Llevaba años soñando con recorrer los Dolomitas. Diego ya había estado, en invierno, esquiando en la fantástica estación Dolomiti Superski. Y siempre hablaba maravillas de la belleza de esta región al norte más norte de Italia. Tras adoptar a nuestro cachorro Bérgamo la idea de hacer un road trip hasta allí con él fue ganando peso en nuestras mentes. Y llevarle de paso a conocer la ciudad italiana de la que toma el nombre, nombre que le puso la protectora, no nosotros. Pero ¿cómo resistirse a cerrar el círculo? Así que nuestro primer viaje largo con perro fue a los Dolomitas. ¿Quién dijo miedo?
Los Dolomitas están en los Alpes, al noreste de Italia, y se extienden por 5 provincias: Trento, Bolzano, Belluno, Udine y Pordenone. Los deportes de invierno, con el esquí a la cabeza, y las actividades de naturaleza, empezando por el senderismo, son los principales atractivos turísticos (que no son pocos) de esta región. Su nombre deriva de Déodat de Dolomieu, geólogo francés que descubrió la composición de la roca dolomía, diferenciándola de la caliza. Precisamente por esta particular composición mineral, se produce en los Dolomitas un fenómeno denominado enrosadira: las montañas toman un color rosa al atardecer que gradualmente cambia a violeta (tuvimos la suerte de presenciarlo). El punto más elevado es la Marmolada con 3342 metros. Varias figuras oficiales protegen esta zona natural: es parque nacional, alberga 9 parques naturales y es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Organizar un itinerario en coche de 15 días, de Madrid a Italia, es ya suficientemente complicado. Aunque tenemos experiencia porque hace más de 10 años hicimos un road trip de Verona a Madrid y, tiempo después, Diego hizo otro recorriendo Italia de norte a sur con amigos. Pero la dificultad aumentaba porque escogimos ir en Semana Santa, mediados de abril, justo los días entre la etapa invernal y la veraniega en Dolomitas.
Eso significa que cierran los teleféricos, los refugios de montaña aún no están disponibles y hay gran incertidumbre sobre el estado de las vías de senderismo e incluso las propias carreteras. Sí, definitivamente no es la época más recomendable para ir… A todo esto, sumemos el factor sospresa de llevar a un cachorro de 7 meses y encontrar alojamientos y planes compatibles con él. ¡El más difícil todavía!
La temporada de esquí en los Dolomitas va de octubre a abril mientras que la época estival se extiende de junio a septiembre. La mayoría de teleféricos, que durante el invierno te llevan a las estaciones a esquiar y en verano te acercan a refugios de montaña y senderos, cierran el 10 de abril y reabren en mayo o junio. Los refugios a su vez están disponibles, para reservar y dormir allí, generalmente a partir de junio. Incluso los horarios que restringen el acceso a los parkings y carreteras de los sitios más icónicos, como el Lago di Braies, aplican desde mayo o junio. Justo la segunda mitad de abril es una especie de impasse general en la actividad de la región.
Por todos los motivos expuestos, ha sido de los viajes que más tiempo nos llevó planear y de los que más incógnitas teníamos respecto a qué podríamos ver y hacer allí finalmente. La realidad es que ha sido complicado: todo estaba cerrado (encontrar restaurantes para comer ha sido un triunfo), aún había mucha nieve en muchas áreas (cuanta más alta montaña, más), algunas rutas estaban inaccesibles y los paisajes no estaban en su máximo esplendor: esas míticas imágenes de valles verdes verdísimos y floridos rodeados de los altos picos las vimos poco. Nos tocó improvisar y cambiar de planes sobre la marcha.
Como nota positiva, hemos de decir que nos sorprendió la facilidad para encontrar alojamientos dog friendly en la zona alpina italiana y en general para acceder a restaurantes y establecimientos con él. Y que Bérgamo se portó fenomenal, disfrutó de cada paso y encima descubrimos que le encanta la nieve.
En cuanto al itinerario en sí, como titulares, calculamos casi 3 jornadas, unas 6 horas al día de conducir, para ir de Madrid a Italia y otras 3 de regreso. Sobre todo por asegurar paradas frecuentes para el perro. Si hubiésemos ido solos sin él, habríamos reducido a 2 días en cada sentido. La ventaja es que ambos conducimos así que al menos pudimos turnarnos.
También en cada trayecto pasamos una noche “a las puertas” de Dolomitas: en Bérgamo a la ida (sí, Bérgamo conoció Bérgamo) y en nuestra amada Verona a la vuelta. Por último, ya en los Dolomitas, nos alojamos 3 días en la zona más occidental en torno a Siusi y otros 3 más al este, en Misurina.
