Oporto es una ciudad bellísima o al menos a nosotros nos lo parece. El río Duero es el gran protagonista en la ciudad y separa Oporto de Vila Nova de Gaia aunque muchísimos puentes unen ambas orillas y ambas ciudades. Las típicas fotografías que habrás visto de Oporto incluyen al Duero y sus puentes. Varían las perspectivas y el lado del río desde el que se toman, pero todas tienen ese denominador en común. Así pues, ¿dónde obtener las mejores vistas entonces?
Desde el barrio de la Ribeira, a orillas del Duero del lado de Oporto, tienes una bonita panorámica: especialmente del puente de Don Luis I, el más icónico de la ciudad, visto desde abajo, y de las bodegas en la ribera opuesta de Vila Nova de Gaia. Es además una zona muy bonita y animada, con fachadas de colores y montones de terrazas donde poder tomar algo mientras contemplas la panorámica.
Aunque el mencionado puente de Don Luis I es probablemente el monumento más fotografiado de Oporto y todos los visitantes buscamos la mejor foto que lo incluya, conviene subir a él y disfrutar de las vistas que ofrece sobre el Duero y ambas orillas, portuense y de Vila Nova. Se puede transitar por su parte superior tanto a pie como en transporte público.
Si subes desde la Ribeira hacia el casco histórico, el mejor sitio para detenerse a contemplar el paisaje es la Catedral o Sé. En este caso el río queda al fondo y en primer término puedes ver las casas y tejados del centro antiguo de Oporto.
Puedes salvar la distancia entre la Ribeira y la Catedral con el funicular dos Guindais (3,50€). Te ahorrarás la caminata con 60 metros de desnivel y encima tendrás bonitas vistas en el trayecto.
O si no, puedes recurrir a su alternativa gratuita: el Elevador da Ribeira. Cierto que no recorre todo el trayecto hasta el centro histórico y aún tendrás que caminar un poco, pero te sitúa en una posición alta sobre el puente Don Luis I con bonitas vistas y suele estar poco transitado.
Alejándose del centro histórico y de la Ribeira también tienes buenas vistas. Y diferentes: el paisaje con el omnipresente puente Don Luis I pero desde el lado contrario al habitual. Por casualidad, por la proximidad a nuestro último alojamiento, descubrimos esta excelente panorámica desde el Paseo Fontainhas.
Muy similar a la anterior es también la vista que obtienes desde lo alto del Puente Infante Don Enrique, el más cercano al de Don Luis I.
Otro mirador que conocimos por azar, caminando por la ciudad, es el del Paseo de las Virtudes. Es la calle justo encima del Parque de las Virtudes, al lado del más popular Jardim da Cordoaria. Este paseo está más elevado que el resto de jardines alrededor, lo que le proporciona una situación excelente para observar Oporto. No se ve el puente Don Luis I, pero sí el río y el puente de la Arrábida. Según leímos, el atardecer aquí es de los mejores, aunque nosotros pasamos por allí por la mañana. Además la calle cuenta con numerosas terrazas y bares para tomar algo.
Una panorámica distinta, más alejada del río, pero también con tejados y edificios de Oporto, ofrece la Torre de los Clérigos. Requiere ascender 240 peldaños para alcanzar los 75 metros de altura desde los que deleitarse con la vista urbana.
La última visita recomendada en el lado de Oporto son los Jardines del Palacio de Cristal. Estos elegantes jardines del siglo XIX son de acceso gratuito y se han popularizado por sus excelentes vistas al río Duero y al resto de la ciudad. Las mejores se ven desde una pequeña torre al final del jardín, aunque suele haber cola para subir. En este caso la panorámica habitual de Oporto se observa desde mucho más lejos. Pero conviene también girarse y mirar en el sentido contrario del río, hacia su desembocadura, con el Puente de Arrábida en primer término.
Nada más cruzar el puente Don Luis I hacia Vila Nova está el Monasterio de la Sierra del Pilar, del siglo XVI y con una muy reconocible iglesia de forma circular. Subes a la colina en la que se ubica y ganas altura para observar el puente, en primer término, y todo Oporto a continuación.
Muy cerca al punto anterior está la llamada Roca de los Gatos. No es un mirador oficial como tal, pero sí que hay buenas vistas desde esta piedra. Para llegar hay que seguir un camino de tierra que se encuentra justo tras cruzar el puente, antes de subir al Monasterio. Por lo que hemos leído, no es fácil localizarlo. Como íbamos con carrito de bebé, ni lo intentamos…
Simplemente paseando por la orilla del Duero de Vila Nova obtienes también muy bonitas vistas de la orilla contraria, de la Ribeira, y de los puentes desde abajo.
Y como ocurría en la ribera contraria de Oporto, también en Vila Nova hay un medio de transporte para comunicar la orilla del Duero con la parte alta, concretamente con el Jardim de Morro. Y, nuevamente, también podrás disfrutar de grandes vistas desde el teleférico de Gaia. Aunque en este caso el billete sale más caro: 7 euros.
Una actividad muy interesante es realizar un crucero por el río, tomando un barco bien desde la orilla de Vila Nova, bien desde la Ribeira, y admirar así Oporto desde otra perspectiva diferente.
Por último, la gran atracción turística de la ciudad actualmente, WOW Porto (de la que te hablamos largo y tendido en este post), además de ser un centro de ocio y entretenimiento con museos, restaurantes y tiendas, es también una gran atalaya desde la que disfrutar de excelentes vistas. En este caso del puente Don Luis I con los tejados de las bodegas de Vila Nova en primer término. Especialmente recomendable es la panorámica desde la terraza del restaurante VC, por estar ubicada más cercana al puente.
Todas las ubicaciones y miradores mencionados en el post están situados en este mapa para que no te pierdas ninguno.