Pongamos que ya tienes claro que te vas de viaje (¡por fin!) a Nueva Zelanda. O que es una de las posibilidades que barajas para las vacaciones de este año. Pongamos que ya te has recorrido (con la ayuda de San Google) todos los lugares interesantes a visitar, qué ciudades quieres ver, qué parques naturales conocer… Pongamos que ya no hay nada más nuevo que podamos decirte sobre Nueva Zelanda porque ya te has informado de todo. Salvo… salvo que nosotros hemos estado allí y podemos contarte cómo moverte, dónde alojarte, dónde comer o tomar una buena cerveza… Si saber un poco más de esto, sí te interesa, sigue leyendo.

Como ya te explicamos, aterrizamos en Auckland y recogimos el coche de alquiler que teníamos reservado en el mismo aeropuerto, de la compañía BUDGET, con seguro a todo riesgo. Es importante este punto, porque en Nueva Zelanda se conduce por la izquierda, modo inglés, y al principio se hace rarísimo y sumamente complicado, con lo que más vale prevenir. De hecho, valoramos la opción de alquilar una caravana y recorrer así el país pero, comodidades a parte, el principal motivo para descartarla fue que nunca habíamos conducido una, con el agravante de tener que hacerlo encima por el lado contrario al habitual en un país desconocido. No obstante, nos encontramos a un par de parejas (españoles y australianos) que optaron por la caravana y estaban encantados con las instalaciones y facilidades para este tipo de transporte en Nueva Zelanda. Así que tú decides.

Aterrizando en Auckland

Aterrizando en Auckland

Cruzamos en ferry (te lo volvemos a recomendar, hazlo así y olvídate de vuelos internos), pero sin el coche de alquiler, que lo dejamos en la estación del ferry de la isla Norte y recogimos otro nuevo al llegar a Picton en la isla Sur. Todo estaba organizado así previamente como parte de un único alquiler: sólo fue dejar y recoger los coches.

Interislander: el ferry entre las islas norte y sur de Nueva Zelanda

Interislander: el ferry entre las islas norte y sur de Nueva Zelanda

Con la libertad que te da el coche (ya sabes que somos fans de los road trips), pudimos ver algún sitio más de los que teníamos inicialmente planeados, gracias sobre todo a la Lonely Planet, super útil cuando andas perdido por una zona y no sabes en qué pueblo parar o dónde comer, aunque la verdad es que teníamos el itinerario bastante planificado. Como íbamos muy justos de tiempo, para intentar ver lo máximo posible, no nos quedaba otra: fueron muchas horas en el coche, muchos madrugones, varias carreteras difíciles, incluso algún susto con una vaca en el trayecto o apurando porque nos quedábamos sin gasolina (ojo a ese tema, hay zonas de Nueva Zelanda en que no ves una gasolinera en kilómetros). Pero toda una experiencia maravillosa.

Vaca neozelandesa en mitad de la carretera...

Vaca neozelandesa en mitad de la carretera…

Respecto al alojamiento, estuvimos siempre en hoteles o apartamentos de 3 estrellas de media, pero pudimos ver que el nivel en general de los alojamientos neozelandeses es muy bueno: había incluso albergues que tenían muy muy buena pinta y nos pareció que con hoteles de menor categoría podríamos haber estado perfectamente. Aunque alguno, por lo especial y original, mereció mucho la pena (¡una casa árbol en Punakaiki!). Todos los alojamientos con desayuno incluido (siempre abundante y variado): así emprendíamos cada día con fuerza y dispuestos directamente a visitar, andar o conducir, según tocase.

En cuanto a los bares y restaurantes, lo que más abunda en Nueva Zelanda son los de comida oriental; lógico cuando te das cuenta de que la gran mayoría de visitantes del país proviene de Asia. También hay muchos pubs con hamburguesas, ensaladas y buena cerveza (¡qué grandes descubrimientos fueron la Moa y la Mac’s!). En cambio, pese a que el vino neozelandés está ganando peso internacional crecientemente, hemos de confesar que no probamos ninguno que nos pareciese más allá de correcto… Incluso recorrimos en coche la zona de viñedos de Nelson y paramos en una bodega local para catar su vino, pero no nos convenció. No obstante, ¡hay que probarlo para opinar!

Y ahora sí, la lista completa de alojamientos y restaurantes durante nuestro viaje, ¡ojalá te sirva de ayuda!

  • Auckland. Alojamiento: Bianco off Queen, un apartamento amplio y céntrico. Restaurantes: Depot, en las inmediaciones del Sky Center, en esa zona hay muchos bares y restaurantes en general. Cerca del muelle donde se cogen los ferrys hay también bastantes locales interesantes, no probamos ninguno por falta de tiempo, pero si volviésemos, sin duda lo intentaríamos.
  • Rotorua. Alojamiento: Ibis Rotorua, como todos los de esta cadena, correcto y comfortable. Restaurantes: Comimos en Whakarewarewa, como parte de la visita a este pueblo maorí, un plato de comida típica, cocinado con el calor de la actividad termal de los géiseres y lagos de la zona.
  • Taupo. Alojamiento: Lakeland Resort, a orillas del lago, con piscina y muchas zonas ajardinadas (lástima que el tiempo no acompañase), está un poco lejos del centro del pueblo, al que tienes que llegar en coche o con una buena caminata.
  • Wellington. Alojamiento: Mercure Wellington, en una zona elevada con vistas de la ciudad y el puerto. No está en el mismo centro pero llegas con un rápido paseo. Restaurantes: Y bares. Y cervecerías. Y tiendas. Todo, en una calle, Cuba Street.
  • Nelson. Alojamiento: Trailways Hotel, un hotel maravilloso, tanto por sus instalaciones como su ubicación en la orilla del río, sus habitaciones amplias, su servicio de lavandería y su buffet desayuno. Restaurante: The Vic Mac’s Brewbar en Trafalgar Street (la calle principal de la ciudad), donde descubrimos la cerveza Mac’s con sus múltiples variedades, ¡todo un acierto!
  • Kaikoura. Alojamiento: The Fairways. Algo así como casas rurales ultra modernas: entre el océano y las montañas, una urbanización con casas individuales en forma de cubos de madera y cristal. Merece la pena por lo original. Restaurante: Green Dolphin, pequeño, muy agradable, con pescado local fresco, una carta corta pero variada y buen precio.
  • Punakaiki. Alojamiento: Havenz Punakaiki, ¡nuestra primera casa árbol! Una chulada. Restaurante: Punakaiki Tavern. En realidad cogimos la comida para llevar porque había que aprovechar la casa árbol y preferimos cenar en la terraza.
  • Fox Glacier. Alojamiento: The Westhaven, típico motel de carretera de película americana (no de terror), con habitaciones prácticas y cómodas. Restaurante: Cook Saddle Cafe & Saloon, justo al lado del hotel, comida sin pretensiones pero correcta.
  • Wanaka. Alojamiento: Wyndham Resort, cercano al famoso lago, pero en el lado menos céntrico, hay que darse un paseo para llegar a la zona de bares y tiendas.
  • Queenstown. Alojamiento: Mercure, alejado del muelle del lago, que es básicamente el meollo de actividad en la ciudad, pero con unas preciosas vistas de éste y las montañas. Restaurantes: Para tomar algo con vistas, el bar de Skyline. Para comer o cenar ya en abundancia, de nuevo con buena cerveza Mac’s, Pub on Wharf, donde además suele haber música en directo por las noches.

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Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

3 Comment on “Guía práctica de nuestro viaje por Nueva Zelanda

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