“Quien no ha visto la Alhambra, no ha vivido”. Washington Irving

Entonces hemos debido de vivir varias vidas ya, pues más de una vez hemos estado en la Alhambra. Y más que estaremos, porque ¿alguien puede cansarse de (ad)mirarla?

Es un complejo monumental amplísimo, en realidad se trataba de toda una ciudad. Su ubicación en lo alto de una colina, visible desde muchísimos puntos del resto de Granada, no es casualidad. Comprende varias zonas muy distintas entre sí que puedes recorrer tranquilamente a tu ritmo, combinando construcciones arquitectónicas de distintos tipos (desde palacios y patios hasta murallas defensivas) con zonas de jardines y huertos al aire libre.

Y más allá de su indudable belleza, impresiona la lógica que subyace a toda su construcción: el aprovechamiento del agua, de la luz, de la disposición natural del terreno, de las posibilidades de cultivo de la tierra… No es solo un monumento bello, sino también la muestra del alto conocimiento matemático, agrícola y de ingeniería del Reino Nazarí.

Aunque en el lugar donde se erige hoy la Alhambra había ya algunos emplazamientos militares en el siglo VII, es a partir del XI, cuando Granada se convierte en capital del Reino Taifa, que empiezan a extenderse las construcciones. El momento determinante es cuando la familia real traslada su vivienda aquí en el siglo XIII.

Para nosotros, los protagonistas absolutos de la visita a la Alhambra son los Palacios Nazaríes, resultado de sucesivas construcciones, reformas y reconstrucciones a lo largo del tiempo ordenadas por los distintos reyes de Granada.

El Patio de Arrayanes y la Torre de Comares que se refleja en su estanque. La sala del Trono con su altísimo y decoradísimo techo representando el Universo. Las cúpulas en forma de estrella de varias salas del Palacio Real. El celebérrimo Patio de los Leones con su icónica fuente.

Patio de los Leones, dentro de los Palacios Nazaríes: uno de los lugares más conocidos de la Alhambra

Patio de los Leones, dentro de los Palacios Nazaríes: uno de los lugares más conocidos de la Alhambra

Los suelos de cerámica. Las yeserías en arcos y paredes con decoraciones de flores, formas geométricas o versos del Corán. Las grandes puertas de madera labrada. Los zócalos con azulejos multicolores. Las ventanas con vistas al Albayzín. Las bóvedas de mocárabes.

Bóveda de mocárabes en los Palacios Nazaríes de la Alhambra

Bóveda de mocárabes en los Palacios Nazaríes de la Alhambra

La presencia constante del agua en los patios. La importancia de la luz. Las 10.000 inscripciones en techos y paredes (poemas, sentencias, textos religiosos). Los elementos arquitectónicos estratégicamente dispuestos en las estancias para provocar efectos muy concretos: como la cúpula en la Sala de las Dos Hermanas que parece flotar y estar suspendida sobre los haces de luz que se filtran. Nada es casualidad, todo tiene un propósito.

“No hay vencedor sino Dios” . Lema de la Dinastía Nazarí, presente en paredes y decoraciones de la Alhambra

Sales tan impresionado de los Palacios Nazaríes que lo mejor es cambiar de tercio y caminar por los jardines del Partal, con los restos de la residencia del Sultán Yusuf III, continuar por el Paseo de las Torres hasta llegar a los Jardines del Generalife.

Jardines del Partal y Torre de las Damas, cercanos a los Palacios Nazaríes de la Alhambra

Jardines del Partal y Torre de las Damas, cercanos a los Palacios Nazaríes de la Alhambra

El Generalife o Casa Real de la felicidad era el lugar de descanso de la familia real. Su construcción es mucho más simple que los Palacios Nazaríes y aquí la arquitectura está más orientada a integrarse con los patios y huertos. Destaca sobre todo el Patio de la Acequia donde, una vez más, el agua es protagonista.

Patio de la Acequia en el Generalife

Patio de la Acequia en el Generalife

Y dejamos para el final la edificación que es en realidad la más antigua de la Alhambra: la fortaleza militar de la Alcazaba. Murallas y torres defensivas, construidas para mantener una perfecta vigilancia del exterior y dificultar el acceso al interior. Desde sus terrazas es posible observar todo Granada e incluso Sierra Nevada en días despejados.

Puerta del Vino, uno de los edificios más antiguos de la Alhambra. Y Alcazaba al fondo.

Puerta del Vino, uno de los edificios más antiguos de la Alhambra. Y Alcazaba al fondo.

La importancia de la Alhambra no se le escapó a los Reyes Católicos ni a sus sucesores, de modo que ocuparon y adaptaron varias estancias para su uso. Carlos V llegó incluso a construir un Palacio, semi integrado en la Alcazaba, que también puede visitarse como parte de la Alhambra. De estilo renacentista, destaca su gran patio circular y alberga el Museo de la Alhambra.

