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El concurso por cuál sería la foto más iconica de los Dolomitas estaría muy reñido pero seguro que Val di Funes sería de los más duros competidores (junto a Tre Cime di Lavaredo y Alpe di Siusi, entre otros). En gran parte por esos prados verdes enmarcados por los picos de los Odle, perfecto telón de fondo para cualquier imagen. Más aún si le añades una bonita iglesia, como es el caso. Incluso dos: San Giovanni en Ranui (más cerca de las montañas) y Santa Maddalena (más lejos).

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Los Dolomitas están en los Alpes, al noreste de Italia, y se extienden por 5 provincias: Trento, Bolzano, Belluno, Udine y Pordenone. Los deportes de invierno, con el esquí a la cabeza, y las actividades de naturaleza, empezando por el senderismo, son los principales atractivos turísticos (que no son pocos) de esta región. Varias figuras oficiales protegen esta zona natural: es parque nacional, alberga 9 parques naturales y es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Val di Funes está situado en la parte occidental de los Dolomitas perteneciendo a la provincia de Bolzano: nosotros nos alojamos en Siusi, como te contamos en nuestro post con todo el recorrido completo, y llegamos en coche fácilmente.

Val di Funes, literalmente, Valle de Funes, es un área muy pequeña, apenas 24 kilómetros; eso sí, de gran belleza gracias a esos verdes prados rodeados de altos picos. Funes es el municipio en torno al cual se extiende este famoso valle, que forma parte a su vez de otro más extenso, el Val d’Isarco. 3 poblaciones lo conforman: San Pietro, Santa Maddalena y Teis.

Santa Maddalena es la más popular y donde se encuentran los dos spots fotográficos más famosos, las ya mencionadas iglesias San Giovanni in Ranui y Santa Maddalena. Por tanto, será el destino al que querrás dirigirte. Nosotros dejamos el coche en un parking de pago junto a San Giovanni in Ranui y luego nos desplazamos a pie hacia el pueblo y hacia la segunda iglesia.

Como te contamos en nuestro artículo con la ruta completa que hicimos en los Dolomitas, pasamos 3 noches en su área occidental, en Siusi, y otras 3 en la más oriental, en el Lago di Misurina (lugar ideal para hacer el trekking a Tre Cime di Lavaredo). En el primer caso nuestro alojamiento fue Villa Rier y desde él nos trasladamos hasta Val di Funes. Las instalaciones del hotel son un poco antiguas pero a cambio su ubicación es maravillosa y el desayuno es variado y abundante.

La Iglesia San Giovanni in Ranui es de estilo barroco y fue construida en 1744 en un enclave muy bien elegido. Está dedicada al Santo patrón de Bohemia. Para acceder al prado donde se sitúa y verla más de cerca debes pagar 4 euros (hay una máquina y una puerta automática controlando el acceso). La iglesia está cerrada, no se puede entrar a ver su interior donde, por lo visto, hay pinturas narrando la vida del Santo. Si no deseas pagar, no obstante, puedes ver la panorámica desde fuera del cercado: la iglesia queda más lejos pero la estampa con las Odle de fondo es igualmente bonita.

La Iglesia de Santa Maddalena se ubica en un lugar elevado donde supuestamente se hacían los sacrificios a los dioses paganos hace siglos. Es más antigua que San Giovanni in Ranui: la torre data de 1394. También es estéticamente más sencilla y hay un cementerio adyacente. Puedes llegar caminando en un agradable paseo de 40, 45 minutos desde San Giovanni in Ranui. O bien puedes acercarte en coche, pero no es posible llegar conduciendo hasta Santa Maddalena, deberás aparcar en el pueblo y subir a pie en cualquier caso. Eso sí: no hay restricciones de ningún tipo ni debes pagar nada para verla desde la perspectiva que desees.

Funes es también la puerta de entrada al Parque Natural Puez–Odle del que forman parte los fotogénicos picos que ves desde las anteriores iglesias. De hecho en Funes, en Santa Maddalena, se encuentra el Centro de Información oficial del Parque. Por tanto, los amantes del senderismo pueden aprovechar la visita a Val di Funes para recorrer alguna ruta por esas cordilleras.

Hay muchas opciones que parten del refugio de montaña Zannes, a solo 12 minutos en coche desde Santa Maddalena. Cuenta con un amplio aparcamiento, de pago, que puedes localizar fácilmente en Google Maps como “Parcheggio Malga Zannes”. Allí verás numerosas indicaciones y carteles con los distintos senderos existentes, algunos incluso combinables entre sí.

Nuestra intención era hacer un trekking desde Zannes hasta el Refugio Odle (unos 10 kilómetros) para disfrutar de cerca de la increíble vista de Sass Rigais y la Furchetta, la dos montañas más altas de la cordillera con más de 3.000 metros. Fuimos hasta el parking de Zannes con esa idea e incluso iniciamos el camino, pero había muchísima nieve y hielo así que abortamos misión (era abril y lo mismo nos ocurrió en otros sitios de los Dolomitas).

Por si te interesa y tú sí puedes hacer esta ruta, frustrada para nosotros, te dejamos su trazado en Wikiloc:

Ante la imposibilidad de realizar la idea inicial, tomamos un sendero natural didáctico en torno a Zannes muy sencillo e interesante, perfectamente señalizado desde el aparcamiento (“Nature Experience Trail”). Durante todo el recorrido hay carteles explicativos sobre el entorno, la flora y la fauna: perfecto para hacer con niños (o perro en nuestro caso) y para personas mayores. Son apenas 2 kilómetros y medio, con un desnivel de 70 metros, y te llevará poco más de 1 hora.

Viajamos a los Dolomitas la segunda mitad de abril, que es justo el período intermedio entre la temporada de invierno y la de verano, cuando se suspende prácticamente toda la actividad en la región. Esto tuvo su parte positiva: cero masificación, precios más bajos, tranquilidad absoluta. Pero también su lado negativo: menos servicios disponibles, muchos restaurantes y alojamientos cerrados, teleféricos parados, senderos con nieve aún… La temporada de esquí en los Dolomitas va de octubre a abril mientras que la época estival se extiende de junio a septiembre. Por ello no pudimos cumplir varios de nuestros objetivos del viaje, como esta ruta al Refugio Odle.