¡Por fin! ¡Ya era hora! Parece mentira que a estas alturas de la vida aún no hubiésemos pisado la ciudad de Girona. Pero así es. Tuvimos que irnos de road trip hasta los Balcanes con perro y con bebé para visitar la capital catalana. ¡Y lo que nos gustó! Pasa directamente a nuestra lista de ciudades favoritas de España.

Se encuentra situada estratégicamente en la confluencia de cuatro ríos: el Ter, el Onyar, el Güell y el Galligants. Precisamente el río Onyar separa el casco histórico de la ciudad moderna. Un casco histórico dominado por construcciones medievales principalmente pero también con reminiscencias romanas, árabes y hebreas. En el recinto amurallado de la Força Vella se encuentran las construcciones imprescindibles a conocer de Girona.

Casas del río Onyar y su reflejo, en Girona
Casas del río Onyar y su reflejo

Mención especial merece también el hecho de que Girona sirviese para múltiples localizaciones de la archiconocida serie Juego de Tronos. Hay de hecho tours guiados para recorrer estos puntos de la ciudad, si bien muchos son fácilmente visibles y reconocibles por lo turísticos que son ya de por sí, como las escaleras frente a la Catedral o los Baños Árabes. Si eres fan de la serie, tienes desde luego un aliciente extra para visitar Girona.

Tal y como te contamos en la guía de alojamientos de nuestro viaje completo desde España a los Balcanes, en Girona nos quedamos en el Hotel Gran Ultonia, que es pet friendly. En días entre semana en junio pagamos 242 euros por dos noches en una habitación doble. El parking era a parte, 19 euros por día, y también cobraban un suplemento por la mascota de 10 euros por noche. La cuna para niños de hasta 2 años era gratis. Está bastante céntrico, fuera del casco histórico, al otro lado del río Onyar, pero muy cerca de éste. Cuenta con habitaciones modernas y espaciosas y con una terraza en la azotea con vistazas de la ciudad. No fue barato pero al final nos compensó.

Hotel Gran Ultonia en Girona
Hotel Gran Ultonia en Girona

Teniendo en cuenta que solo dispusimos de un día para recorrer Girona, tuvimos que centrar el tiro muy mucho. Nos enfocamos sobre todo en el casco histórico y en el río Onyar con sus icónicas casas y puentes. Si quieres replicar nuestra ruta por libre, aquí está. Y si prefieres conocer Girona con guía, no te pierdas este tour con entradas incluidas.

Si como nosotros viajas con bebé has de tener en cuenta que el centro histórico de Girona no es apto para rodar con su carrito o sillita: si te es posible, mejor portea. Si vas con mascota, éstas no son admitidas en el interior de ningún templo ni monumento; sí pueden recorrer la muralla, por el contrario.

La Basílica de Sant Feliu está nada más cruzar el río Onyar y, en nuestro caso, nos quedaba cerquita del hotel, por lo que fue nuestra primera parada. Fue la primera catedral de la ciudad hasta el siglo X. Tiene más aspecto de fortaleza que de templo religioso. A nivel arquitectónico es una mezcla de estilos románico, gótico y barroco porque su construcción se alargó desde el siglo XII hasta el XVII, aunque predomina el gótico. Se puede visitar en entrada conjunta con la Catedral por 7 euros, audioguía incluida en ambas (y muy útil). En su interior destacan unos sarcófagos de los siglos III y IV. En la plaza de Sant Feliu, junto al río, hay una escultura de una leona, del siglo XII: solía ser tradición besarle el culo para volver a Girona, pero actualmente hay carteles prohibiendo hacerlo, así que confórmate con hacerle la foto.

