La única Reserva de la Biosfera de Euskadi es un espacio natural de gran belleza. Nos atreveríamos a decir también que es una gran desconocida fuera del territorio vasco, teniendo en cuenta el maravilloso entorno que supone. Un espectáculo de marismas, playas, bosques, fundamentalmente encinares, e incluso islas, creado en torno a la desembocadura del río Oka cuando se une al mar Cantábrico en el municipio bizkaino de Mundaka.
Un sitio atractivo no solo para nosotros sino para muchísimas especies de aves que puedes avistar fácilmente aquí, como el águila pescadora o el avetoro. Con 600 hectáreas de marismas no es de extrañar que las mareas jueguen un papel fundamental, cambiando el paisaje considerablemente. Por ello merece la pena visitar los mismos lugares tanto en pleamar como en bajamar para descubrir el contraste. Te aseguramos que te sorprenderá.
A la riqueza natural de Urdaibai hay que sumar además la riqueza patrimonial y cultural: los municipios marineros de Bermeo, Mundaka y Elantxobe; la histórica Gernika; las cuevas de Santimamiñe con pinturas rupestres; los caseríos y ermitas saplicando el paisaje; el bosque animado de Oma; el famoso enclave de San Juan de Gaztelugatxe … son visitas a realizar estando en la zona.
Urdaibai está muy bien comunicada por carretera, tren, barco y autobus. De hecho desde Turismo Euskadi se está fomentando el uso del transporte público para llegar y moverse por Urdaibai. Hay varias opciones de buses que la unen a Bilbao y paradas en todos los puntos de interés. La línea de tren “E4: Matiko-Bilbao > Bermeo” recorre la margen izquierda de la reserva permitiendo disfrutar de unas grandes vistas desde sus vagones. Y los puertos de Bermeo, Mundaka y Elantxobe cuentan con barcos, turísticos y no, que los conectan entre sí. De hecho, después de ir en pleno verano y encontranos con muchísimos problemas para aparcar nuestro coche, suscribimos la recomendación. Hay muy pocos parkings y en temporada alta cuesta un triunfo encontrar plaza.
Pasamos dos días en Urdaibai y nos alojamos sendas noches en el Hotel Ibaigune. Con la arquitectura típica de caserío vasco y unas 20 habitaciones, se encuentra en el municipio de Murueta, a solo 4 kilómetros de Mundaka y en plena reserva. Pagamos 160 euros por una habitación doble, con suplemento de 5 euros por mascota y parking gratis.
¿Y qué hacer en Urdaibai? Hay muchísimas opciones: de senderismo, de excursiones en barco, de visitas culturales e incluso de rutas gastronómicas. No pudimos hacerlas todas, sobre todo por viajar con perro, pero te contamos las que vivimos en primera persona o las que nos parecieron más interesantes.
Es una de las más habituales de Urdaibai por sencillez y por las vistas de las que permite disfrutar. El monte Atxarre no es muy alto, solo 312 metros, pero ofrece una panorámica única sobre Urdaibai: desde las marismas hasta varias playas y municipios como Mundaka.
El trayecto es circular desde la playa de Laida. En total son unos 9 kilómetros que puedes recorrer en unas 3 horas. El punto culminante de la ruta es el mirador en la ermita de San Pedro Atxarre y te aseguramos que la panorámica no defrauda.
Las de Laida y Laga, en plena reserva, son las más famosas e incluso suelen estar en los típicos rankings de playas más bonitas de España. La playa de Laida es un arenal de un kilómetro de extensión con vistas a la isla de Izaro, de aguas pocos profundas, ideales para el baño infantil.
La playa dunar de Laga se encuentra a la vera del Cabo Ogoño: es más pequeña, de unos 500 metros, pero mucho más bonita, no en vano supone una de las postales más típicas de Urdaibai, y también foco de practicantes de surf, windsurf y parapente. Otras playas populares son San Antonio, Kanala, Antzoras, Aritza, Lapatza en el municipio de Ea…
Por desgracia, en ninguna admiten mascotas en temporada alta. En algunas puedes ir con tu perro fuera del horario oficial de baño. Por ejemplo, a la playa de Aritzatxu, en Bermeo, desde las 8 de la tarde a las 11 de la mañana, y a las de Laidatxu y Hondartzape, en Mundaka, desde las 9 de la tarde a las 6 de la mañana.
Las islas de Urdaibai se separaron del continente hace años y desde entonces han estado rodeadas de misterios y leyendas. Son concretamente 4 islotes: Txatxarramendi, a la que puedes llegar a pie con marea baja desde la playa de San Antonio o bien mediante un puente desde Sukarrieta; Izaro, el más icónico, situado entre Bermeo y Mundaka; Akatz, entre el cabo Matxitxako y San Juan de Gaztelugatxe; y Sandindere, también accesible a pie durante la bajamar desde la playa de San Antonio.
Los pescadores solían servirse del Cabo Ogoño como atalaya desde la que divisar ballenas. Esto hace una idea de las fantásticas vistas de este enclave. Hoy en día la panorámica que ofrece de la playa de Laga es más popular. Por desgracia, no pudimos comprobarlo en persona porque la única manera de llegar es a pie y no nos sentimos con ánimo para un segundo trekking en el mismo día tras el de Atxarre. Existe una ruta para alncazar su cima bien partiendo del barrio de Ibinaga, en Ibarrangelu, o bien desde Elantxobe (del que hablaremos más adelante). Tendremos que volver para sacarnos la espinita.
