dé para tanta playa (¡pero Plitvice con los colores otoñales debe de ser un espectáculo!). En cualquier caso, evita la temporada alta de verano a toda costa, salvo que no pretendas visitar los lugares más turísticos.

El recorrido por las murallas de Dubrovnik es la actividad más típica en la ciudad y cientos de turistas coincidimos allí

El recorrido por las murallas de Dubrovnik es la actividad más típica en la ciudad y cientos de turistas coincidimos allí

Cambiar moneda

Pese a pertenecer a la Unión Europea Croacia mantiene su moneda nacional en lugar del euro: la kuna croata (HRK). La equivalencia aproximada es de 1 euro = 7,4 kunas. En la mayoría de alojamientos y restaurantes tienes que pagar en metálico. Suelen aceptar tanto euros como kunas, incluso en algunos lugares nos permitieron combinar ambas monedas para la misma cuenta, pero el pago con tarjeta de crédito no es tan habitual como en España.

Sacar dinero en los cajeros también tiene su truco. Solicitas una cantidad en kunas y cada banco aplica una tasa de conversión a euros (tendente muy a la baja) que te indica en pantalla para que la aceptes. La más ventajosa que encontramos fue en los cajeros del Banco de Split (Splitska Banka): 7,08 kunas por euro. La peor, en los de Bankomat que son además los más numerosos y el que te encuentras por ejemplo nada más bajar del avión en Dubrovnik: 6,8 kunas por euro.

En las casas de cambio la tasa de conversión suele ser mejor (siempre aeropuerto a parte): llegamos a ver 7,35 kunas por euro en una de Split. Pero solo aceptan euros en metálico.

Conclusiones: no puedes moverte solo con tarjeta de crédito; ojo en los cajeros a la tasa de cambio que te aplican, prueba en varios y compara, no te fíes del primero que encuentres; o lleva euros en metálico suficientes para canjear en casas de cambio que veas que ofrecen conversión ventajosa.

Dónde alojarse

En Croacia son muchos más numerosos y económicos los apartamentos o habitaciones en casas privadas que los hoteles. Verás en montones de fachadas unos carteles azules con la indicación de “Apartment” o “Sobe” que ya dan pistas de que ahí puedes encontrar una cama donde dormir. Como íbamos en el principio de la temporada alta, reservamos todos los alojamientos online previamente a nuestra llegada, siempre con baño privado y sin desayuno (aunque al tener cocina disponible podíamos comprar en el supermercado y cocinar nosotros mismos).

Al viajar con coche buscamos lugares donde pudiésemos aparcarlo fácilmente (aunque en algunos casos claramente nos engañaron un poco con este tema), así que era una de nuestras premisas. Y advertir de que encontrar las direcciones exactas fue casi siempre muy muy complicado, al tener que acceder a barrios residenciales con muchas callejuelas y casas pegadas unas a otras, todas con carteles azules, sin saber muy bien cuál es la tuya. ¡Parte de la aventura!

Dubrovnik
Pasamos las dos primeras noches en el Apartment Klara por 160 euros. Como aún no teníamos coche en este primer momento, buscamos un alojamiento céntrico, dentro de las murallas, lo cual no es barato en absoluto. Se trata de una casa familiar en la que siguen viviendo los dueños y han acondicionado una habitación con baño privado y mini cocina para alquilar. Ellos eran encantadores, nos dieron muchísima información y mapas sobre la ciudad. El piso estaba limpísimo, luminoso y espacioso, a 4 pasos de todo.

Y la última noche, ya con coche, nos alojamos fuera de las murallas, pero muy próximo a éstas, en Apartaments Deranja por 66 euros. Es un edificio con varios apartamentos en alquiler: el nuestro era grande, con cocina, baño y dormitorio, todo en habitaciones independientes, y un balcón con vistas a la ciudad. En un paseo de 10 minutos estás en la Puerta de Pile, así que creemos que también es recomendable si vas sin coche y mucho más barato que alojarte en el centro.

Bol
Nos quedamos en Bol Residence por 40 euros. Otra casa familiar, grande, con patio y jardín espaciosos, en que alquilan habitaciones. El dueño era hablador y simpático y el puerto y la zona de restaurantes quedaban a dos pasos. Indicaba “parking gratis en las inmediaciones” pero la realidad es que dejamos el coche mal aparcado frente a la entrada, por indicación de nuestro anfitrión. En verano que habrá muchos más huéspedes y automóviles no sabemos muy bien cómo lo gestionarán…

Split

Fuera del Palacio de Diocleciano (es la ciudad antigua en realidad), pero muy cerquita, a unos 10 minutos de paseo, nos alojamos en Apartments Pivac Split por 50 euros. Ocurrió lo mismo que en el anterior con el parking, solo que en este caso había un claro exceso de coches y problemas para encontrar dónde aparcarlo… Por lo demás, el piso era correcto, limpio y tranquilo, con lo que si vas sin automóvil, no hay problema; pero si llegas conduciendo, no lo recomendamos.

