Ya lo dijimos en nuestra recopilación de destinos nacionales para el verano: en 2023 se celebraba el 50 aniversario de la muerte de Pablo Picasso y Málaga, como su ciudad natal, le rindió homenaje con actividades, exposiciones y eventos. Nosotros viajamos hasta allí en noviembre de 2023, casi terminando ya el año conmemorativo, como parte de un viaje de 5 días por la provincia malagueña. Aunque en realidad no nos hacían falta excusas para regresar a Málaga: en el pasado la visitamos muy superficialmente y le debíaos un viaje en condiciones.
Y es que la capital malagueña se ha convertido en una de las ciudades españolas más apetecibles: un clima agradable todo el año, multitud de servicios e instalaciones, un tamaño asequible y una oferta cultural amplia. Tanto que hacer que, con nuestro lento ritmo con cachorros, no terminamos de ver lo más destacado siquiera de la ciudad. Sea como sea dejamos aquí la reseña de lo que sí pudimos conocer. Y para un recorrido mucho más completo siempre puedes unirte a este tour por Málaga con entradas incluidas.

Nos alojamos en un cómodo apartamento céntrico en Málaga, Simba, 5 noches por 377 euros. Dado que viajamos con bebé, si vamos a estar varios días seguidos en un sitio preferimos este tipo de alojamiento por la comodidad de contar con más espacio y, sobre todo, con cocina propia, dado que desayunos y cenas casi nunca podemos ya hacerlos fuera.
Así pues alquilamos un apartamento de 45 metros cuadrados con sala de estar, balcón, dormitorio, dos baños completos y cocina bien equipada; todo decorado muy bonito y moderno; cuna y trona gratis para el bebé, mascotas admitidas sin suplemento. Te facilitan aparcamiento en un parking privado cercano por 15 euros el día.
Es la visita imprescindible en Málaga. Por definirla rápidamente, es una Alhambra en miniatura. Se trata de una fortaleza árabe construida en el siglo X en la base del monte Gibralfaro, en pleno centro urbano actual malagueño. En la cima del Gibralfaro está el Castillo, o lo que queda de él, que originariamente estaba unido a la Alcazaba y que también se puede visitar. Dentro de la fortaleza encuentras un pequeño y cuidado palacio nazarí así como bellos patios y jardines. Para terminar de convencerte, la entrada solo cuesta 3,5€ euros y puedes visitar la Alcazaba por libre siguiendo las indicaciones de una aplicación de audioguía gratuita en el móvil.
Está justo bajo la Alcazaba. Construido en el siglo I y en funcionamiento hasta el siglo III. Curiosamente hasta mediados del siglo XX no se supo de su existencia y hoy es el vestigio más importante de Malaca, la Málaga del Imperio Romano. Es de acceso gratuito.

Del siglo XIII, está en lo alto del ya mencionado monte del mismo nombre, por encima de la Alcazaba, concretamente a 132 metros de altura. Puedes subir hasta él en coche o a pie siguiendo uno de los varios caminos existentes. El más habitual es el paseo de Juan Temboury que empieza junto a la entrada a la Alcazaba. Es una subida muy asequible, con bastantes escalones, eso sí, pero muy buenas vistas. Encuentras primero el mirador de la Coracha y, pasando la entrada al Castillo, el mirador de Gibralfaro. Desde éste se ve perfectamente la plaza de toros pero pierdes la panorámica de la Alcazaba y la Catedral que sí tienes desde el de la Coracha. Así que personalmente nos quedamos mejor con éste. Bajamos del Castillo por el Paseo de Mundo Nuevo, sin vistas, pero con sombra, y más adecuado para ir con perro y con silla de bebé al no presentar escalones y tener menos pendiente.

Es la otra visita imperdible en Málaga junto a la Alcazaba. Dedicada a la Encarnación, se empezó a construir en 1525 sobre la Mezquita Mayor de la antigua ciudad musulmana y se puede dar por finalizada en 1782 aunque de forma inconclusa. Inconclusa porque la torre sur está sin terminar dado que se quedaron sin fondos. De aquí le viene a la Catedral el sobrenombre popular de “la Manquita”. En cuanto a estilo arquitectónico es renacentista barroca con vocación gótica. La torre norte, la que sí se completó, mide 87 metros de altura, lo que la convierte en la catedral más alta de Andalucía. De todas las capillas interiores destaca el retablo en la capilla de Santa Bárbara, el más antiguo y valioso de los que alberga el templo, del siglo XV. La entrada general cuesta 8€ con audioguía. También se pueden visitar las cubiertas de la Catedral (8€ la entrada individual o 12€ la combinada con el interior de la catedral).