Otro mirador natural y otro lugar que los arrantzales solían emplear para avistar cetáceos. Hoy en día probablemente sean más famosas las vistas sobre San Juan de Gaztelugatxe. Por algo es el punto más saliente de la costa cantábrica. Cuenta con dos faros: el viejo, en desuso, y a pocos metros, el nuevo, aún en funcionamiento. Puedes alcanzarlo cómodamente en coche y, si te apetece caminar, puedes llegar hasta Gaztelugatxe a través de un sendero señalizado por la costa de unos 4 kilómetros.
El pueblo pesquero de Elantxobe presume de ser uno de los más bonitos de la costa vasca y realmente impresiona ver cómo las calles y casas están construidas en pendiente, en el acantilado que se cierne sobre el puerto. Tendrás que dejar el coche arriba del todo, fuera del municipio en sí, y acceder a pie. Bajar hasta el puerto, reconvertido en playa / piscina en verano, es fácil; regresar cuesta arriba, no tanto.
Meca surfista gracias a su famosa ola izquierda, Mundaka es un popular destino turístico. El puerto es el epicentro del municipio, que es además muy bonito, y en torno a él se pueden visitar también la biblioteca municipal (antiguo hospital del Camino de Santiago), la Casa Consistorial, la renacentista parroquia de Santa María o el palacio Larrinaga. No te pierdas las vistas desde la “atalaya” ni el paseo en torno al puerto.
Es uno de los principales puertos pesqueros históricos de la costa vasca: de hecho su escudo muestra un barco pescando una ballena. La estampa más típica es la de su puerto viejo, rodeado de casas de colores con múltiples bares y terrazas. En su término municipal se encuentran además sitios tan destacados como San Juan de Gaztelugatxe, la isla de Izaro o el Cabo de Matxitxako.
Ir en agosto a Urdaibai no sale gratis: mucha gente, problemas para aparcar, restaurantes llenos… Nos tocó improvisar por ello en más de una ocasión a la hora de comer y aventurarnos en bares y chiringuitos sin referencias. Pese a ello, sí hay dos locales que nos recomendaron y suscribimos ahora la recomendación. La taberna Atxarre en la playa de Laida ofrece pinchos y bocadillos fundamentalmente, imperdibles las rabas, no se puede reservar y cuentan con dos terrazas: una superior y otra junto a la entrada a pie de playa (solo permite mascotas en ésta segunda). Portuondo es un restaurante de prestigio, con carta de pescados y mariscos de precio alto y una terraza con auténticas vistazas a Urdaibai. La buena noticia es que justo junto al restaurante cuentan con una cervecería con menú más informal y precios más asequibles, pero las mismas vistas.
No lo visitamos esta vez porque ya habíamos estado con anterioridad, cuando aún no había aparecido en Juego de Tronos y era un enclave tranquilo que podías visitar sin reservas y casi en soledad. Su belleza es indiscutible y, antes que la serie de HBO, por su iconica ermita pasaron piratas, akelarres y el mismísimo San Juan Bautista. Aunque no forma parte estrictamente hablando de la Reserva de Urdaibai, está literalmente a 4 pasos y cualquier excusa es buena para conocerlo.
Fue creado en los años 80 por el artista Agustín Ibarrola, que pintó un amplio conjunto de troncos creando un juego óptico por el que, mirando desde determinadas posiciones, se pueden observar diferentes figuras geométricas, humanas y animales. Desafortunadamente fue cerrado en el verano de 2019 por una enfermedad que afecta a los árboles y no se ha podido reabrir.
Desde junio de 2022, no obstante, se ha trasladado la misma idea a otro bosque cercano que cuenta con 700 árboles y donde aún se están llevando a cabo las labores de pintarlos, labores que se desarrollarán hasta septiembre de 2023. Aún así, ya se puede visitar este renovado bosque de Oma, reservando previamente en el teléfono 94 465 16 57, para una de las dos visitas guiadas diarias que se realizan a las 10.30 y a las 12.30.
Decíamos que numerosas especies de aves habitan Urdaibai y si quieres no solo divisarlas, sino también aprender sobre ellas, este Museo y Centro de investigación, además de Observatorio, es visita obligada. Puedes acudir a Urdaibai Bird Center sin cita previa, pues disponen de audio guías y de personal para atenderte in situ, por 7 euros la entrada para adulto, 4 euros para niños.
Tratándose de costa y marismas la forma más lógica de recorrer Urdaibai es navegando. Y con la cantidad de puertos y recorridos posibles, las opciones son muchas, especialmente en verano. Bermeo y Mundaka suelen ser el puerto de partida más frecuente. Y todos los puntos de interés mencionados previamente en este post (Elantxobe, Cabo Ogoño, playas, San Juan de Gaztelugatxe, etc) son también parte de esas rutas turísticas en barco. Consultamos algunas compañías, no todas, y no admitían mascotas. No obstante, dado que Bérgamo es aún muy cachorro, lo descartamos directamente porque las embarcaciones no son grandes y nos dio miedo que se asustase.
En este post faltarían las visitas a la histórica Gernika, a las cuevas de Santimamiñe con pinturas rupestres, al pueblo pesquero de Ea, también entre los más bonitos de Urdaibai, a varios miradores más que hay en la reserva, a alguna bodega de txakolí… Dos días se quedan muy cortos para explorar este área a fondo. Más si le sumas descubrir otros puntos cercanos destacados, como la costa del flysch entre Deba y Zumaia (que ya conocimos en su día). Pero teníamos que continuar nuestro viaje por el resto de Euskadi y País Vasco Francés. Eso sí: si regresamos a saldar todas estas cuentas pendientes, no será en pleno verano 🙂
Nunca había escuchando de este mágico lugar. Mil gracias por compartir esta historia.
¡Nos alegramos mucho de habértelo descubierto! ¡Gracias por leernos!