No vamos a mentir. En nuestra mente los campos de lavanda eran una imagen asociada a la Provenza francesa y a esos cuadros impresionistas que de pequeño ves en tus libros escolares. Ni siquiera sabíamos que la época álgida de su floración es en pleno verano: otros espectáculos de flores en la naturaleza, como el cerezo o el almendro son en primavera.
Hace unos años empezamos ya a leer que en Guadalajara existían también plantaciones de lavanda tan bellas como las de la vecina Provenza. Vimos unas cuantas fotos y nos pareció interesante. Pero de repente, este verano, al menos para nosotros, se produjo la explosión mediática de este lugar: vimos cómo cientos de blogs, webs y medios le dedicaban reportajes a cual más bello y nuestros timelines de Facebook y Twitter se tiñeron de morado.
Será que somos hijos de la cultura digital y nos gusta más un hype que a un tonto un lápiz. Será que justo acabábamos de hacernos con un drone y estábamos buscando un lugar idóneo para estrenarlo. Será que al fin y al cabo Guadalajara está a una hora escasa en coche de Madrid y un viernes tonto lo tiene cualquiera. Y allí nos plantamos.
En Brihuega. Digamos que es la “capital” de la zona alcarreña de la lavanda aunque los campos se encuentran tanto en sus inmediaciones como en las de otras localidades cercanas. Hay varios cultivos de distinta extensión y todos son de propiedad privada: cuidado al acceder a ellos, siempre respetando las plantas y previo pago en los que corresponda.
Si conduces por la CM-2005 desde Brihuega en dirección a Sigüenza encontrarás unos cuantos. Nosotros seguimos las indicaciones y mapa del blog Salta Conmigo y dimos con ellos sin problema, pues son perfectamente visibles desde la carretera.
No pares a lo loco: hay sitios donde poder detener el coche e incluso zonas de aparcamiento habilitadas junto a los campos más grandes. Como decíamos al principio, esto ya no es ningún secreto y muchos acudimos a ver y fotografiar las plantaciones de lavanda, con lo que hay cierta infraestructura organizada en torno a ellas.
En julio, el mes durante el que se inicia la cosecha, preferiblemente hacia mediados de mes. Aunque el clima está cada vez más loco y obviamente la floración depende de las variables meteorológicas. Una pista importante es mirar la fecha cuando se celebra el Festival de la Lavanda: hasta ahora siempre en torno al 15 de julio. Consiste en un concierto que se realiza en uno de los campos en flor: las entradas se agotan rápido con lo que si estás interesado, míralo con tiempo.
Aunque puedes visitar los cultivos en cualquier momento del día, si puedes elegir, mejor hazlo al atardecer: es increíble cómo la luz cambia por completo el color de la lavanda y su intensidad. Para los fotógrafos, la hora dorada es la mejor (¿recuerdas nuestro post con las indicaciones básicas de las distintas luces naturales de cara a la fotografía?). Hemos leído que también el amanecer es ocasión adecuada pero no pudimos comprobarlo.
En realidad éste es un evento muy efímero: apenas dura un mes, con lo que en julio la afluencia de gente a Brihuega y alrededores es alta. Tenlo en cuenta también para planear tu visita, sobre todo si va a ser en fin de semana y quieres alojarte alguna noche en la zona.
Como decidimos ir a lo loco, sin planificación previa ninguna, en Brihuega no encontramos alojamiento, pero sí en otra localidad cercana. Dado que el plan era moverse en coche para acceder a unos campos y otros, no nos importó en realidad. Nos alojamos en el Hostal Rural Cumbres de Castilla: su dueño es encantador, un antiguo maestro que nos contó muchísimas cosas sobre la zona. El pueblo es tranquilísimo y a 10 minutos había ya un campo de lavanda.
Puedes ir por libre o bien dentro de uno de los tours guiados que organiza el Ayuntamiento de Brihuega durante el mes de julio y que salen del mismo municipio. Para que te hagas una idea, éste era el programa de 2017.
