Hacía muchos años que no íbamos a Cádiz. Esta vez la excusa fue una boda en Sanlúcar de Barrameda. Y entre pescaíto frito, cañas, celebraciones y amigos, encontramos un hueco para aprovechar a escaparnos, brevemente, a Doñana. Y es que nosotros, amantes de los viajes de naturaleza como somos, aún no habíamos estado en este Parque Nacional único.

Doñana es una amalgama de distintos ecosistemas ubicada en el extremo suroeste de Andalucía, en la desembocadura del río Guadalquivir. Cuenta con una rica biodiversidad y algunas especies únicas, como el águila imperial o el lince ibérico. Entre sus distintos paisajes naturales, destacan los humedales y marismas, de los más importantes de toda Europa, que lo convierten en un refugio indispensable para numerosas especies de aves. Pero también hay grandes dunas móviles, playas, bosques de pinos, dehesas de alcornoques… Una gran variedad de paisajes.

Doñana, por sus marismas y humedales, supone un importantísimo refugio para multitud de especies de aves

Su extensión total abarca más de 50.000 hectáreas que se distribuyen entre las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva. Para recorrerlo al completo y en detalle, por tanto, se necesitarían en realidad varios días, diferentes medios de transporte y desplazarse hasta los distintos centros de visitantes que hay en las 3 provincias. Aunque probablemente cuando dices “Doñana” todo el mundo lo asocia con “Huelva” y posiblemente desde esta provincia sea la mejor forma de conocerlo.

Puedes visitarlo en barco: es un paraje en que el agua es protagonista al fin y al cabo. A pie, a través de las numerosas rutas senderistas que hay por todo el Parque (nos dio mucha pena perdernos las que recorren las dunas desde Matalascañas). En 4×4: solo posible contratando algún tour con una de las empresas autorizadas a entrar en las áreas más inaccesibles del parque. ¡E incluso a caballo, al más puro estilo rociero! Hay también agencias turísticas que ofertan esta experiencia.

En el barco que cruza el Guadalquivir desde Sanlúcar a Doñana, ya en Huelva

Como contábamos con poco tiempo y la casilla de salida en nuestro caso era Sanlúcar, optamos por una excursión organizada en todoterreno. En la web de turismo de esta ciudad gaditana listan las opciones de que dispones.

La Fábrica de Hielo es uno de los centros de información de Doñana, ubicado en Sanlúcar. Además de una exposición permanente (y gratuita) con muchas imágenes e información sobre el Parque Nacional, desde él parte el Buque Real San Fernando que recorre la desembocadura del Guadalquivir, con dos frecuencias diarias: en verano, a las 10 de la mañana y a las 5 de la tarde. Con una duración total de 2 horas y media, incluye el desembarco en el Poblado de La Plancha y su precio es 15 euros por adulto. Si no tienes tiempo para una excursión más larga y estás en esta ciudad gaditana, puede ser una buena alternativa.

El tour comenzó frente al Restaurante Mirador de Doñana, en el barrio de Bajo Guía de Sanlúcar. Desde ahí partía el barco con el que cruzamos el Guadalquivir y desembarcamos, ya en Huelva, en el Parque. Nos subimos a un bus todoterreno con el que recorreríamos todo el área natural.

Parque Nacional de Doñana, a orillas del río Guadalquivir

Primero atravesamos la zona de bosque, llena de pinos, alcornoques, olmos… Y donde es posible ver muchos animales en libertad, desde muy cerca: ciervos, gamos, jabalíes… Incluso la vaca mostrenca: una variedad autóctona de Doñana.

En Doñana es posible ver muchos animales en libertad, como gamos

Aunque también linces ibéricos viven aquí, es mucho más difícil verlos: si quieres ir a tiro seguro, mejor acércate al Observatorio del Lince en El Acebuche, Huelva, donde cuentan con varios ejemplares.

En Doñana es posible ver muchos animales en libertad, como jabalíes

Paramos en el Poblado de La Plancha, un antiguo asentamiento de carboneros hoy ya abandonado y reconvertido en pequeño museo al aire libre, donde se pueden ver las construcciones en que vivían.

Después nos acercamos a la zona de marismas, el reino de las aves de la zona, si bien no pudimos acceder a ella porque no se permitía temporalmente el paso como medida de protección para el águila imperial, que estaba en época de cría. Solo pudimos ver muy de lejos un grupo de flamencos (¡lástima! solo el día anterior sí había sido posible verlos desde mucho más cerca).

Las dunas son uno de los ecosistemas que forman el Parque Nacional de Doñana

A continuación entramos en el área de las dunas: nuestra parte favorita de la excursión. Alucinante ver tantísima extensión de terreno cubierta por finísima arena. Las dunas son móviles, de modo que el viento hace que cambien de posición y altura y avancen, cubriendo a su paso plantas y árboles. Paramos en una duna a la que pudimos subir (recuerda: siempre es mejor descalzo) y con unas vistas impresionantes: a un lado el océano Atlántico, al otro un bosque totalmente cubierto de arena. Muy divertida también la experiencia de subir y bajar las dunas desde el bus 4×4 🙂

La arena va sepultando los árboles y matorrales: son las dunas móviles de Doñana

El recorrido de la excursión es prácticamente el mismo que el que sigue la romería al Rocío por parte de las hermandades que salen de Cádiz (incluyendo el cruce del Guadalquivir en barco). El Rocío es un pueblo en Huelva donde se encuentra la famosa ermita con la estatua de la Virgen y donde tiene lugar el “salto de reja”. Para llegar aquí, desde Huelva, Sevilla o Cadiz, los peregrinos atraviesan parte del Parque de Doñana con distintos caminos.

Por último llegamos a la costa: 35 kilómetros que se extienden entre la playa de Matalascañas y la desembocadura del Guadalquivir bañados por el océano Atlántico. Sobra decir que aquí las aves son las reinas, aunque también es posible ver tortugas marinas e incluso ballenas o delfines (no tuvimos tanta suerte). Tras una breve parada para mojar los pies, volvimos al punto inicial a través de la playa, para coger de nuevo el barco que nos llevaría de vuelta a Sanlúcar.

En total, el tour duró unas 4 horas y recorrimos unos 70 kilómetros, de lo más variados y entretenidos, con muchísimas explicaciones por parte del guía, por 40 euros. En verano hay 2 horarios disponibles: 8.30 de la mañana y 4.30 de la tarde. Aunque nosotros hicimos el de la mañana por cuestiones de agenda, recomendamos el de la tarde para disfrutar del atardecer en Doñana.

Viajera, internetera, cinéfila, inquieta, 2.0

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