¡Bienvenido a la capital del Alto Tajo! ¿Cómo? ¿Que no sabes lo que es? Hasta hace bien poco, nosotros tampoco. Pero gracias a la invitación de AQUI Casa Zaorejas hemos descubierto las maravillas del Parque Natural del Alto Tajo, en general, y la hospitalidad e idoneidad para una escapada del municipio de Zaorejas, en particular. Pero lo primero, situémonos geográficamente.
Zaorejas está en la provincia manchega de Guadalajara, a 180 kilómetros de Madrid. Es por tanto ideal para una estancia de fin de semana desde la capital madrileña: en menos de 2 horas y media en coche te plantas allí. Se ubica en el centro del Parque Natural del Alto Tajo de modo que en su término municipal puedes encontrar algunos de los paisajes más bonitos de este espacio protegido.
Pero sobre todo lo que vas a encontrar en Zaorejas es tranquilidad y calma: un lugar para descansar y recargar las pilas. Es un pueblo pequeño, de apenas 40 habitantes, con calles estrechas y robustas casas de piedra: un urbanismo que busca proteger a sus vecinos del intenso frío que caracteriza al interior de Guadalajara (y después de haber ido allí en febrero, damos fe de que es muy necesario hacerlo).
Una de estas construcciones de piedra, piedra rescatada de un antiguo granero, es AQUI Casa Zaorejas. Amplia y luminosa, cuenta con 3 plantas, permite alojar hasta a 14 personas y admite perros. En el piso bajo están la cocina, reformada, perfectamente equipada y a la vez conservando una cocina de leña tradicional, el comedor y el salón con una cálida chimenea de ladrillo. En la segunda planta están los 4 dormitorios dobles, decorados con sumo gusto. El desván con vistas a los tejados de Zaorejas permite instalar 4 camas más. Y cuenta con 2 baños completos. Damos fé de que es un lugar ideal para descansar y desde el que explorar el Alto Tajo. Fuimos con un grupo de amigos, niños y perro incluidos, y pasamos un maravilloso fin de semana. Próximamante AQUÍ Alojamientos también abrirán casas en Madrid y Brihuega (sí, donde los famosos campos de lavanda).
Confesamos que antes de visitar Zaorejas, sabíamos muy poco del Parque Natural Alto Tajo. ¿Te ocurre igual? Vamos a intentar remediarlo.
El área protegida se extiende por más de 100.000 hectáreas entre las provincias de Guadalajara y Cuenca. Predominan los cañones y las hoces fluviales, rodeados de llamativas formaciones rocosas y de extensos pinares, sabinares y bosques de ribera. Todo esto da lugar a fantásticos parajes con barrancos, cascadas, saltos de agua, lagunas y hasta playas naturales. ¿Te imaginabas paisajes así en Castilla La Mancha? Por todo ello fue también nombrado Geoparque Mundial de la UNESCO.
Numerosas especies de anfibios y peces, algunas incluso autóctonas, viven en el Alto Tajo. También reptiles y pequeños mamíferos. Mientras que las altas y escarpadas paredes de las hoces sirven de hogar a aves rapaces como el águila real, el halcón peregrino, el alimoche, el buitre leonado o el búho real. Aviso a amantes de la ornitología: aquí tenéis una joya.
Además de avistar aves, con tantos ríos y cañones, no es de extrañar que sea un destino ideal para practicar piragüismo, rafting o barranquismo. Pero no solo eso: también senderismo (la red de rutas para recorrer el Parque es muy amplia y variada), bici de montaña, escalada y varias vías ferratas. En resumen: el Alto Tajo es un gran destino de turismo activo.
Y si estas alternativas pueden llenar tus días, las noches tampoco las tendrás desocupadas mirando al cielo y estudiando las estrellas. Porque los “Cielos de Guadalajara” son reserva certificada Starlight: más de 7.600 kilómetros cuadrados en la Sierra Norte y el Alto Tajo son especialmente indicados para la observación astronómica nocturna.
¿Mucho que hacer, no? ¿Por dónde empezar? El Alto Tajo se extiende por un amplia área y está atravesado por importantes accidentes geográficos así que tradicionalmente se divide en dos áreas desde las que poder adentrarse en él: la zona noroeste y la sureste. Dado que tomamos como base Zaorejas, ubicada en el área noroeste, nos centramos en conocer fundamentalmente ésta.
Tomando como referencia la carretera CM-2015 que atraviesa el pueblo, tienes dos alternativas básicas al salir del pueblo: girar a la derecha, dirección Villanueva de Alcorón, o ir hacia la izquierda.
Tomando la carretera a la derecha, hacia Villanueva, a apenas un kilómetro del centro del pueblo, sobre el barranco de Fuentelengua, llegas a los restos del acueducto romano de Zaorejas. Puedes ir caminando en un cómodo paseo de solo 10 minutos. Si lo haces así, justo al salir del núcleo urbano a pie, encuentras un par de bancos orientados hacia el barranco (uno de ellos incluso con un cofre lleno de libros para que tengas lectura además de vistas al paisaje) y una especie de exposición al aire libre de objetos y utensilios “de la gente de campo”. Realmente curioso de ver. El acueducto romano tuvo 12 metros de altura en su día pero hoy apenas quedan los cimientos. Además de servir para transportar el agua, permitía el paso de una calzada romana por su parte inferior.
