Vagamundos Viajeros

¿Playa o montaña? Suele ser la pregunta más habitual a la hora de definir el estilo de tus viajes. Una de las grandes ventajas de Asturias es que no hace falta elegir entre ambos extremos, pues en esta tierra se tocan. Y puede que precisamente esta fantástica ruta que os contamos hoy sea uno de los mejores exponentes de ello.

La sierra del Sueve se sitúa entre dos gigantes: el mar Cantábrico y los Picos de Europa. Respecto al territorio asturiano se encuentra en su zona centro, hacia oriente, repartida entre los concejos de Colunga, Caravia, Ribadesella, Piloña y Parres. Además en el Sueve encuentras ejemplares de caballo asturcón, una raza de origen asturiano caracterizada por su tamaño pequeño y su aspecto rústico que actualmente vive en libertad únicamente en esta sierra.

El Pienzu es el pico más alto del Sueve, con 1161 metros de altura. Dista tan solo 5 kilómetros del mar, lo que le convierte en la cumbre más alta y más cercana a la costa de Asturias. Administrativamente, pertenece al concejo de Parres.

Precisamente por su ubicación, la vista desde el Pienzu es conocida como una de las más bellas que se pueden tener en Asturias. A un lado, la costa cantábrica desde Llanes hasta Gijón, pasando por Ribadesella, Villaviciosa o Lastres, uno de los pueblos más bonitos de España, y por sus correspondientes playas. Al otro, los majestuosos Picos de Europa con sus cumbres nevadas incluso en verano.

Esta inigualable panorámica es precisamente el premio de esta ruta. Pero claro, vistas así no se consiguen tan fácilmente… En total son 11 kilómetros de caminata, haciendo la ida y la vuelta por el mismo trayecto, pero con un desnivel de unos 600 metros. Necesitarás alrededor de 5 horas para completarla.

La ruta empieza en el Mirador del Fitu: sitio turístico donde los haya por la fama del paisaje que puedes observar desde él. Ahora bien: te aseguramos que no es nada comparado con la panorámica desde el Pienzu. De hecho, si puedes, ve al mirador antes de subir porque si lo haces al revés, como nosotros, las vistas desmerecen en comparación y no te quedarás con esa idea de lo maravilloso que es el Fitu.

En 1927, a 1.100 metros de altitud, en un cerro de la sierra del Sueve, se inauguró esta atalaya de hormigón llamada Mirador del Fitu. La panorámica de 360º que obtienes desde él es probablemente la más conocida de Asturias (las hordas de turistas que cada año acuden allí dan fé): mar, montañas, valles, pueblos… Una vista impresionante, si la niebla lo permite. En torno al mirador hay también un aparcamiento, un bar y un área recreativa desde la que parten varias rutas de senderismo, como la que nos ocupa en este post.

Empezamos a caminar por un camino bajo los árboles que sale justo frente al aparcamiento (en dirección contraria por tanto a si fueses al mirador en sí). Superada la arboleda, comenzamos a andar ya por terreno más montañoso, hasta llegar a la collada de Bustaco, aproximádamente en el kilómetro 3,5 desde el inicio. Hasta este momento la ruta es sencilla, prácticamente en llano.

En la majada del Bustaco encontramos vacas, terneros y caballos asturcones pastando tranquilamente y que ni se inmutan con nuestra presencia. También un abrevadero, una fuente de agua potable y una cabaña en ruinas que solían habitar los pastores de la zona. Tras una breve pausa para reponer fuerzas, retomamos la ruta que a partir de este punto, además, empieza ya a ponerse seria.

A la derecha del Bustaco sale una pista de tierra y piedra, en clara pendiente hacia arriba. Siguiéndola llegamos a otra majada con otra fuente denominada Mergullines y también ocupada por vacas y asturcones. Desde este punto, ya kilómetro 5 de ruta, observamos claramente a la derecha la cruz que culmina la cima del Picu Pienzu y que es nuestro objetivo.

Nos queda por tanto solo la ascensión final, también la más costosa: aunque el cuerpo te pida acortar yendo en línea recta, lo más aconsejable es subir en zig zag. Mejor sigue el sendero por la ladera marcado por los pasos previos de otros montañeros que ya subieron por allí. Aunque no serán más de 500 metros de subida, tómatelo con calma y vigila bien donde pisas.

Y por fin, el premio: llegar a la imponente Cruz de Pienzu, de hierro y 12 metros de altura, y quedarse anonadado con la maravillosa e inigualable panorámica, de mar y montaña. Tras las pertinentes fotos y descanso, el regreso se hace exactamente por el mismo camino ya seguido, aunque con mayor velocidad al ir descendiendo.

Te dejamos también una ruta de Wikiloc para que puedas seguirla más fácilmente.

Y para poner la guinda a la ruta, hay que añadir el tercer gran atractivo turístico de Asturias: su gastronomía. Tras la caminata, te habrás ganado una buena comilona. Lo mejor es que por falta de opciones no será, con la cantidad de municipios cercanos. Nosotros nos acercamos a Lastres y comimos en el restaurante La Rula en su puerto.