Aunque sobre el mapa no hay grandes distancias entre ambas áreas, cuando revisas tiempos de desplazamiento y distancias, se nota que son vías de montaña al fin y al cabo: puedes tardar de 3 a 4 horas en desplazarte de un extremo al contrario. Por tanto, preferimos dividir la estancia en 2 bases distintas y fue un acierto.
¡Y así fue nuestro itinerario!
Viajar seguro siempre es una prioridad para nosotros, más ahora que viajamos con cachorros: recuerda que puedes contratar tu seguro de viajes Intermundial con descuento a través de nuestro blog.
Salida: Madrid.
Llegada: Lleida.
Distancia: 462 km.
Duración: 4 horas y media.
Alojamiento: Hotel Real. 81 euros. Habitación doble superior. Parking público en frente (15 euros por día). Suplemento 10 euros por noche por el perro
Plan: Salimos de Madrid con calma porque el día anterior regresamos de otra escapada. Llegamos a Lleida a media tarde y pudimos dar una vuelta rápida de reconocimiento por el centro histórico, el parque en torno al río Segre e incluso la Seu Vella que, lamentablemente, estaba cerrada por ser lunes.
Salida: Lleida
Llegada: Valence
Distancia: 665 km
Duración: 7 horas
Alojamiento: Appart’City Valence Centre. 74 euros. Estudio doble, desayuno incluido. Parking privado 13 euros día, necesario reservar. Suplemento 8 euros por noche por el perro.
Plan: Fue un largo día de coche hasta llegar a Valence, la ciudad puerta de entrada a la Provenza francesa. Nuevamente llegamos con tiempo para dar un paseo por el centro (muy bonito) y por el bonito y cuidadísimo Parque Jouvet.
Salida: Valence (Provenza)
Llegada: Bérgamo
Distancia: 512 km
Duración: 5 horas 50 minutos
Alojamiento: Ramé Suites, Bérgamo. Cerca del funicular de subida al centro histórico. 60 euros. Habitación doble. Parking 10 euros día, necesario reservar.
Plan: Otro largo día de conducción, aunque lo partimos por la mitad al parar varias horas en Turín a visiatr a unos amigos. Llegamos ya casi de noche a Bérgamo, pero dado que el alojamiento estaba a dos pasos de la Cittá Alta, fuimos a pie hasta ella y cenamos en la Piazza Vechia.
Salida: Bérgamo
Llegada: Siusi allo Sciliar
Distancia: 259 km
Duración: 3 horas
Alojamiento: Villa Rier, Siusi allo Sciliar. 281 euros. 3 noches. Habitación doble. Parking gratis. Suplemento 20 euros por el perro. 24 euros adicionales de tasa turística, a pagar in situ y en metálico (4 euros por persona y noche).
Plan: Dedicamos la mañana a turistear por Bérgamo. Dado que íbamos con nuestro Bérgamo, fue un turisteo moderado visitando lo más típico de la Cittá Alta: eso sí, recomendamos subir al Campanone para disfrutar de las vistas (5 euros la entrada). Salimos hacia Siusi allo Sciliar, nuestra primera base en los Dolomitas, donde pasamos 3 noches. Nuestro alojamiento estaba a la vera del fotogénico grupo montañoso Sciliar y frente a un prado verde con caballos: no podíamos pedir más.
La primera jornada completa en los Dolomitas pudimos conocer dos de sus highlights. El primero, el Lago di Carezza, incluyendo la ruta completa a su alrededor (facilísima y eso que había nieve en algunos tramos).
La tarde la pasamos en Alpe di Siusi. Se trata de la pradera alpina de gran altura más extensa de Europa. Está entre los 1.680 y los 2.350 metros de altitud, rodeada de algunas de las montañas más bellas de los Dolomitas. Las típicas imágenes de amplios prados verdes con los picos escarpados de telón de fondo las obtienes aquí. Desgraciadamente en abril aún no estaban verdes y quedaba bastante nieve. Eso sí: nos siguió pareciendo bellísimo.
Aunque nos gustaría habernos alojado en el único municipio que hay aquí, Compatsh, no encontramos nada dog friendly, pero Siusi allo Sciliar estaba a solo 15 minutos. La elección de dónde dormir en este caso no es baladí, porque en temporada alta la carretera de acceso a Compatsh permanece cerrada de 9:30 a 17 horas, excepto para quienes pernoctan allí. En nuestro caso, al ser abril, no aplicaba esta restricción y podíamos concudir hasta allí a cualquier hora (e incluso el parking no estaba controlado y no tuvimos que pagar nada).