“No sé si llamé cielo a esta tierra que piso, si esto de abajo es el paraíso. ¿Qué será la Alhambra, cielo?” Lope de Vega

Datos prácticos

Debes adquirir con tiempo tus entradas para la Alhambra, especialmente si planeas visitarla en fin de semana o fechas festivas especiales (nosotros fuimos el 30 de diciembre y Granada estaba a reventar de gente que había ido a pasar la Nochevieja). Tu primera opción debería ser comprar el ticket de acceso normal que puedes encontrar en la web oficial de la Alhambra por tan solo 14 euros.

Si no quedan entradas para tu fecha deseada, la segunda alternativa es la Granada Card. Este bono turístico de 48 horas tiene un precio de 37 euros en su modalidad básica e incluye también la entrada a otros monumentos granaínos (la Catedral, la Capilla Real, la Casa de Zafra, etc) y transporte en autobús municipal. En el proceso de compra podrás seleccionar la fecha y hora de tu visita a la Alhambra. La Granada Card cuenta con entradas propias reservadas, con lo que aunque se hayan terminado los tickets de la propia Alhambra, puede haber aún disponibles para los compradores de este bono (fue nuestro caso).

Por último, si ninguna de las anteriores aplica ya, siempre puedes contratar un tour guiado que incluye el acceso a la Alhambra: el precio es ligeramente más alto, irás en grupo y con un guía explicándote el conjunto monumental.

Mapa de la Alhambra de Granada

Otras cuestiones importantes a tener en cuenta, a modo resumen, son:

  • Hay varios tipos de entradas:
    • Entrada diurna completa: Palacios Nazaríes, Partal, Jardines, Palacio de Carlos V, Generalife y Alcazaba. Es a la que nos referimos en el apartado anterior con los precios y opciones de compra.
    • Entrada diurna a los Jardines: permite ver todo salvo los Palacios.
    • Entrada nocturna a los Palacios: solo da acceso a los Palacios.
    • Entrada nocturna a los Jardines: permite ver todo salvo los Palacios. Es incompatible con la anterior puesto que se desarrolla en el mismo horario. Es decir: no puedes hacer ambas en la misma noche.
  • El horario indicado en tu ticket solo aplica en realidad a los Palacios Nazaríes. El resto del conjunto monumental puede visitarse en cualquier momento del día elegido. Lo recomendable es estar unos 15 minutos antes del horario marcado en el acceso a los Palacios.
  • Dedica unos minutos a estudiar el plano completo de la Alhambra y decidir cómo la recorrerás. Es muy extensa y hay varias rutas posibles. Nosotros por ejemplo empezamos por los Palacios Nazaríes, pues teníamos la entrada a las 11 de la mañana, continuamos por El Partal, seguimos el recorrido de las Torres hasta el Generalife y por último, la Alcazaba.
  • Necesitarás unas 3 horas mínimo para el recorrido completo. Hay zonas para sentarse en los jardines: mucha gente incluso se lleva el almuerzo para comer así tranquilamente, con lo que puedes extender la visita todo lo que quieras.
  • Recomendamos contratar el servicio de audio guía: son solo 6 euros y ayuda mucho a contextualizar y entender lo que estás viendo. Además, no solo tiene audio, pues en realidad se trata de un smartphone, en el que puedes consultar vídeos y fotos, con lo que incluso en los tiempos de espera o de traslado de unas zonas a otras, puedes ir aprendiendo sobre lo que acabas de ver o sobre lo que visitarás a continuación.
  • Échale paciencia: hay muchísimos visitantes, incluso en los Palacios que el acceso está ordenado. Hacer fotos sin que aparezcan otros turistas es casi imposible, salvo que apuntes al techo 😉
  • Ten en cuenta los horarios de apertura, que son distintos además en temporada de invierno y de verano, y que varían en función de si tu entrada es diurna o nocturna.

Si quieres ampliar la información, en esta web está todo muy bien explicado.

Y si, por lo que sea, te quedas sin entradas, siempre podrás disfrutar de la vista (gratuita) de la Alhambra desde los miradores en el barrio del Albayzín. Ver atardecer desde el de San Nicolás es un clásico imperecedero (aunque deberás luchar con muchos otros turistas por un lugar privilegiado). Y en este último viaje hemos descubierto el de la Placeta Carvajales: menos concurrido y con unas vistas que también merecen la pena.

Atardecer sobre la Alhambra desde el Mirador de San Nicolás

Atardecer sobre la Alhambra desde el Mirador de San Nicolás

Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

13 Comment on “La Alhambra de Granada

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