Málaga se promociona como “ciudad de museos” y no es para menos, con casi 40 espacios museísticos. Desde museos de arte hasta museos de videojuegos, música o automóviles y moda. Los hay para todos los gustos. Desafortunadamente no pudimos entrar en ninguno por falta de tiempo. Dejamos indicados los principales.
La exposición permanente recoge obras representativas de 80 años de trabajo de Pablo Picasso. 11 salas para disfrutarlas en el Palacio de los Condes de Buenavista, edificio declarado Monumento Nacional.
Si te interesa mucho el artista puedes incluso unirte a este tour siguiendo los pasos de Pablo Picasso por Málaga.
285 obras de la colección personal de Carmen Thyssen, con cuadros destacados de la pintura española y andaluza de los siglos XIX y XX. Este museo también ocupa un palacio en el centro malagueño, el de Villalón.
90 obras artísticas de los siglos XX y XXI pertenecientes al francés Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou que se pueden ver en una curiosa construcción multicolor ubicada en el puerto. “El cubo” se ha convertido así en uno de los iconos de Málaga.

Málaga es una ciudad de amplios paseos, plazas y calles reseñables. Aunque probablemente la más famosa sea la de Marqués de Larios, popularmente calle Larios. En pleno centro está considerada como una de las más elegantes y aquí en fechas navideñas hay un archiconocido espectáculo de luz y música. Finaliza además en la popular Plaza de la Constitución, antigua Plaza Mayor de la ciudad.
No debes perderte el Paseo del Muelle Uno con la llamativa estructura del Palmeral de las Sorpresas. Justo en paralelo está el muy agradable Paseo del Parque que discurre entre sucesivos jardines y parques.

En éste se encuentra también el Ayuntamiento de Málaga, un bonito edificio de principios de siglo XX. Y justo a su lado, los Jardines de Pedro Luis Alonso, un remanso de paz a los pies de la Alcazaba con rosales, estanques y estatuas.

Personalmente nos gusta mucho visitar los mercados municipales y en Málaga está el Mercado Central de Atarazanas. Ocupa un edificio histórico del siglo XIX situado en el mismo emplazamiento que siglos atrás vio unos astilleros nazaríes, cuando Málaga pertenecía a Al-Andalus, y posteriormente un almacén, un hospital militar y hasta un cuartel. Alberga puestos de venta de alimentos y bares de tapas para desgustar pescaíto frito.
Por último, es aconsejable darse un paseo por el llamado Soho Málaga, el Barrio de las Artes en el que fachadas y paredes están adornadas con llamativos murales. Allí se localiza el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga) y el arte se ha extendido más allá de esta sede de modo que pasear por esta zona es realizar una recomendable ruta de street art entre galerías de arte, teatros y animados bares. Y encima está en el centro, junto al puerto. En el mapa que acompaña a este artículo te dejamos indicadas las ubicaciones exactas de varios murales.


En Málaga capital hay 15 playas que se extienden a lo largo de 13,5 kilómetros de costa. No son las mejores de la provincia, para eso conviene irse a otras localidades de la Costa del Sol, pero desde luego también hay opciones interesantes.
La más conocida por su céntrica ubicación y fácil acceso, a dos pasos del Centro Pompidou o de la zona de ocio del Muelle Uno, es la playa de La Malagueta. Dispone además de muchos servicios: chiringuitos, duchas, área infantil de juegos, plataformas flotantes… Así que es una gran alternativa para disfrutar de la playa durante una escapada urbana si no piensas salir de la capital malagueña.

La otra playa más próxima al centro malagueño, pero en el lado contrario a La Malagueta, es la de San Andrés o Huelin, también bien equipada con zonas verdes, áreas infantiles y bares.
Si buscas los famosos chiringuitos con espetos de sardinas asándose en la propia playa, debes ir a Pedregalejo o a El Palo. Ambas playas son además muy extensa (1.200 metros cada una) y en los barrios donde se encuentran hay muchísimos bares y restaurantes, son zonas muy animadas.
Si viajas con perro, debes ir a La Araña porque es una playa canina, aunque no está catalogada como zona de baño y está muy alejada del centro urbano. Personalmente no estuvimos en ella así que no podemos opinar.
Para conocer la lista completa de playas malagueñas con sus descripciones y estado, consulta la web oficial municipal.

El pescado es el rey en la gastronomía de Málaga: no en vano a los malagueños también se les llama boquerones, tal es su amor por los boquerones fritos. Y no solo por ellos: el pescaíto frito en general es uno de los platos estrella. Aunque a la altura de su fama está la de los espetos de sardinas: ensartadas en un pincho de madera se cocinan a las brasas de leña en la playa. Creo que podrías recorrer la costa malagueña yendo de chiringuito en chiringuito probando espetos.
Otros platos típicos son el ajoblanco, una sopa fría de almendra, ajo, pan y aceite; la porra antequerana, otra sopa fría, pero de tomate, pan, aceite, ajo y pimiento; las berenjenas fritas con miel de caña; y los molletes, bocadillitos de pan redondos rellenos de jamón, tomate, manteca colorá (grasa de cerdo con pimentón), pringá (triturado de los restos del cocido) o lo que cuadre. Y para acompañar a todas estas delicias, vino dulce o cerveza local Victoria.


Evidentemente, restaurantes y bares donde disfrutar de la gastronomía malagueña no faltan. He aquí una corta selección basada en nuestra propia experiencia:
Te dejamos un mapa con las ubicaciones de todos los lugares mencionados en este artículo. ¿Ya te han dado ganas de ir a Málaga?