Si vas por tu cuenta, de todos los campos que hay, en nuestra opinión el que más merece la pena por su extensión y belleza, con algún árbol entre las hileras de plantas y suaves colinas en el terreno, es el primero que se encuentra en la CM-2005 yendo desde Brihuega. Verás un primer parking a la derecha pero continúa conduciendo y llegarás a uno mucho más grande a la izquierda. Allí puedes aparcar y adquirir tu entrada por 2 euros.
Da derecho a acceder tanto a esta plantación como a la de Malcuera, donde se realiza el Festival de la Lavanda (carretera GU-925) aunque ésta no llegamos a verla. Además te regalan un ramillete de lavandas.
No solo son un importante reclamo turístico para la región: de las 1.000 hectáreas de estos campos de La Alcarria sale el 10% de la producción mundial de lavanda. Infusiones, cremas, jabones, perfumes, aceites… Muchas son las aplicaciones de esta planta, usada desde hace siglos por sus propiedades medicinales.
Las imágenes hablan por sí mismas, ¿no? Pues por bonitas que sean, a esto hay que sumarle otro factor importantísimo que solo puedes experimentar si vas: el olor. La fragancia de la lavanda envolviéndolo todo. Tocar las flores con la mano y despertar su perfume. Créenos: casi mejor que ver los campos de lavanda, ¡es olerlos!
Y otro sentido a tener en cuenta: el oído. ¿Cuál es la música de los cultivos de lavanda? ¡El zumbido de las abejas! Las hay por cientos en torno a las flores. Mientras no las molestes, ellas tampoco se tomarán la molestia de hacerte caso. Pero ve concienciado de que deberás convivir con ellas durante tu visita.
Y si la contemplación de los campos de lavanda se te queda corta, junto a estos podrás ver también grandes extensiones de girasoles y de cereales. El contraste de los colores morado y amarillo hasta donde alcanza la vista es espectacular.
¿Y tú? ¿Has estado ya en Brihuega? ¿O quizás en la Provenza? (nosotros también fuimos a conocer los campos de esta región francesa y os lo contamos en este post).
Y si quieres aprovechar esta visita para descubrir otros fantásticos lugares en la provincia de Guadalajara, te recomendamos el Parque Natural Alto Tajo y el sorprendente paisaje de las cárcavas.
¡Qué fotos más bonitas! Ese color tan suave… Aunque no es el momento de lavanda, me ha encantado leer el post 😉
Un artículo súper práctico y las fotos PRECIOSAS!!!
A ver si algún año nos pilla un poco más cerquita y podemos ir.
Un besote guapos!
Muchas gracias! Para otro julio, ya sabéis 😉
Hola!!
¿En agosto también se podrá apreciar este paisaje?
Muchas gracias por la información que ofreces en la publicación. 😉
Hola! No, en agosto ya no es posible, porque recolectan la lavanda (creo que lo hacen la primera semana de agosto más o menos). Es decir, ahora ya no hay lavanda en el campo. Tienes que ir en julio, a ver si para el año que viene te da tiempo 😉
Precioso, nada que envidiar a otros países la verdad…Recomiendo una vez ya en la zona, acercarse al pueblo de Hita, sobretodo en julio, ya que coincide la floración de lavandas con la fiesta medieval del pueblo.
Muchas gracias por tu comentario y por la recomendación!
Fotos impresionantes e información súper práctica, me resultó muy útil cuando lo visitamos! No obstante, no encontramos los campos de girasoles… Por un casual, ¿no podríais detallar exactamente dónde se encuentran?
Hola Sandra! Muchas gracias por leernos y por tu comentario! No recordamos exactamente dónde estaba el campo de girasoles pero era justo junto a uno de lavanda de los que hay en la carretera mencionada. No lo buscamos, vaya, es que lo veías mientras buscabas los de lavanda porque estaba junto a ellos… Siento no poder ser más exacta… Un saludo!
Sin problema! Muchísimas gracias!