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Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme
Después de que Stendhal describiese así su visita a Florencia, dio origen con sus palabras al famoso síndrome de Stendhal (también llamado síndrome de Florencia o estrés del viajero) y posicionó a esta ciudad italiana como una de las más bellas del mundo. Con unas expectativas tan elevadas, sería fácil que al visitarla te sintieses totalmente decepcionado o al menos que no estuviese lo suficientemente a la altura…. ¿O sí?
Para nosotros Florencia ocupa desde luego una buena posición en el ranking de ciudades espectaculares, pero no le concedemos la medalla de oro. Ni tan siquiera es, en nuestra opinión, la más bella de Italia: Roma, Venecia, Verona o Lucca no le andan a la zaga. ¿Tal vez para ti sí lo sea? Te dejamos entonces que juzgues por ti mismo: para gustos, ciudades.
En la cuna del Renacimiento, no podía ser de otro modo, el arte y la arquitectura son sus principales señas de identidad. Así, las visitas ineludibles, ya conocidas por cualquier viajero pero no por ello menos recomendables, son:
El Puente Vecchio, literalmente puente viejo. Es de hecho el más antiguo de Europa construido enteramente enpiedra. Su origen es de la Edad Media pero fue remodelado en el Renacimiento. Llaman la atención las construcciones sobre el puente, tiendas originariamente de peleteros y luego de joyeros. Pero es sobre todo un auténtico icono para la ciudad que incluso Hitler respetó no destruyéndolo a su retirada del país alpino.
Detalle de las antiguas tiendas situadas en el Puente Vecchio
La Catedral de Santa María del Fiori con su imponente Duomo, la gran cúpula construida por Brunelleschi, y su fachada multicolor de marmol de Carrara (blanco), Prato (verde) y Siena (rojo). Además de visitarla por dentro, merece mucho la pena subir a su vecino Campanile de Giotto, la torre junto a la catedral cuya cima se alcanza tras 414 escalones y que premian con la mejor panorámica de Florencia: mucho mejor que ascendiendo al mirador del Duomo, pues desde la torre también verás éste.
La torre Campanile del Giotto junto a la Catedral de Santa María del Fiori
La Piazza della Signoria, sede del Palacio Vecchio, centro administrativo de la ciudad desde la Edad Media. Actualmente es un gran foco turístico, literalmente plagado de gente y de esculturas a cual más llamativa, entre las que destaca la fuente de Neptuno y el David de Miguel Ángel (si bien ahora se expone sólo una réplica y para ver el original debes ir a la Galería de la Academia)
La estatua (réplica) del David de Miguel Ángel en la Piazza della Signoria de Florencia
La Galería Uffizi, muy cerca de la Plaza della Signoria, es un palacio construido por los Médicis donde se mostraban al público sus obras de arte, dando origen así al actual museo que acoge una colección impresionante, con pinturas de Tiziano, Botticelli o Leonardo da Vinci.
La Plaza de Miguel Ángel es tu lugar si quieres conseguir las mejores vistas de Florencia. Está situada en una colina en la orilla sur del río Arno y se puede subir a pie (no es un ascenso duro ni mucho menos). Además de la panorámica, puedes disfrutar de un capuchino o un plato de pasta en los restaurantes y cafeterías que hay en la plaza.
Los helados de Florencia son precedidos por su fama y, como ya sabes si eres lector habitual de este blog, para nosotros probar la gastronomía de los lugares que visitamos es tan importante como ver el mejor monumento, así que no dejes de degustarlos. Hay montones de heladerías por la ciudad, no nos documentamos en absoluto esta vez y simplemente elegimos una al azar (cerca de la catedral). Si quieres ahondar en la gastronomía florentina también puedes unirte a un tour como éste.
Y como siempre que tenemos la suerte de estar en una ciudad tan bella, lo principal es caminarla y admirarla tranquilamente, pues todo el centro histórico de Florencia (delimitado por las murallas) es Patrimonio de la Unesco. Si prefieres además pasear mientras te explican todo lo que ves, puedes contratar esta excursión guiada.
Paseando por las calles del centro histórico de Florencia
Disclaimer: Si notas que algunas de las fotografías de este post no tienen la calidad acostumbrada es porque en esta ocasión, contraviniendo uno de los principios básicos del fotografo viajero, la maravillosa Pentax de Diego se quedó sin batería y no teníamos otra de repuesto, con lo que tuvimos que apañarnos con una pequeña compacta. Sólo por este motivo, habrá que volver a Florencia para tener imágenes como es debido. Cualquier excusa es buena, ¿eh? 😉
3 Comment on “El síndrome de Florencia”