La gastronomía siciliana es una mezcla de influencias mediterráneas, árabes y europeas: una deliciosa mezcla que merece la pena disfrutar y que es un motivo fundamental para viajar hasta esta isla italiana. Aunque ya te dábamos unas pinceladas sobre ello en nuestra guía de viaje para 7 días en Sicilia, en este artículo profundizaremos tanto en sus principales alimentos y platos como en los restaurantes donde probarlos.
Tan importante como las recetas sicilianas son los productos con los que se cocinan, algunos sólo propios de allí. Alimentos básicos son la pasta, por supuesto, pero también el pescado y el marisco, como no podía ser de otro modo siendo una isla. Que el pesto sea fundamental en la gastronomía siciliana no es casualidad: el famosísimo pistacho de Bronte es de los productos locales más preciados. Lo mismo sucede con la almendra, que es realmente deliciosa, o las curiosas naranjas rojas. Mención especial merece el omnipresente queso ricotta, muy suave y utilizado en mil platos, dulces y salados, o la icónica salsa de tomate casera.
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Si hablamos de comida callejera siciliana, los arancini son los grandes protagonistas. Sí, más incluso que los trozos de pizza. Son bolas o conos de arroz empanados y fritos, con rellenos cambiantes que van desde el ragú (carne) hasta la mozzarella, los guisantes o las espinacas. Son fáciles de comer mientras paseas o estás en la playa y lo suficientemente contundentes como para engañar al estómago varias horas sin necesidad de sentarte a la mesa.
Es una especie de lasaña con capas de berenjena frita, en lugar de pasta, mezcladas con salsa de tomate y queso. También recuerda a la musaca, de la que hablamos en nuestra guía gastronómica de Grecia, por cierto. Bien cocinada, es un auténtico manjar: suave y deliciosa. ¡Y es plato vegetariano!

Es un guiso de berenjenas, tomate, apio, alcaparras y, a veces, aceitunas. Cada región siciliana tiene su receta, con lo que puedes encontrar distintas versiones en diferentes restaurantes. A veces la sirven con pan, casi como un bocadillo. Además de en Sicilia, es plato típico también en Malta.

Aúna dos de los ingredientes más icónicos de la cocina siciliana: ricota y pistacho. Y la mezcla no puede resultar mejor, tanto por sabor como por la suave y cremosa textura. Personalmente, de mis favoritos.

Macarrones con berenjenas, tomate fresco, albahaca y ricotta salada. Una receta sencilla pero imbatible, además de ser de los platos típicos sicilianos por excelencia.

Lo que llamaríamos un plato “mar y montaña”: pasta con sardinas frescas, hinojo, anchoas, pasas y piñones. No es quizás una opción para todos por la mezcla del dulce de las pasas con el pescado, pero hemos venido a jugar, ¿no?
¿Pesto rojo? Sí, en Sicilia utilizan mucho una variante del tradicional pesto alla genovese, el verde al que estamos más acostumbrados. Sustituyen los piñones por almendras y añaden tomates, que le aportan ese color diferenciador. Tendrás que probarlo para decidir cuál d elos dos pestos prefieres.
Nuevamente encontramos una receta con alcaparras, tomate y aceitunas, una mezcla muy habitual en la cocina siciliana. En este caso acompañan al emperador, que es cocinado lentamente con esos ingredientes. Es una forma diferente de preparar este pescado, desde luego.

Es uno de los platos más famosos de la gastronomía siciliana pero personalmente no lo probamos. Se trata de sardinas rellenas con una mezcla de pan rallado, pasas, piñones. Y se pueden servir frías o calientes. ¿Te atreverás a probarlas?
¡Empezamos con los dulces sicilianos más típicos! Ya comentábamos que la almendra es uno de los productos locales más deliciosos de la isla y son el ingrediente fundamental de estas pequeñas pastas, crujientes por fuera y tiernas por dentro. Son perfectas para acompañar un capuchino.
Confieso que tuve reticencias para probar esta tarta por su aspecto demasiado colorido y festivo en mi opinión. ¡Qué gran error! ¡Está buenísima! Ricotta, mazapán, azúcar y fruta confitada forman una gran combinación. Es de origen árabe y lo encontrarás tanto en pastelerías como en cafeterías y restaurantes.