Basílica de Sant Feliu, Girona
Basílica de Sant Feliu

Los Baños Árabes son una visita muy corta pero muy recomendable, además de que están a medio camino entre Sant Feliu y la Catedral y la entrada son solo 3 euros. Se trata de los baños románicos mejor conservados que se conocen, se calcula que son del siglo XII. Desde fuera no te dirán nada pero la gracia está en ver las salas de baños, sobre todo la primera que aparecía en Juego de Tronos como una de las localizaciones de Braavos, y en aprender con los audiovisuales cómo funcionaban originalmente.

Baños Árabes en Girona y localización de la serie Juego de Tronos además
Baños Árabes en Girona y localización de la serie Juego de Tronos además

Si asciendes por las escaleras frente a los Baños Árabes llegas a otro lugar de rodaje de Juego de Tronos: la Plaza Dels Jurats, un bonito espacio público que en la serie fue el sitio en Braavos donde Arya veía una obra de títeres.

Saliendo de los Baños Árabes, giras a la derecha y atraviesas el Portal de Sobreportes, originalmente una puerta de la muralla romana gerundense de la que hablaremos más adelante, para llegar al recinto de la Catedral. Subir las escaleras hasta lo alto de la Catedral de Sata María de Girona, el punto más alto de la ciudad, es casi un ritual para los fans de Juego de Tronos. Pero no te quedes solo con eso y entra a descubrir la nave gótica más ancha del mundo, con sus casi 23 metros. Una rareza para quienes estamos acostumbrados a la típica planta de cruz en las iglesias. Su claustro merece mucho la pena y del Museo destaca el Tapiz de la Creación. Y es que la edificación de esta Catedral se demoró mucho, desde el siglo XI hasta el XVIII: la torre y el claustro son de estilo románico del siglo XII, pero el resto de la construcción en su conjunto es eminentemente gótica. Como mencionábamos más arriba, tienes entrada conjunta a Catedral y Sant Feliu por 7 euros con audioguía.

Catedral de Santa María de Girona
Catedral de Santa María de Girona

Desde la Catedral parten las calles con las que te adentras en el call o barrio judío; en nuestra opinión, la verdadera joya de Girona (lástima que no tuviésemos tiempo para recorrerlo a fondo en un tour guiado como éste). Simplemente pasear por él, admirando sus casas, plazas y patios es una gozada. Eso sí, prepárate para las cuestas. Es uno de los barrios judíos mejor conservados de Europa. Merecen una parada el Museo de Historia de los Judíos, en el lugar de una antigua Sinagoga, y la Pujada de Sant Domènec, una bonita calle escalonada rodeada de palacios con la iglesia de Sant Martí Sacosta de fondo que popularizó Juego de Tronos (las terrazas de un par de bares le restan un poco de encanto, todo sea dicho).

Pujada Sant Domenech en el barrio judío de Girona
Pujada Sant Domenech en el barrio judío de Girona

Volviendo a los ya mencionados Baños Árabes y Plaza Dels Jurats, en dirección contraria a la Catedral, llegas a otro monumento destacado gerundense. Nos quedamos con ganas de conocer por dentro el Monasterio de Sant Pere de Galigans del siglo XII, hoy sede del Museo de Arqueología de Cataluña. Según dicen, su claustro románico del siglo X es una belleza. Al menos desde el exterior sí puedes apreciar su cabecera asimétrica formada por varios absides y su curiosa torre campanario octogonal.

Torre campanario del Monasterio de Sant Pere de Galigans, Girona
Torre campanario del Monasterio de Sant Pere de Galigans

Justo detrás de este Monasterio está uno de los 4 accesos a la Muralla de Girona. La original romana del siglo I A.C. fue posteriormente ampliada en la Edad Media hasta convertirse en una de las más extensas de Europa. No en vano Girona ocupaba una posición fronteriza, cruce de ejércitos de distinto signo. Se mantiene una gran parte de su trazado, así como varios torreones, y puedes caminar gratis sobre ella disfrutando de las vistas sobre la ciudad. No obstante hay tramos en los que la muralla se interrumpe y es un poco lioso localizar los accesos, procura seguir los carteles que indican “Passeig Arguelógic”.

