De unos años a esta parte, la provincia de Ninh Binh en el norte de Vietnam se ha convertido en otra de esas “paradas obligadas” si viajas a este país asiático. Las imágenes de sus montañas de roca caliza entre verdes campos de arroz le han valido el sobrenombre de “la Ha Long terrestre”.
Comparaciones a parte, desde luego creemos que Ninh Binh merece estar en cualquier itinerario vietnamita por motivos propios: sus paisajes son realmente bellos, aún no están tan masificados como la famosa bahía y es más sencillo recorrerlo por tu cuenta. Nuestros 2 días allí se nos hicieron demasiado cortos, así que, si puedes, te aconsejamos extender tu estancia allí algo más.
Muchos viajeros van a Ninh Binh en una excursión de un día desde Hanoi, yendo y volviendo en tren; al fin y al cabo, está a solo 90 kilómetros de la capital vietnamita. Si tu agenda no te permite nada más, desde luego es mejor esto que nada. Pero si dispones de tiempo, es mucho más recomendable dedicarle más jornadas a este destino con sus correspondientes noches. Te aseguramos que los amaneceres y atardeceres allí te lo compensarán de sobra.
Dada la limitación de tiempo de que disponíamos y que tanto la bahía de Ha Long como Ninh Binh eran dos imprescindibles para nosotros, decidimos aunar ambos en un tour de 4 días y 3 noches con la agencia vietnamita Vega Travel. Así pues, tras el inolvidable crucero por Ha Long que te contamos en este post, pusimos rumbo a Ninh Binh en coche privado gestionado por la agencia, con un guía maravilloso que nos hizo el viaje realmente divertido y agradable (¡gracias Calabaza!).
Nuestra estancia en Ninh Binh se centró realmente en Tam Coc: allí nos alojamos y desde allí visitamos los principales puntos de interés de la zona. Es también frecuente quedarse en la capital homónima de la provincia, Ninh Binh: una ciudad más grande y sin grandes atractivos más allá de su situación y servicios.
Como te contamos en nuestra guía de alojamientos en Vietnam, nos hospedamos en Ann Tham Hotel View. Es un hotel familiar, pequeño, sin lujos, pero con unas vistas fabulosas. Está en Tam Coc, al lado de la pagoda Bich Dong (tan cerca que pudimos visitar ésta tras el amanecer y verla completamente solos). Su ubicación nos permitió además recorrer Tam Coc en bicicleta y llegar a todos los lugares pedaleando.
¿Y qué visitamos entonces durante nuestro breve tiempo en Tam Coc? En primer lugar, Bich Dong: un conjunto de tres templos excavados en la montaña, rodeados de frondosa vegetación, de acceso gratuito y en cuyo interior se encuentran numerosas imágenes de Buda labradas en piedra. Su colorida puerta de entrada tras un pequeño puente es probablemente su imagen más reconocible. Está a unos 3 kilómetros por carretera del propio pueblo de Tam Coc (pero a escasos pasos de nuestro hotel).
En pocos minutos en bici llegamos al lugar de Tam Coc desde donde salen las barcas tradicionales, sampan, para hacer el recorrido por el río Ngo Dong. Tam Coc significa “3 cuevas” y efectivamente pasas por ellas, pero personalmente nos pareció mucho más espectacular la vista de las montañas, los campos de arroz y los verdes paisajes. En ese momento entiendes el por qué del sobrenombre de “la Ha Long terrestre”.
El paseo dura unas 2 horas, ida y vuelta; el precio es de 150.000 VND (unos 6 €) por la barca más 120.000 VND (casi 5 €) por adulto en ella. Hay muchísimas barcas aguardando para recoger turistas así que no tendrás problema. Como llegamos a primera hora de la mañana, el primer trayecto lo hicimos prácticamente solos (a la vuelta ya encontramos muchas más barcas en sentido contrario). Sorprende que la mayoría de los barqueros son mujeres y la destreza con que reman haciendo uso de los pies, lo que les permite tener las manos libres y cansarse mucho menos.
De nuevo pedaleando llegamos Mua Cave, literalmente “Cueva de la Danza”, que, pese a su nombre, es célebre sobre todo por el mirador escoltado por la estatua de un dragón y situado en lo alto de la montaña donde se encuentra la cueva a que se refiere. Supuestamente hay unos 500 escalones para llegar hasta él: no los contamos, pero la pendiente es pronunciada y la subida requiere cierto esfuerzo. Las vistas de Tam Coc a un lado y la ciudad de Ninh Binh al otro compensan el esfuerzo de sobra.
El recinto de Mua Cave, al que accedes por 100.000 VND (no llega a 4 euros), es bastante amplio. Además de los mencionados cueva y mirador, cuenta con varias áreas de descanso, algunos bares y alojamientos y un romántico lago de nenúfares en forma de corazón.
El punto más alejado de nuestro itinerario y al que llegamos tras un recorrido en bici tan lleno de baches como repleto de paisajes bellísimos, fue Hoa Lu. La antigua capital vietnamita entre 968 y 1010, conserva dos importantes templos: el dedicado a la dinastía Dinh y el que homenajea al rey Le Dai Hanh. La entrada al recinto cuesta 15.000 VND, apenas 60 céntimos. Más que las edificaciones en sí nos gustó su ubicación y las vistas de sus alrededores.
Cerca de Hoa Lu se encuentra Trang An, que viene a ser una versión menos turística de Tam Coc. El paisaje es muy similar, el río en este caso es el Sao Khe y se recorre también en barca atravesando cuevas y a la sombra de los farallones de roca que pueblan todo Ninh Binh. No pudimos conocerlo así que no sabemos decir si es mejor uno u otro. Si hubiésemos tenido el tiempo, habríamos ido a ambos (¿por qué elegir?).
Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0
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