Bardenas. Con acento en la e. Así se pronuncia. Cuidado que a los navarros no les gusta oír Bárdenas, con acento en la a – y como siempre lo había pronunciado yo antes de llegar allí, shame on me.
Llevábamos mucho tiempo queriendo visitar sus parajes desérticos. Los habíamos visto en mil fotos. ¡Incluso en una de nuestras series favoritas! Los dothraki cabalgaban sus caballos y acampaban aquí en la temporada 6 de Juego de Tronos.
Así que aprovechando una escapada a Navarra, durante la cual también nos acercamos a la selva de Irati y al palacio de Olite, decidimos sacarnos la espinita. Fuimos en primavera, principios de mayo, y ¡oh sorpresa!, ¿de verdad las Bardenas son un desierto?
En nuestra primera visita llovía a cántaros, no paro de diluviar en horas y pudimos ver grandes extensiones verdes, con vegetación e incluso cultivos. No, esto no encajaba para nada en nuestra concepción de un desierto, sobre todo después de haber visitado otros como el Sahara o Atacama en Chile. ¡En estos no se veía lluvia ni por casualidad!
Parece que la pronunciación de su nombre no era lo único que teníamos equivocado sobre las Bardenas… ¡Es lo bueno de viajar! Tiremos abajo nuestras ideas preconcebidas sobre este lugar y aprendamos de lo que podemos ver con nuestros ojos. Y de lo que nos contaron en el Centro de Información Turística de las Bardenas.
Es un parque natural de 42.000 hectáreas de extensión (traducción simultánea: ¡es muy grande!) y paisaje semidesértico (ese semi que nos olvidamos). Se sitúa en la depresión del Ebro, lo que hace que su clima sea continental y seco con pocas lluvias, aunque haberlas, haylas, y se dan sobre todo en primavera y otoño. Las temperaturas van de las muy cálidas en verano, por encima de 30 grados, a las bajo cero en invierno.
Una de sus principales características es el viento del cierzo: frío, seco y con fuerza. Y este viento junto con otros agentes erosivos, actuando sobre sus terrenos arcillosos y areniscos durante miles de años, han dado lugar a las formaciones tan fotogénicas de las Bardenas: mesetas, cerros, barrancos… ¡Éstas sí son las imágenes que acostumbramos a ver!
Junto a estas formas desérticas, están también las extensiones de vegetación en sus grandes llanuras. Son producto del hombre, porque la flora autóctona del parque es en realidad esteparia (pastos y matorrales bajos). Pero la construcción de un embalse en sus inmediaciones ha favorecido los cultivos de cereales fundamentalmente.
¿Y qué animales podemos encontrar aquí? Aves rapaces, aves esteparias, reptiles, algunos peces y anfibios en zonas donde se concentra el agua de manera permanente, y sobre todo vimos ¡caracoles! También puedes encontrarte ovejas puesto que es zona histórica de trashumancia de ganado.
Si la geografía de las Bardenas es curiosa, más aún lo es su historia. Se han encontrado restos arqueológicos que prueban la existencia de asentamientos humanos en la zona ya desde la Edad de Bronce y Hierro. Perteneció al Imperio Romano, fue invadido por los bárbaros y sirvió de barrera natural para el avance de los árabes. De hecho, fue la Reconquista en los siglos IX y X la que marcó más su configuración político administrativa.
El Reino de Navarra por entonces ya tenía claramente delimitado el territorio de las Bardenas y constaban como propiedad de la corona; de ahí su denominación de “reales”. Las usaron como recompensa concediendo derechos de uso sobre ellas a los pueblos que les ayudaron a luchar contra los árabes. Los adjudicatarios eran entes muy variados: un monasterio, varios valles pirenaicos, muchos municipios… Y sus derechos aumentaron incluso con la Guerra de Sucesión del siglo XVIII. A cambio de 12.000 reales el rey Felipe V les convirtió en los usufructuarios de por vida de las Bardenas: pagan un canon pero tienen el uso exclusivo y perpetuo del territorio.
La Comunidad de las Bardenas ha llegado así hasta nuestros días y está formada por 22 “congozantes”: 19 pueblos de la Ribera, los valles de Roncal y Salazar y el Monasterio de la Oliva. Estos se reparten todos los beneficios generados por el parque.
