Seguro que aún sin saber su nombre, en algún momento has visto alguna imagen de sus casas de colores frente al mar. Y es que Villajoyosa (o La Vila Joiosa, como también se la conoce) es famosa sobre todo por estas pintorescas construcciones del barrio de pescadores. Pero hay más que descubrir en esta ciudad de Alicante…

Por ejemplo, su deliciosa gastronomía basada en los tradicionales arroces, pescados y mariscos. O sus 15 kilómetros de costa con más de diez playas. Sin olvidar que es el lugar de origen del famoso y riquísimo chocolate Valor.

Algunos datos más. Villajoyosa es la capital de la Marina Baixa en la alicantina Costa Blanca. Y, además de las ya mencionadas casas de colores, son muy populares las fiestas que se celebran del 24 al 31 de julio de Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Internacional.

Desafortunadamente no visitamos La Vila Joiosa durante estas famosas fiestas, sino en Semana Santa, en una excursión de un día. ¿Y qué hacer un día en Villajoyosa?

Si llegas en coche te recomendamos aparcar en el parking, de pago, de la Avenida del Puerto. Desde allí podrás así recorrer el paseo marítimo que transcurre paralelo a la Playa Central. En temporada veraniega puedes aprovechar a tomar el sol o darte un baño. En caso contrario, como nosotros, puedes tomar algo en alguna de las muchas terrazas que salpican el paseo. Y los niños disponen de varios parques infantiles en la propia playa. Aunque, desafortunadamente, los perros no están admitidos.

Playa Central en Villajoyosa
Playa Central en Villajoyosa

Siguiendo el paseo marítimo llegas al barrio de los pescadores, donde están las icónicas casas de colores de Villajoyosa. Su origen se remonta siglos atrás, cuando, libre de los ataques piratas, la ciudad se extendió hasta las orillas del Mediterráneo. Las primeras edificaciones eran todas idénticas, difíciles por tanto de distinguir desde el mar por los pescadores. Como solución decidieron pintarlas de colores, para diferenciarlas entre sí, y que cada uno pudiese identificar su casa desde la distancia. Hoy muchas sirven como alojamientos turísticos.

Las casas de colores en el barrio de pescadores de Villajoyosa
Las casas de colores en el barrio de pescadores de Villajoyosa

Justo delante de las casas de pescadores, hay varios restaurantes donde disfrutar de la tradicional gastronomía marinera de La Vila, con los arroces a la cabeza. Nosotros lo hicimos en la terraza del Restaurante Som de Mar (by Roberto Cereto).

Si sigues caminando paralelo a la costa durante unos dos kilómetros, puedes llegar a la cala de La Malladeta, donde hay un antiguo santuario íbero-romano del siglo IV A.C, muy bien ubicado en un cerro con grandes vistas. Es por tanto una ruta costera recomendable si te apetece caminar (aunque no apta para carrito de bebé). Personalmente solo llegamos hasta la Cala de Les Puntes del Moro, el tramo que sí se puede hacer bien con silla de niño.

La otra alternativa es, tras cruzar la desembocadura del río Amadoiro, girar a la izquierda y subir por la calle Pelayo hasta el Puente Antiguo. El objetivo es poder observar bien las Casas Colgantes de Villajoyosa, las otras construcciones icónicas de la ciudad. Están edificadas sobre la antigua muralla y asomadas al río, como una ingeniosa forma de aprovechar todo el espacio disponible, pese a la oreografía, para crear viviendas. Hace siglos las ocupaban sobre todo comerciantes y pescadores, por su cercanía al mar. Las mejores vistas de las Casas Colgantes son desde la orilla contraria, desde la ya mencionada calle Pelayo, o desde un parque justo bajo ésta.

Las Casas Colgantes de Villajoyosa, vistas desde el parque junto al río Clariano
Las Casas Colgantes de Villajoyosa, vistas desde el parque junto al río Clariano

Después de cruzar el Puente Antiguo, giras a la derecha y te adentras cuesta abajo por el casco antiguo de La Vila, declarado Bien de Interés Cultural, ubicado en un cerro. Aquí las casas son bajas y también están pintadas de colores. Y las calles son estrechas y empinadas, como Carrer Pou, Carrer Mayor, Carrer del Pal o Sant Pere. Con carrito de bebé algunos accesos son imposibles porque también hay escalones, toca rodear un poco para ir encontrando el paso llano.

Destacan las construcciones del Ayuntamiento y de la Iglesia de la Asunción, del siglo XVI y una de las pocas iglesia-fortaleza que se pueden ver en la provincia de Alicante. En la Calle Costera de La Mar encuentras así mismo los restos de las antiguas murallas y torres que rodeaban Villajoyosa en el siglo XVI. Son los correspondientes al flanco noroeste; el resto está perdido, al igual que el castillo que se integraba así mismo en la muralla.

Para finalizar el paseo por el casco histórico, ¿qué tal un poco de arte urbano? En la calle de San Cristofol las casas de colores de Villajoyosa tienen su réplica en forma de gran mural. Y en la calle Santísima Trinitat hay otro graffiti, La Mar: un rostro formado por diferentes pescadores que homenajea a ese origen marinero de La Vila.

Mural La Mar en Villajoyosa
Mural La Mar en Villajoyosa

Después de la caminata nos hemos ganado un chocolate en la chocalatería Valor, una auténtica eminencia en la ciudad: muy muy amplia, con vistas al mar y con una carta de dulces y chocolates ante la que es imposible no pecar. No confundir, eso sí, con la fábrica de chocolates Valor, que también se ubica en esta ciudad. Y es que Villajoyosa y el cacao tienen una larga historia en común

No solo de pescado vivían en La Vila, también de otros productos que se comerciaban a través de las rutas marítimas, como el chocolate. La primera fábrica de cacao de Villajoyosa se fundó en 1840 y en menos de un sigo se crearon hasta 29 chocolaterías en la ciudad, que vendían sus productos a toda España.

Hoy es así mismo un reclamo turístico y es posible visitar tres fábricas: Chocolates Pérez, la más pequeña y artesanal, Chocolates Clavileño y, la más famosa y prominente, Chocolates Valor. En ésta han montado un Museo de Chocolate en el que aprender sobre la historia del cacao, el proceso de elaboración del chocolate y los productos de la marca (su tienda es una locura para los amantes del dulce como yo). Organizan visitas guiadas diarias gratuitas cada hora, duran 45 minutos y conviene reservar online previamente porque se forman grandes colas.

Y esto es lo que dio de si nuestro día en Villajoyosa, te dejamos las direcciones mencionadas en un mapa para que puedas encontrarlas más fácilmente.

Si dispones de más tiempo, hay otras atracciones que disfrutar en La Vila. Decíamos que cuenta con 10 kilómetros de costa en las que se alternan pequeñas calas, como La Caleta o el Racó del Conill, con playas más amplias, como Paradís o la Playa Torres. Villajoyosa es por tanto un buen destino para actividades acuáticas: incluso puedes bucear hasta 25 metros de profundidad para ver los restos de un barco romano del siglo I. Y si hablamos de arquitectura, hay que destacar las torres: la de Sant Josep es del siglo II y era en realidad un mausoleo romano y la del Aguil del siglo XVI tiene estupendas vistas.

Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

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