Los hayedos están hechos para el otoño. O eso podría parecer cuando visitas uno en esta estación por la belleza que encuentras. Tanto es así que intentamos conocer todos los que podemos. En nuestra particular colección de hayedos ya contamos con el de Otzarreta en Bizkaia, el de Tejera Negra en Guadalajara y, ahora, éste de la Pedrosa en Segovia. Y ha sido toda una sorpresa. Menos famoso que otros, más recogido, pero realmente bonito y con algunos ejemplares de hayas centenarias y muy llamativas. ¿Vienes a conocerlo con nosotros?
El hayedo de la Pedrosa está en la localidad segoviana de Riofrio de Riaza, muy cerca del más conocido pueblo de Riaza, en la vertiente noroeste de la Sierra de Lobo-Cebollera. Está a una considerable altitud, entre 1.500 y 1.700 metros y tiene “solo” 87 hectáreas; es mucho más pequeño que, por ejemplo, el cercano hayedo de Tejera Negra que cuenta con 400 hectáreas. Como éste, es uno de los hayedos más meridionales que existen. Lo mejor es que puedes ir libremente sin necesidad de reservas, a diferencia de otros más populares.
Observarás que las ramas de muchas hayas en la Pedrosa parten casi directamente desde el suelo, consecuencia de que su madera fue utilizada como materia prima para una fábrica de sillas que estuvo funcionando en Riofrío de Riaza hasta mediados del siglo XX. Una vez cerrada ésta, el hayedo comenzó a regenerarse lentamente y en 1991 el Gobierno de Castilla y León lo nombró oficialmente como espacio natural protegido.
Obviamente el otoño es el mejor momento para visitarlo. Generalmente en la segunda quincena de octubre, primera semana de noviembre. Aunque, como siempre, dependerá de las circunstancias meteorológicas de ese año. Nosotros fuimos un 5 de noviembre y ya muchos árboles estaban pelados. Aunque ver todo el suelo cubierto de hojas marrones caídas y las ramas desnudas retorciéndose también tiene su encanto.
El acceso directo al hayedo está en la carretera SG-112 pero justo ahí apenas hay espacio de aparcamiento para 4 coches. Así que lo mejor es aparcar en Puerto de la Quesera, un kilómetro carretera arriba. El parking aquí tampoco es extensísimo con lo que en temporada alta (fines de semana y festivos de otoño) se llena y conviene llegar temprano (no más tarde de las 10 de la mañana).
Desde el Puerto de la Quesera puedes bajar andando por la propia carretera hasta el acceso al hayedo de la Pedrosa y entrar en él para dar un paseo y observar las hayas más próximas. O bien puedes hacer una ruta circular desde Puerto de la Quesera de unos 6 kilómetros de longitud: aproximadamente 2 horas y media o 3 horas de duración.
Importante: haz primero el tramo bajando por la sierra y deja para el final la vuelta por la carretera hasta Puerto de la Quesera. Esto significa también que verás la parte principal del hayedo ya casi terminando la ruta. Pero es mejor en cuanto a esfuerzo porque el desnivel más grande del track lo haces al inicio y descendiendo.
Para seguir la ruta indicada que hicimos nosotros, debes tomar un sendero estrecho, descendente y bien visible desde el mismo parking del Puerta de la Quesera. Se trata del Camino Viejo de Peñalba. El hayedo queda a la derecha aunque aún no lo ves claramente, hasta llegar a unas grandes piedras que funcionan como mirador a todo el valle.
Dejas éstas a la izquierda y el camino ya se adentra entre árboles. Primero robles, fundamentalmente, hasta llegar un poco más abajo a las primeras y espectaculares hayas, muy fotogénicas, con sus enormes raíces a la vista. Hay señales frecuentes indicando la dirección, no obstante.
Continúas siempre descendiendo, durante largo rato, entre hayas, robles y hojas caídas hasta llegar a un pequeño puente que cruza el río Riaza (riachuelo más bien a esta altura por lo estrecho y poco caudaloso). Cruzas el puente, giras a la derecha y caminas con un ligero ascenso constante siempre en paralelo al río. Llegas a otro puente que debes cruzar, volviendo así a la orilla derecha del Riaza.
Te adentras de lleno en el hayedo mientras sigues subiendo. Cuidado con el camino porque entre las hojas y las lluvias, si las ha habido recientemente, está resbaladizo y apenas se distingue en el suelo. Mejor lleva bastones de montaña. Si vas en fin de semana de otoño, no obstante, hay muchas personas haciendo la misma ruta así que es fácil orientarse siguiendo a unos y otros.
Prosigue el ascenso entre las hayas que crecen en ambas vertientes del río hasta volver a la carretera SG-112, al punto señalizado desde ésta con el acceso directo al hayedo. La parte final del bosque es la que más desnivel presenta pero es asumible; como referencia, yo estaba embarazada de casi 8 meses y pude hacerlo bien a paso lento.
A tener en cuenta que este área del hayedo es la más transitada dada su cercanía a la carretera (mucha gente simplemente recorre ésta). Pero es realmente bonita por la acumulación de hayas y por su disposición junto al río. También es donde encontramos los árboles mayormente sin hojas; en zonas más profundas aún las mantenían.
Nos cruzamos bastante gente haciendo la ruta circular completa en sentido contrario: es decir, primero bajaban desde el Puerto de la Quesera por la carretera hasta el acceso al hayedo y hacían el trayecto completo igual al nuestro a la inversa. No lo recomendamos porque, aunque es cierto que empiezas descendiendo y viendo ya la parte más celebre del hayedo de primeras, terminas con una larga hora de subida hasta el parking por terreno inestable.
Una vez finalizada la visita al hayedo nos acercamos hasta el bonito municipio de Riaza, que no conocíamos, con su célebre Plaza Mayor porticada. Comimos de lujo en el restaurante La Porticada, en la misma Plaza, con terraza y admiten mascotas tanto en ésta como en el interior. Tomamos alcachofas y cordero, delicioso éste, y de postre, tarta árabe de La Porticada (muy recomendable).
Estuve en Segovia hace unos 12 años y es la primera vez que escucho de este bellísimo lugar, gracias por compartir esta bella historia, ahora quiero regresar y visitarlo 🥰🥰🥰.
Muchas gracias por tu comentario. Nos alegramos de habértelo descubierto. Nosotros también supimos de este hayedo hace poco
Muy buena la entrada, fui allí hace unos años y me encantó. Volveré próximamente 😀 Una pregunta, sabéis si hace falta algún tipo de permiso o os suena que en algún momento haya hecho falta? Quizás me estoy confundiendo con el otro hayedo, el de Montejo, pero algo me quiere sonar… Saludos!
Hola Fernando. Gracias por leernos y por tu comentario. No hace falta ningún permiso, es de libre acceso. Al menos hasta el año pasado que fuimos nosotros, jeje. Un saludo!