No nos cansamos de decirlo: para conocer una ciudad, hay que pasearla y disfrutar de su gastronomía y de sus bares. ¡No sólo de monumentos y castillos vive el viajero! Ya os explicamos lo que dieron de sí nuestras 48 horas en Copenhague en cuanto a qué ver y dónde ir. Así que ahora vamos con las cuestiones prácticas, tan necesarias para organizar una escapada.
Cómo llegamos. Ryanair opera la ruta Madrid – Copenhague con unos horarios perfectos para poder escaparse a la capital danesa un fin de semana: salimos el viernes a las 17.50 de Barajas y regresamos el domingo en el vuelo que sale a las 19.55 de Copenhague. Desde el aeropuerto al centro de la ciudad llegamos en tren, a la Estación Central: un trayecto de sólo 13 minutos, con trenes cada 10 y por 36 coronas, unos 4,5 euros (1 euro = 7,5 coronas aproximádamente)
Dónde nos alojamos. En el Hotel Ansgar, justo al lado de la Estación Central, perfectamente situado para visitar el centro pero en una calle muy tranquila. Además, está junto al Meat District, la antigua zona de fábricas alimentarias hoy reconvertida en centro cultural alternativo (te sonará si has estado en el Matadero de Madrid o en el Meatpacking District de Nueva York con su High Lane): teatros, estudios de arte y muchos restaurantes y bares. ¡Nos encantó la zona!
Cómo nos desplazamos. A parte del tren para ir y volver del aeropuerto, todos los traslados los hicimos a pie. No obstante, la ciudad está perfectamente comunicada con autobuses y metros por doquier. Claro que en una ciudad tan cara como Copenhague, si la meteorología acompaña, caminar siempre es buena alternativa. Otra opción es visitarla sobre dos ruedas: la bicicleta es la reina de Copenhague. Ves más bicis que coches con gran diferencia, se pueden alquilar y hay carriles adaptados por toda la ciudad.
Dónde comimos. El mejor restaurante del mundo (supuestamente) está en Copenhague: el Noma. Al menos podemos decir que pasamos por delante para verlo (desde fuera) porque el presupuesto para el viaje no alcanzaba para su menú. Tampoco para cualquiera de los otros 17 restaurantes además de éste premiados con Estrella Michelín en la ciudad. Eso sí, pudimos comprobar lo que habíamos leído: la importancia de la gastronomía y hostelería danesas. Hay puestos de comida por todas partes y muchos y variados restaurantes. Para muestra…
Dónde cerveceamos. En la cuna de la famosa Carlsberg, lógicamente había que probar la cerveza local (por cierto que también se puede visitar su fábrica y hacer un tour guiado, del estilo de Guinness en Dublín). Afortunadamente para los no muy fans de la Carlsberg, como nosotros, hay muchas otras alternativas danesas a esta marca: Tuborg, Mikkeller, Norrebro…
¿Y dónde disfrutamos de la cerveza? Por falta de pubs y bares no será… Pero, aviso a navegantes, en muchos está permitido fumar en su interior, con lo que si eres alérgico al humo del tabaco, tendrás que ser más selectivo…
Y como siempre, te dejamos nuestro mapa para que no te pierdas en Copenhague y encuentres todos los lugares que mencionamos en el post (¡e incluso más!).
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