La siguiente parada sería la Sima de Alcorón, en Villanueva, y a ésta sí debes llegar conduciendo, aunque son solo 10 minutos. Es un pozo natural de 63 metros de profundidad formado por filtración del agua. Se puede bajar fácilmente porque hay escaleras, pero procura abrigarte bien porque en su interior la temperatura desciende notablemente y lleva linterna si pretendes llegar hasta el fondo. Es mucho más profundo de lo que parece y lo habitan murciélagos (inofensivos). En las inmediaciones hay además un merendero e instalaciones para barbacoa (en meses de verano no está permitida).
Un poco más lejos, a unos 50 minutos en coche, se encuentra una de las visitas estrella del área norte del Parque, la Laguna de Taravilla. Esta laguna de montaña se formó por una barrera de toba que represa el agua, impidiendo que descargue su caudal al río Tajo. Está alimentada por aguas subterráneas, lo que provoca que su caudal sea sumamente variable. El resultado es un entorno espectacular.
Y muy cerca, otro bello enclave: el Salto de Poveda. Se trata de una cascada artificial, llamada coloquialmente las Chorreras, que se formó a raíz de construir una instalación hidroeléctrica que nunca estuvo en uso. Si te gusta caminar, puedes hacer una ruta circular de apenas 6 km, una hora y media, que pasa tanto por la Laguna de Taravilla como por el Salto de Poveda. Te dejamos el track por si te animas.
Desafortunadamente la vía de acceso en coche a estos dos sitios no está en el mejor estado posible. El desvío más próximo a Zaorejas, en la carretera entre Poveda y Taravilla, lleva a un camino de 6 kilómetros que nos dio respeto nada más verlo. Según leímos, está algo mejor si accedes desde el extremo contrario, tomando la pista desde Peralejos de las Truchas, aunque no pudimos comprobarlo personalmente porque esta alternativa alarga considerablemente el trayecto desde Zaorejas (más de una hora de conducción). Pero si vas con un automóvil pequeño o eres cauto al volante, posiblemente te merezca la pena.
Volviendo a las opciones que tienes partiendo de Zaorejas, si giras hacia la izquierda, en el Km 61 de la CM-2015, a escasos 10 minutos en coche, está el Mirador del Tajo. Todo el Parque está lleno de miradores, claro, pero éste realmente merece la pena. Brinda una vista espectacular del bello cañón que forma el río Tajo a su paso por esta zona y es muy factible ver aves en los riscos y rocas. Créenos que las fotos no le hacen justicia: has de ir a verla en persona.
Avanzando un poco más en esa vía respecto al mirador llegas a un lugar muy popular, especialmente en verano: es Puente de San Pedro, donde confluyen los ríos Gallo y Tajo. El sistema de cañones y hoces que forman, entre los más importantes de Europa, ha dado lugar a una playa fluvial realmente bonita donde darse un refrescante baño en los días estivales. En nuestro caso, dado que era invierno, nos conformamos con disfrutar del bello paraje, que no es poco.
Por último, algo más lejos, conduciendo unos 40 minutos más, muy cerca de la localidad de Corduente, está otro de los paisajes más populares del Alto Tajo. El Barranco de la Hoz es un profundo cañón fluvial formado por el río Gallo y rodeado de altas formaciones de piedra rojiza. Debes llegar en primer lugar hasta el Santuario de La Virgen de la Hoz, literalmente pegado a la base de estas paredes rocosas. Nos dijeron que suele estar cerrado pero lo pillamos abierto por suerte, así que pudimos recorrerlo: patio, iglesia y el lugar en la roca donde un joven de la zona encontró en el siglo XII la imagen de la Virgen y en cuyo honor se construyó el templo.
Nada más salir del Santuario, al extremo contrario al de su puerta de entrada, tienes 200 escalones por delante, tallados en la propia roca, para acceder a 3 miradores que te permiten admirar la perspectiva completa del barranco. El tramo de subida más largo es para llegar al primero de ellos; tras éste, la distancia entre los siguientes es mucho más liviana. Por supuesto, el último y más alto, es el que tiene la perspectiva más amplia. A pesar de que requiere mayor desplazamiento desde Zaorejas y un poco de ejercicio, creemos que es una visita imprescindible.
Nos quedamos con mucho pendiente por ver en el Alto Tajo. Esperamos regresar en temporada estival para ver los paisajes en su esplendor y aprovechar ese agua de los ríos con las múltiples opciones de actividades que se realizan. Como siempre, te dejamos un mapa con todas las direcciones de interés que mencionamos (y algunas más). ¿Ya tienes fecha para venir a Zaorejas?