¡Las ganas que teníamos de conocer este paraje natural! Se nos quedó pendiente en el viaje que hicimos por Navarra hace unos años cuando visitamos Olite, Irati y las Bardenas Reales. Así que aprovechando nuestra reciente ruta veraniega por Euskadi y País Vasco Francés, decidimos saldar esa cuenta pendiente. Su fama de belleza le precede. Y es que hasta su propio nombre lo dice: literalmente significa “agua hermosa” en euskera (de ur = agua y eder = hermosa).
La Reserva Natural del Nacedero del Urederra tiene una extensión de 119 hectáreas y forma parte del Parque Natural de Urbasa y Andia, en la zona occidental de la Comunidad de Navarra. Consiste en una sucesión de pozas de un agua turquesa cristalina casi irreal rodeadas de bosque que puedes recorrer cómodamente mediante un sendero señalizado muy asequible.
Este área natural se ha formado a raíz de la evacuación del acuífero de Urbasa. La salida de este agua durante millones de años ha modelado una muesca en el macizo rocoso de Urbasa con una serie de cascadas y pozas que caen durante más de 100 metros hasta formar el nacimiento del río .
En torno a este conjunto de cascadas y pozas se ha desarrollado además una frondosa vegetación: predominan las hayas si bien están acompañadas por tilos, robles, olmos, sauces… Sus habitantes mayoritarios son aves: buitres, alimoches, halcones, mirlos… Aunque también se pueden encontrar jabalíes, gatos monteses o tejones. No tuvimos la suerte de ver a ninguno de ellos.
Si ya te hemos convencido para ir, ahora debes saber cómo hacerlo. Al tratarse de un ecosistema frágil existe una limitación de aforo: 500 personas al día (200 personas antes de las 11h, 100 personas entre las 11 y las 14h y 200 personas después de las 14h). El acceso es totalmente gratuito pero debes reservar online el permiso previamente a la visita.
El sistema incluye así mismo la reserva de una plaza de aparcamiento en el Área de acogida, situada a la entrada del municipio navarro de Baquedano. Por ello debes abonar en el momento de la reserva online una tasa de 5 euros por automóvil. Estas medidas se han implementado porque cada año acuden a la Reserva Natural unas 110.000 personas, lo que supone más de 27.000 vehículos: una auténtica barbaridad teniendo en cuenta que Baquedano es un pueblo de tan solo 153 habitantes.
El sistema de reserva online solo funciona con la reserva asociada de plaza de aparcamiento. Si no necesitas ésta y solo quieres acceder a pie, debes tramitar el permiso de acceso igualmente, pero a través del correo electrónico nacederodelurederra@gmail.com o el teléfono 948 53 94 26 (sin coste en este caso).
Para acceder fácil y rápidamente al Nacedero del Urederra nos alojamos en el Hotel Restaurante Ibaisek, en el municipio de Zudaire, a tan solo 5 minutos en coche de Baquedano. Incluso podríamos haber llegado andando en media hora. Las instalaciones son modernas, recién reformadas, literalmente a estrenar. Dormimos en una habitación doble por 70 euros la noche con parking gratuito. Admiten mascotas gratis. Al contar también con restaurante disponen de todos los servicios de comidas: destacamos la cena, comimos de fábula a muy buen precio.
Empiezas y terminas de caminar en el Área de acogida en Baquedano, equipada con parking, zona de picnic y aseos. En total desde este punto son unos 6 kilometros que tardarás unas 2 horas y media en recorrer, contando con numerosas paradas para fotos (que las harás). Pero el recorrido en sí del nacimiento del río es mucho más corto.
Sales del área de información y atraviesas el pueblo de Baquedano siguiendo los carteles, no hay pérdida. De ahí pasas a una pista forestal en pendiente (primero desciendes, a la vuelta tendrás que subirla) que conduce al inicio de la reserva natural de Urederra donde hay una puerta y un panel informativo.
Siempre con buena señalización, atraviesas un frondoso bosque mientras escuchas los primeros sonidos del agua cayendo. Al llegar al río, el camino se bifurca: debes tomar en primer lugar la senda de la izquierda, que transcurre más próxima a Urederra, y luego la vuelta la harás por la de la derecha.
Comienza aquí el espectáculo de pozas y cascadas, más grandes y más pequeñas, que el río ha formado al abrirse paso entre la roca caliza de la sierra de Urbasa. Constantemente rodeado de profusa vegetación (hay pocos claros en que veas abiertamente el cielo) y con el constante rumor del agua cayendo.
El recorrido está perfectamente indicado, frecuentemente sobre pasarelas de madera y en muchísimos puntos hay miradores o accesos más directos para observar de cerca y con tranquilidad el río. Aprovéchalos para tomar fotos, descansar o simplemente recrear la vista.
No está permitido el baño en ningún punto. Se admiten mascotas, pero siempre con correa. Pese a su facilidad, el camino no es apto para personas con movilidad reducida ni para sillas de bebé porque hay tramos directamente sobre la tierra y la piedra.
El tramo final del sendero que llevaría al nacimiento del río en sí está cerrado desde hace unos años por motivos de impacto ambiental y seguridad. Aunque puede sonar decepcionante, te aseguramos que después de haber visto todo lo demás hasta este punto, tampoco te llevas gran disgusto de no poder acceder.
El camino de vuelta lo realizas por un robledal, a la sombra, hasta llegar a la misma puerta por la que entraste a la reserva y enganchar de nuevo la pista hacia Baquedano.
Dado que toda la ruta transcurre entre árboles, incluso en un día caluroso como nos tocó a nosotros, la temperatura es muy agradable. Huelga decir que cuanto más temprano llegues, menos gente encontrarás. Nosotros empezamos a caminar un domingo a las 10 de la mañana y apenas había nadie. Al regresar sobre las 12 ya encontramos más visitantes.
Sea como sea, conocer el Nacedero del Urederra es cien por cien recomendable. Creénos que las fotos no le hacen justicia. Has de ir a verlo en persona.
Si te quedas con ganas de más tras la visita, a tan solo 11 kilómetros del Nacedero del Urederra se encuentra el mirador de Ubaba o Balcón de Pilatos: más de 200 metros de caída con vistas a la cara sur de la Sierra de Urbasa. Un buen lugar para avistar buitres, milanos y hasta algún quebrantahuesos. También es punto de partida de varios trekkings por la zona.
Pues de verdad que los ancestros le han bautizado con el nombre prefecto al lugar, una auténtica maravilla, ¿saben? Me gusta eso de “pet-friendly”, los aplaudo 👏🏽👏🏽👏🏽. Gracias por compartirnos esta valiosa información.
Muchas gracias a ti por leernos y por tu comentario 🙂 Y sí, poder ir con nuestro perrito fue estupendo (aunque constantemente quería bañarse y eso no está permitido). Un saludo!
Bravo.
Con ganas de verlo este finde ya toca
Que bien! Según hemos leído en otoño está espectacular encima