Con permiso de sus icónicas montañas, los lagos de los Dolomitas son uno de sus mayores atractivos. De mayor a menor tamaño, accesibles directamente en coche o tras una caminata, con agua cristalina o turquesa o de un azul celeste casi increíble… Lagos alpinos situados a gran altura, entre escarpados picos y en parajes idílicos: imposible visitar los Dolomitas y no pasar en alguno de ellos. Por desgracia en abril todos los encontramos helados y rodeados de nieve, empezando por el de Carezza. Deslucían bastante y no fueron los mejores spots de nuestro viaje…
El concurso por cuál sería la foto más iconica de los Dolomitas estaría muy reñido, como decíamos antes con respecto a Alpe di Siusi, pero seguro que Val di Funes (del que te hablamos más en este post) sería de los más duros competidores. En gran parte por los picos escarpados de los Odle, perfecto telón de fondo para cualquier imagen.
Nuestra intención era hacer este día nuestro primer “gran” trekking del viaje desde el recinto natural de Zannes (de donde parten numerosas rutas) hasta el Rifugio Odle, en Geisleralm (8 km, unas 4 horas). Fuimos hasta el parking de Zannes con esa idea e incluso iniciamos el camino, pero había muchísima nieve y hielo así que abortamos misión – conste que Bérgamo llevaba infinitamente mejor que nosotros lo de caminar sobre terreno helado. A cambio, recorrimos un sendero natural didáctico en torno a Zannes muy sencillo e interesante, con carteles sobre el entorno, su flora y fauna: perfecto para hacer con niños (o cachorros en nuestro caso) o con personas mayores.
La tarde fue más fructífera porque sí logramos visitar la Iglesia San Giovanni in Ranui y la Chiesa di Santa Maddalena con las montañas Odle de fondo, tal y como las habíamos imaginado al planear nuestra visita al Val di Funes.
Si estás pensando que somos un poco vagos al llamar “gran” ruta a un recorrido de apenas 8 kilómetros, podrías acertar (no somos expertos montañeros) pero en este caso el motivo real es Bérgamo. Un cachorro de menos de 1 año no puede hacer grandes caminatas aún: de ahí que debamos medir bien cuántos trekkings, de qué distancias y siempre con ritmo bajo podemos plantear. Es además muy importante que esté al día de sus vacunas y tratamientos antiparasitarios porque va a estar más tiempo en el exterior y en la naturaleza. Por último, gracias a este estupendo post de Mindfultravel, descubrimos que también hay seguros de viaje con cobertura para mascotas. Hemos contratado el nuestro para ir ya tranquilos del todo.
Salida: Siusi allo Sciliar
Llegada: Misurina
Distancia: 120 km (carretera con desvíos para ver varios pasos de montaña)
Duración: 4 horas
Alojamiento: Albergo Chalet Lago Antorno, Misurina. 339 euros. 3 noches. Habitación superior, desayuno incluido. Parking gratis. Perro gratis.
Plan: Fuimos de Siusi allo Sciliar a Misurina por “el camino más largo” para atrevasar varios pasos de montaña famosos por sus paisajes: Sella Ronda, Paso Pordoi y Passo Giau. Y es que solo conducir por estas carreteras ya era un espectáculo, con paradas frecuentes para admirar el paisaje.
A primera hora de la tarde llegamos a nuestro alojamiento literalmente en el Lago Antorno, con vistazas a él, a 1 kilómetro escaso del Lago Misurina y a apenas 6 del Rifugio Auronzo, el punto del que parten las rutas a Tre Cime di Lavaredo. Decidimos pasar una tarde tranquila paseando en torno a ambos lagos y acostarnos pronto que al día siguiente tocaba aventura.
Este día estaba marcado en rojo en nuestro itinerario por los Dolomitas porque era la fecha elegida para ver en persona las míticas Tre Cime de Lavaredo. Nuestro objetivo inicial era hacer una ruta de 10 kilómetros desde el refugio Auronzo hasta el refugio Locatelli, el mirador por excelencia a los 3 picos.
Primer problema: la carretera de subida al Refugio Auronzo estaba cortada por nieve. No era posible salvar esa distancia ni en coche ni en bus, como lo suelen hacer todos los viajeros, y la única opción era hacerlo a pie: 6 kilómetros con unos 600 metros de desnivel, ida y vuelta. Kilómetros que sumar a la ruta de las Tre Cime y que, además, estaban en su mayor parte cubiertos de nieve, dificultando la marcha.
