Vale, ya te hemos convencido de que debes conocer el desierto de Atacama e incluso de que pasar de Chile a Bolivia para visitar el mítico salar de Uyuni es una gran idea. Ya estás decidido a ir a San Pedro y descubrir desde allí todo lo que Atacama puede ofrecer. Entonces sólo te falta saber qué puedes hacer en esta ciudad entre excursión y excursión y cómo disfrutarla a tope (porque te encantará)
La oferta de hoteles, hostales y albergues en San Pedro es interminable. A cada paso encuentras uno y los hay desde las más humildes instalaciones hasta los ecolodges más lujosos. La variación de precio es igual de dispar, pero en general el alojamiento no es barato, dado lo turístico del lugar. Nosotros elegimos el Hostal Pablito, porque tenía una valoración muy positiva en Booking y un coste bastante razonable. Es un hotelito de gestión familiar, pero son muy atentos y serviciales: las habitaciones son limpias y prácticas, con baño privado, hay agua caliente constante, una cocina común de la que puedes hacer uso siempre que quieras y el ambiente es agradable. Eso sí: está algo alejado del centro (un paseo de 10 minutos pero atravesando una pequeña carretera, lo que al principio desconcierta un poco) y hay que pagar en efectivo.
A pie. San Pedro viene a ser un pueblecito, en cuanto a dimensiones se refiere, super tranquilo y seguro, puedes andar con libertad por sus calles a cualquier hora. Y además es muy animado, hay muchísima gente joven extranjera de viaje mochilero y bastantes chilenos haciendo turismo dentro de su propio país (por cierto, todos los que encontramos amabilísimos).
Las direcciones básicas que debes tener en cuenta son:
Elegir es realmente complicado: hay cientos de bares, cafés y restaurantes, a cada paso. Igual que tiendas de alimentación donde venden estupendas empanadillas. Eso sí, una advertencia: en la mayoría de sitios no te sirven alcohol si no lo acompañas de comida. Un poco chocante para unos habitantes de Madrid acostumbrados al cañeo diario. Sólo encontramos un bar donde servían cerveza sin comida (de hecho sólo servían bebidas): Chelacabur, en Caracoles 212.
Precisamente la calle Caracoles está llena de establecimientos: no decimos que no se coma bien en ellos, pero suelen ser más caros que los típicos a los que van los chilenos. Nosotros seguimos sus recomendaciones y no pudimos alegrarnos más de haberlo hecho:
Viajar a la aventura está muy bien, pero siempre con cabeza: por ello te recomendamos contar con un buen seguro de viajes y te ofrecemos un estupendo descuento en tu contratación a través de nuestro blog.
Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0
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Anotados estos sitios, ya os contaré!! 🙂
Jeje, genial, lo que nos gustaría volver al Barros una noche… ainsss. Feliz viajazo!
Gracias!!! 😀😀