Lagos Plitvice

Buscábamos un sitio próximo al Parque Natural para entrar temprano a los Lagos y lo encontramos en Guest House Rustico a unos 13 kilómetros, por 45 euros. Fue lo más parecido a un hotel de todo el viaje: con habitaciones en un edificio principal y cabañas individuales de madera alrededor. Un lugar precioso, en medio https://www.booking.com/hotel/hr/hause-rustico.es.htmlde la naturaleza, con zona de aparcamiento, terrazas, hamacas y mesas en las zonas comunes. ¡Nos encantó! Todos los alrededores de Plitvice están plagados de hoteles de este tipo.

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Sibenik

Un apartamento en pleno centro histórico pero con plaza de aparcamiento en un parking privado en el puerto, a unos minutos de paseo: Studio Vincencin Place, 50 euros. La dueña era muy agradable; había 2 pisos en alquiler y nos dejó elegir en cuál quedarnos al estar ambos vacíos; todo estaba limpio, cuidado y moderno, incluso nos dejó café y galletas para desayunar.

Todos los alojamientos los contratamos a través de booking.com. Si tú también vas a hacerlo, puedes usar este enlace con el que Booking nos ayudará a financiar nuestras futuras reservas en su web (y tú también te beneficiarás de un descuento).

Dónde comer

La gastronomía croata, al ser mediterránea, es muy similar a la española. Aceite y vino son obligatorios de probar. El pescado y el marisco abundan, solos o en combinación con pasta y arroz: tener tantas islas y tantos kilómetros de costa es lo que tiene. De carnes, la más típica es el cordero. Y tienen algunos productos propios que merece la pena catar, como los quesos o el prsut, jamón ahumado que, como pasa con el español, lo hay de distintos precios y calidades.

Aunque hablan inglés en todas partes e incluso encontramos camareros que chapurreaban español, siempre está bien conocer algunas palabras clave a la hora de sentarnos a comer en Croacia. Konoba significa restaurante. Pivo es cerveza. Voda es agua (por cierto, se puede beber la del grifo sin problema). Vino es vino (ésta es fácil): bijelo, blanco y crno, tinto. Riba es pescado. Y para dar las gracias, hvala (pronunciado cualá).

En general, el turismo hace mella: puedes comer pollo, pasta y pizza en cualquier lugar y los precios son mucho más altos de lo que esperábamos (sobre todo en los sitios más visitados, como Dubrovnik). En cualquier caso, podemos recomendar estos restaurantes que, pese a no ser especialmente económicos (15 – 20 euros por persona), sí correspondían al menos con calidad:

Dubrovnik. Konoba Jezuite, Poljana Ruđera Boškovića 5 (frente a la Iglesia de San Ignacio). Tiene 3 grandes ventajas. Uno, al estar ubicado arriba de las escaleras que suben desde la plaza del mercado local, Gunduliceva Poljana (las mismas que recorre Cercei en Juego de Tronos durante su camino de la vergüenza, por cierto), es mucho más tranquilo y no suele estar tan abarrotado como otros del centro. Dos, la terraza es enorme, con espacio entre las mesas sin estar pegado al comensal de al lado. Y tres, la carta es breve pero con platos locales, sobre todo de pescado (nada de pizza ni hamburguesas). Recomendamos la ensalada de atún (con atún a la plancha, no de lata), el pez espada, la tarta de queso (ojo, no es casi dulce) y el vino blanco de la casa (es el más barato pero de calidad media).

Split. Konoba Matejuska, Trumbićeva obala. Fuimos siguiendo la recomendación de Lonely Planet y fue todo un acierto. ¡El arroz negro estaba espectacular! Tienen “vino diocleciano”, supuestamente del modo que lo tomaba el emperador del mismo nombre, que es como una sangría fuertecita, pero curioso de probar.

Zadar. Malo Misto, Ul. Jurja Dalmatinca 3. Lo encontramos por casualidad, dentro del centro histórico de Zadar, y dimos en el clavo. Con una terraza espaciosa, probamos queso de Pag, calamares y gallo, todo con una presentación de lujo.

Sibenik. Pelegrini, Ul Jurja Dalmatinca 1. Fue el exceso económico y gastronómico del viaje. Obviamente no es para una cena normal y corriente, estábamos de celebración y por eso fuimos al que ha sido nombrado varias veces como mejor restaurante de Croacia. Sea como sea, su alto coste está más que justificado por su alto nivel. Cada comensal debe elegir mínimo 5 platos de la carta que puede combinar como quiera: cada uno es como una tapa, pero con 5 terminas más que satisfecho. El menú es mezcla de platos croatas reinventados y también alguno internacional, pero siempre con toques personales. Un lujazo en todos los sentidos.

Como siempre, te dejamos nuestro mapa con todas las direcciones. Puedes descargarlo en formato KML y abriendo este archivo con la app MAPS.ME, tenerlo disponible offline para consultar durante el viaje incluso sin datos.

Si aún no te hemos convencido para organizar tu propia semana fantástica en Croacia (o quincena o mes…) ¡en próximos posts te contaremos más!

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Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

15 Comment on “Guía de viaje de Croacia

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