A modo compensación por ese esfuerzo extra decidimos hacer solo el camino de ida y vuelta de Auronzo a Locatelli (más corto que la ruta circular inicialmente pensada). Pero encontramos tanta tanta nieve que tampoco esto pudo ser. Caminamos 2 kilómetros y medio hasta la Forcella di Lavaredo, desde donde pudimos al menos ver de cerca las Tre Cime y también divisar a lo lejos el Refugio Locatelli. Ni rastro del sendero, totalmente cubierto de nieve. Así que hasta ahí llegó nuestra ruta.
Para nuestro último día completo en Dolomitas teníamos planificado otro imperdible en cualquier itinerario: el famoso Lago di Sorapis. Pero llegar a él requiere recorrer 12 km, ida y vuelta, desde Passo Tre Croci y habíamos leído que algunos tramos son complicados. En vista de nuestras experiencias previas de exceso de nieve y lagos helados, abandonamos esta idea y optamos por un día más relajado de levantarnos tarde, salir con calma y conducir más que andar.
Visitamos Allegue, con fama de ser uno de los municipios más bonitos de los Dolomitas: su ubicación entre las montañas y el lago dan fe de ello. También la ciudad de Auronzo, desde donde hay muy buenas vistas de las Tre Cime di Lavaredo. Y un par de lagos: el di Landro, milagrosamente no congelado y que probablemente por eso nos gustó más de lo esperado, y el di Braies, famoso por su belleza y que, al revés que el anterior, nos decepcionó un poco al encontrarlo helado y un poco desangelado sin sus icónicas barcas y con todas las instalaciones alrededor abandonadas.
Salida: Misurina
Llegada: Verona
Distancia: 273 km
Duración: 3 horas 20 minutos
Alojamiento: Giardino Giusti House & Court, Verona. 84 euros. Habitación triple, desayuno incluido, Parking 10 euros día. Perro gratis.
Plan: Madrugamos y salimos hacia Verona, ciudad que conocemos sobradamente y a la que siempre nos gusta volver. Precisamente porque ya hemos estado mil veces, nuestro planteamiento fue simplemente pasear por allí con calma y revisitar los lugares que nos enamoraron. No obstante, sí que incorporamos una novedad en esta ocasión: el Santuario de la Madonna della Corona. En realidad está a más de 40 kilómetros de la ciudad en sí, pero la vista de dónde está ubicado, literalmente encajado en una roca a 700 metros de altura, merece la pena el paseo hasta allí.
Salida: Verona
Llegada: Les Arcs sur Argens (Provenza)
Distancia: 560 km
Duración: 6 horas 40 minutos
Alojamiento: La Sentinelle, Les Arcs sur Argens. 86 euros. Habitación doble, desayuno incluido. Parking gratis. Perro gratis.
Plan: ¡Vuelta a los largos días de carretera! Aun así, llegamos a la bonita y pequeña ciudad provenzal de Les Arcs sur Argens con tiempo para pasearla y alucinar con su barrio medieval perfectamente conservado “Le Parage”, donde nos alojábamos precisamente. Un agradable descubrimiento.
Salida: Les Arcs sur Argens (Provenza)
Llegada: Vacarisas (Barcelona)
Distancia: 611 km
Duración: 6 horas 20 minutos
Alojamiento: La Frasera Hotel Rural, Vacarisas. 82 euros. Habitación doble deluxe, desayuno incluido. Parking gratis.
Plan: Aprovechando que pasábamos cerca, paramos a conocer Besalú: llevábamos tiempo con ganas de visitar este municipio gerundense y no nos defraudó. Con razón es uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Cataluña, con mención especial para su icónico puente. Dormimos en una finca rural maravillosa, con su propia huerta, producción de huevos, miel y quesos, así que el desayuno fue de lo mejorcito.
Salida: Vacarisas (Barcelona)
Llegada: Madrid
Distancia: 600 km
Duración: 6 horas 25 minutos
Plan: ¡Bienvenidos de vuelta a casa!
¡Y así fue nuestra pequeña gran aventura! Nos queda la espinita clavada de ver los paisajes de los Dolomitas con prados verdes tal y como imaginábamos y hacer más rutas en condiciones, así que… ¡tocará volver!
¡Qué itinerario más bonito! Es una de las regiones de Italia que tengo pendientes. Me será muy útil el post. ¡Un abrazo viajero!
Muchas gracias! Ojalá tengas que usarlo pronto entonces 😉