Recorrido por la muralla de Girona, porteando
Recorrido por la muralla de Girona, porteando

En este sentido, pese a lo alejado y aislado del mismo, no te pierdas el trozo de muralla que está justo detrás del Monasterio de Sant Pere, el tramo norte, con el mirador de Santa Lucía, porque tiene la mejor panorámica. El recorrido completo sobre la muralla lleva alrededor de una hora, los perros pueden hacerlo, si vas con bebe, portea, y mejor evita las horas centrales de sol en días de calor. Si puedes, la luz del atardecer sería la mejor compañera para el paseo.

Vistas desde el tramo norte de la muralla de Girona
Vistas desde el tramo norte de la muralla de Girona

Callejeando más allá del barrio judío te encuentras con la Plaza del Vi donde está el Ayuntamiento y la Rambla de la Llibertat, una calle semipeatonal paralela al río con bonitas fachadas y muchos bares.

Abandonando el centro histórico, aunque pegado al mismo, es imprescindible que pasees por ambas orillas del río Onyar y cruces por sus puentes, todos diferentes entre sí. Allí obtienes una de las vistas más icónicas de Girona, la de las casas colgadas o casas del Onyar: construcciones recientes, ya del siglo XX, bajas, de 2 o 3 pisos, de distintos colores, con balcones y ventanas llamativas, pero arquitectónicamente muy distintas entre sí. Sin embargo el conjunto resulta muy bonito, especialmente las de la orilla del centro histórico con la Catedral y Sant Feliu de fondo.

Casas del río Onyar con la Basílica de Sant Feliu y la Catedral de fondo, en Girona
Casas del río Onyar con la Basílica de Sant Feliu y la Catedral de fondo

De entre todas las casas llama la atención la única de color blanco, la Casa Masó, vivienda natal del arquitecto Rafael Masó i Valentí y sede de su Fundación. De los puentes destaca sobre todo el de las Peixateries Velles, metálico, de color rojo y obra de Eiffel (recuerda inevitablemente a la mítica torre de París). Si bien la mejor vista la obtienes desde el Puente de Piedra.

Puente metálico de las Peixateries Velles en el río Onyar, Girona
Puente metálico de las Peixateries Velles en el río Onyar

El Puente de San Agustí, en el lado de la Girona moderna respecto al Onyar, conduce a la Plaza de la Independencia. Es muy amplia y animada, con terrazas y restaurantes en todo su perímetro, y en el centro se encuentra la escultura Girona, 1809, en homenaje a los defensores de la ciudad durante la Guerra de la Independencia.

Nuestra última parada en Girona, obligada con perro, fue el Parque de la Devesa, al que llegas en cuatro pasos desde el Puente de Sant Feliu sobre el Onyar, frente a la ya mencionada Basílica del mismo nombre. Es una zona verde enorme con jardines, postas deportivas, cafés y altísimos árboles.

Parque de la Devesa en Girona
Bérgamo en el Parque de la Devesa

Como no podía ser de otra manera, la cuna de los hermanos Roca es también un gran destino gastronómico en el que puedes incluso participar de tours gastronómicos como éste. Aquí de hecho se encuentran varios de los restaurantes de los Roca, empezando por el local familiar donde empezó todo, Can Roca, y siguiendo por el famosísimo que acapara Estrellas Michelín entre otros muchos galardones, Celler Can Roca. Por desgracia no pudimos comer en ninguno de los dos y únicamente probamos la heladería Rocambolesc, también de los Roca. Eso sí, comimos muy muy bien en Brots de Vi: en el centro histórico, sin Estrella Michelín pero recomendable y con una terracita agradable (no te pierdas sus patatas bravas).

Os dejamos un mapa con las ubicaciones de todos los lugares mencionados: ¿ya te hemos animado a descubrir Girona?

Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

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