El adobe se forma con arena, arcilla, agua y a veces material orgánico como paja o estiércol, que se deja secar al sol. Las construcciones hechas de adobe parecen por ello una prolongación del propio terreno donde se erigen, dando la sensación visual de que forman parte del paisaje de una forma muy natural. En esto radica la belleza de los antiguos pueblos hechos con este material que puedes encontrar en Marruecos. Pero si solo pudieses visitar uno en este país, la recomendación unánime sería el ksar de Ait Ben Haddou.
Un ksar es un pueblo fortificado formado por kasbahs, es decir, por construcciones de adobe y barro, entre las que se encuentran viviendas, pero también torres y edificaciones defensivas. Constituyen unos de los componentes más importantes del patrimonio arquitectónico de Marruecos y algunos tienen más de mil años. Los habitaban pueblos bereberes del desierto que se dedicaban fundamentalmente a la agricultura y al comercio. Por eso suelen situarse en valles fértiles, útiles para el cultivo, y en puntos estratégicos de rutas comerciales.
Ait Ben Haddou está a 190 kilómetros de Marrakech y a 30 de Ourzarzate, junto al río Ounila. Forma parte de la llamada Ruta de las Mil Kasbahs, un área que se extiende desde la ciudad de Ourzarzate por los fértiles valles Draa y Dades y que también merece mucho la pena recorrer. Tanto por encontrar algunos de los ksares mejor conservados del país como por descubrir los impresionantes palmerales que aparecen en medio del paraje desértico.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, no se sabe la fecha exacta en que se construyó Ait Ben Haddou pero se calcula que alrededor del siglo XI. Durante mucho tiempo su importancia le vino dada por ser parada estratégica en la ruta comercial que unía la antigua Sudán con las ciudades de Marrakech, Fez y Meknes.
Sin embargo, con los años se fue despoblando y las construcciones de adobe se fueron debilitando, cayendo poco a poco en el abandono. El nombramiento de la UNESCO y el rodaje de varias películas famosas contribuyeron a su progresiva rehabilitación. El turismo terminó de fortalecer su recuperación, convirtiéndose así en uno de los lugares más conocidos y visitados de Marruecos.
Desde Lawrence de Arabia en 1962 hasta Juego de Tronos en años recientes, pasando por Gladiator, La joya del Nilo, Babel, La Momia y un largo etcétera, Ait Ben Haddou ha servido de localización en numerosísimos rodajes, situándole en el mapa a nivel internacional y aportándole una fuente extra de ingresos económicos. En la serie Juego de Tronos se usó de hecho para representar dos ciudades distintas: Yunkai y Pentos.
Hoy en día la mayoría de habitantes de Ait Ben Haddou vive en realidad en un pueblo más moderno que se construyó al otro lado del río respecto a la ubicación original del ksar. Cuando fuimos en noviembre de 2013, no obstante, aún residían 7 familias en las viviendas tradicionales de adobe.
Puedes visitar Ait Benhaddou por libre o bien contratar los servicios de un guía local que encontrarás en la parte nueva, acordando previamente el pago. Nosotros íbamos en un pequeño grupo con otros viajeros y sí nos acompañó un guía, pero no recordamos el precio del mismo (no fue alto en cualquier caso y mereció la pena por las explicaciones).
Desde el pueblo nuevo debes cruzar un puente para salvar el área del río y atravesar la muralla del ksar. Una vez dentro, caminas por las callejuelas libremente e incluso puedes entrar en alguna vivienda con permiso de sus dueños. Hay varios puestos de artesanía y en uno de ellos nos hicieron una demostración de una curiosa técnica de pintura: láminas pintadas con té que al calor del fuego se colorean con diferentes tonalidades.
El punto culminante de la visita es precisamente cuando alcanzas el lugar más alto del pueblo, con las mejores vistas de Ait Ben Haddou y todo el paisaje natural que lo rodea. En 2013 hicimos el recorrido por el ksar nuestro grupo de 8 viajeros, solos, sin más personas, y fue una experiencia muy bonita (suponemos que actualmente habrá más visitantes).
¿Cómo llegar hasta Ait Ben Haddou? Lo más habitual es contratar una excursión hasta allí desde Marrakech. En nuestro caso fue una de las paradas de un tour en grupo de varios días hasta Merzouga. Aunque el objetivo final de éste era pasar una noche en el mítico desierto del Sahara, el itinerario también incluía visitas tan interesantes como ésta de Ait Ben Haddou, otros ksares de la Ruta de las Mil Kasbahs o los increíbles paisajes de palmerales y valles de la región de Ourzazate.