El dulce más famoso de Sicilia consiste en un tubo crujiente de masa frita, delicioso tubo, por cierto, relleno de una suave crema de ricotta fresca. Se puede acompañar de pistachos, chocolate o fruta confitada. Personalmente no había comido nunca cannoli tan ricos como los que encontré en este viaje: irresistibles. Y, en general, son de un tamaño más que aceptable.

Es un sorbete, de textura fina y suave, elaborado con frutas, ideal para refrescarse en los días de calor. Los sabores más típicos son limón, almendra y café, aunque hoy en día hay ya variantes para todos los gustos. Aunque nos pueda parecer raro, se sirve incluso de desayuno, acompañado de un brioche. El de almendra está especialmente bueno.

Trattoria Tiramisú. Fue el mejor restaurante de todos los que probamos en Taormina. Está fuera del centro histórico, junto a la Puerta Catania de acceso al mismo. No es barato pero todo está buenísimo y los camareros son sumamente amables. Siempre hay cola, obligatorio reservar con antelación. Comimos fritura de pescado, busiate (macarrones) al pesto y bacalao sobre crujiente de patata. Todo de diez.

Gambero rosso. El más recomendable de los que probamos por su buena relación calidad / precio, partiendo de la base de que Taormina es una ciudad muy cara en general. Tiene una terraza muy agradable en las escaleras de una zigzagueante y típica calle del centro histórico. Aconsejamos especialmente la parmigliana, estaba espectacular.
Trattoria Don Ciccio. Se encuentra detrás de la Plaza del Duomo. Es más barato que los dos anteriores pero la calidad también es ligeramente inferior, aunque aún correcto. Comimos caponata y raviolis con pistacho.
Trattoria Da Ugo. Entramos atraídos por un grupo de músicos que estaban tocando en directo en su terraza. La camarera era super amable, pero la comida no estuvo a la altura. Por eso no la recomendaríamos, en comparación con otros restaurantes de Taormina.

Luraelo Bar. Se encuentra junto a la Puerta Catania y tiene una terraza enorme que se llena cada mañana. Tanto el café como los dulces están buenísimos. Desayunar un cannolo allí es la mejor forma de empezar un día de turismo en Taormina.
L’Arco. Es el primer local que encuentras al cruzar la Puerta Catania, a la derecha. Venden comida callejera para llevar: básicamente trozos de pizza, arancini de varios tipo, empanadas… La mejor street food que probamos en el viaje.
Bam Bar. Uno de los bares más famosos en Taormina y, consecuentemente, siempre con largas colas para acceder. Si vas temprano por la mañana para desayunar puedes tener suerte. Presumen de servir la mejor granita siciliana. Desde luego fue la mejor que probamos en el viaje.
Scirocco Sicilian Fish Lab (frente al mercado de pescado). En Catania el concepto de comida callejera se extiende a los productos del mar y puedes comerte una fritura de pescado mientras paseas por sus calles o por los puestos de su famoso mercado. El mejor sitio para comprarla es éste, con muchísimas opciones. Disponen de un pequeñísimo comedor con cuatro mesas y muchas más en la terraza exterior.

Candiano Noto. No nos dio tiempo a detenernos a comer en Noto así que simplemente tomamos algo ligero y rápido. En este bar, con un interior muy bonito decorado y una terraza estupenda junto a la Puerta Real, cuentan con opciones perfectas para este tipo de almuerzo y con una amplísima oferta de dulces.
Esperamos haberte convencido para que las trattorias serán paradas tan imprescindibles en tu viaje por Sicilia como los monumentos, museos o playas. Buon appetito!