Especialmente polémico en este sentido es que desde hace 66 años exista un Polígono de Tiro militar aquí, a cambio, eso sí, de una elevada renta anual. Es el único campo de tiro del Ejército de Aire que queda en la actualidad, se realizan ejercicios de bombardeo y genera muchas quejas, dado el carácter de Parque Natural y Reserva de la Biosfera de las Bardenas. Es chocante, cuanto menos, observar a las rapaces sobrevolar los campos de tiro con restos de tanques, por ejemplo. O recorrer las rutas dentro del parque, pasando por delante de vallas y edificios militares.
Puedes conocer las Bardenas por tu cuenta en coche, aunque también hay senderos señalizados para caminar o ir en bicicleta en algunas zonas. El acceso es libre todos los días desde las 9 de la mañana hasta 1 hora antes de que anochezca. Debes consultar las vías por las que puedes transitar y hacer caso de las recomendaciones: no conducir a más de 40 km/h, no parar fuera de las zonas habilitadas para ello, no salir de los caminos establecidos…
Mapa con las vías de circulación dentro de las Bardenas Reales. Fuente: https://www.bardenasreales.es
Dada su extensión, no suelen recorrerse al completo. Las Bardenas se dividen en 3 zonas: el Plano, la Blanca y la Negra. La más visitada es la Blanca, a la que se accede desde la carretera N-134 que une Tudela y Águedas (está señalizado el desvío perfectamente), y donde pueden verse las formaciones más icónicas del parque, sobre todo el cabezo de Castildetierra.
También puedes contratar alguna de las múltiples actividades y tours que diferentes empresas privadas realizan en el parque: recorridos en 4×4, en segway, en quad, observación de aves, senderismo guiado en grupo… ¡Hay muchas alternativas!
Probamos ambos tipos de visita. El primer día fuimos en un 4×4 al atardecer un grupo de 5 amigos. El conductor y guía nos recogió en el hotel de Tudela donde nos alojábamos a las 17 horas y nos llevó de vuelta sobre las 9. Hizo un gran esfuerzo para que la actividad fuese didáctica y entretenida pese a lo incómodo de la lluvia. Dadas las circunstancias, no pudimos hacer muchas paradas, pero nos gustaron sus explicaciones (conocía la zona al dedillo) y estuvimos observando con telescopios a las aves rapaces en sus nidos, guarecidas del temporal. Todo por 40 euros por persona. El segundo día, con tiempazo y sol, fuimos por nuestra cuenta en coche, ya un poco más conocedores del terreno tras la primera jornada. y disfrutamos de la estampa más típica del desierto.
Por último, las Bardenas merecen una visita para los cinéfilos. El equipo de Juego de Tronos no fue el primero (ni de lejos) en rodar aquí y sus formaciones desérticas han servido de localización para anuncios publicitarios y películas como Airbag, El mundo nunca es suficiente, El consejero, El Monje… Y parece que más equipos de filmación les seguirán.
Gran post! Tenemos muchas de ganas de ir a visitarlo, y más ahora después de ver vuestras fotazas!
Gracias chicos!!!! 😍
Guau… qué fotazas! Estuve hace unas semanas y he publicado un post sobre el lugar, pero mis fotos no llegan a la suela de los zapatos de las vuestras jejeje
Yo tengo entendido que están aceptadas ambas acepciones (Bardenas y Bárdenas), así que no tengáis miedo a decirlo como os dé la gana 😉
Un saludo y felicidades por el blog, chicos 😀
Muchas gracias!!! Pues nuestros amigos navarros nos corrigieron rápido en cuanto nos oyeron llamarlas Bárdenas jajajaja
Interesante artículo, y didáctico. Ya publicarás o pondrás por favor (si te acuerdas claro…) qué empresa de Guías os llevó. Gracias
Muchas gracias por tu comentario! La empresa está enlazada en el post, en el texto “El primer día fuimos en un 4×4 al atardecer un grupo de 5 amigos”. Es http://turismobardenas.com/actividades/bardena-crepuscular/ Un saludo!
Fascinante. Otro lugar más que tengo pendiente de visita
Afortunadamente hay muchos lugares fascinantes que ver 😉 Esperamos que puedas conocerlo pronto!