Bajarse del avión y coger un coche es casi una tradición viajera para nosotros. Es la forma más habitual de transporte en un destino para nosotros. En el caso de Grecia además, como ya nos ocurrió con Croacia o Islandia, la combinación de coche y ferry fue muy necesaria.
Aunque, por supuesto, todo depende de cuál sea tu itinerario y tus preferencias. Nosotros preparamos el viaje con 3 prioridades claras de sitios a visitar: Atenas, Meteora e islas. Es cierto que también puedes llegar desde la capital griega a otros lugares de interés en excursiones organizadas, ahorrándote en consecuencia el alquiler del coche, pero nosotros preferimos la independencia de movernos así. Incluso una vez en las islas, con estancias cortas de 2 o 3 días en cada una, decidimos contar con auto propio, al menos durante una parte del tiempo, por el mismo motivo; nuevamente, otra opción es contratar tours y prescindir de conducir tú mismo.
Respecto al desplazamiento entre la Grecia continental y las islas, puedes llegar a las principales con vuelos internos, de modo que no necesitarías tomar un ferry. Por lo que respecta a nosotros, en un caso íbamos con el coche alquilado (luego el avión no era opción) y en otro, la combinación de frecuencias y horarios era mucho más amplia con el ferry y nos permitía más libertad.
En primer lugar, llegamos a Atenas en vuelo directo desde Madrid con AirEuropa, a muy buen precio (75 euros cada uno), aunque aterrizamos con 5 horas de retraso y seguimos esperando que respondan a nuestras reclamaciones… El aeropuerto ateniense suele ser la vía de entrada habitual en Grecia, si bien es cierto que, especialmente en verano por ser temporada alta, también hay muchas conexiones directas desde España a otros puntos griegos, fundamentalmente islas (Santorini, Mykonos, Creta, etc).
De hecho, precisamente regresamos a Madrid desde Santorini con Iberia, aunque a un coste significativamente mayor de lo que nos habría supuesto volar desde Atenas (el doble prácticamente). Pero así nos ahorrábamos también el traslado de Santorini a Atenas y, sobre todo, ganábamos un día extra en la isla.
El aeropuerto internacional de Atenas se encuentra a 20 kilómetros de la ciudad y está comunicada con ella por carretera y metro. El trayecto en taxi al centro tiene una tarifa fija de 38 euros en horario diurno, 52 por la noche, y una duración aproximada de 30 minutos (depende del momento del día y del tráfico, claro). La línea 3 del metro llega a la Plaza Sintagma en 40 minutos aproximadamente y el billete no es barato, 10 euros. Por último, hay varias líneas de autobuses que conectan con el centro y con el puerto del Pireo: la duración del viaje es significativamente mayor (unos 70 minutos) pero el coste es inferior (6 euros). Para más información, puedes consultar esta página.
En este post te damos consejos e información útil sobre cómo alquilar coche y conducir en Grecia. Como resumen, 3 coches distintos alquilamos durante nuestra estancia, todos de tamaño medio. Con el primero estuvimos 7 días, desde nuestra llegada al aeropuerto hasta que regresemos a Atenas. El siguiente, en Milos, lo tuvimos durante dos días. Por último, en Santorini, dos días también.
A tener en cuenta que la oficina de Drive no está en el propio aeropuerto. Dado que el coche lo recoges y entregas en ésta, aunque te lleven y traigan gratuitamente, debes contar con el tiempo extra necesario para este traslado. A cambio, sus precios son mucho más económicos que los de otras compañías. El coste básico de alquiler del coche eran 300 euros. El incremento hasta los 500 se debió a 3 motivos:
Aunque es muy habitual alquilar quads para moverse por las islas, preferimos un coche. Hay ciertas zonas de Milos a las que solo se puede llegar en 4×4, así que mira bien a qué sitios quieres ir por si te interesa. Personalmente preferimos ahorrarnos ese sobrecoste y coger un coche pequeño. Eso sí, algunas vías de acceso a las playas no están en el mejor estado y ponen a prueba los neumáticos: fíjate en el estado de los mismos cuando recojas tu auto e intenta evitar lo de aparcar a pie de playa.
Esta empresa de alquiler no disponía de seguro de cobertura total, tenías que contratar el de Rentalcars si lo querías. Dado que solo eran 2 días, optamos por el seguro normal que ofrecían (con franquicia). No tuvimos ningún problema y además nos pareció que no son especialmente quisquillosos con la revisión del estado en que devuelves el coche.
La oficina de Surprice está realmente a unos 2 – 3 kilómetros de la ciudad de Fira. Puedes llegar caminando pero no es un paseo bonito (vas literalmente en paralelo a una carretera). A cambio, nos dieron un coche nuevo y de gama superior al que habíamos alquilado, así que ninguna queja. El precio del seguro de cobertura total es de 14 euros al día.
Los costes completos de combustible con los 3 coches en los 3 períodos de tiempo fueron de 210 euros. En Santorini y en Milos fueron ridículos porque los desplazamientos fueron mucho más cortos: 15 euros en cada isla. El grueso del gasto, por tanto, fue el de los 7 primeros días: 180 euros recorriendo 1.600 km en total. El precio medio, tanto del Diesel como de la gasolina, en Grecia es ligeramente superior al de España, pero nada significativo.
Respecto a los peajes, en las islas no gastamos un céntimo. Pero en los 5 días en la parte continental de Grecia pasamos por tantos controles que casi nos costaba creerlo, con paradas constantes. En total fueron 57 euros. Las autovías están en perfecto estado, eso sí. Mención especial para el Puente de Río Antirio que une la península del Peloponeso con la Grecia continental: emocionante de cruzar por ser una obra de ingeniería asombrosa, pero por el módico precio de 13 eurazos.
En general conducir por Grecia fue muy cómodo. Sobre todo porque lo que más usamos fueron las autovías y éstas están perfectamente acondicionadas (aunque baratas no son). Nos sorprendió que en muchos trayectos el GPS nos sugería carreteras prácticamente iguales, paralelas a la autovía, pero sin peajes y con incremento de muy poco tiempo. Lo probamos en algún caso y aunque la vía estaba con peor mantenimiento era posible conducir por ella.
En las islas no hay autopistas y las distancias se multiplican considerablemente: incluso puntos que parecen cercanos en el mapa terminan suponiendo horas al volante. Los accesos a las playas casi siempre requieren de desvíos más o menos largos respecto a la vía principal, con lo que ir de playa en playa lleva su tiempo. Como parte positiva, conducir allí es mucho más agradecido porque atravieseas pueblos, disfrutas de los paisajes y con frecuencia encuentras lugares maravillosos de los que no tenías ni idea a priori.
En cuanto a carreteras difíciles hay que nombrar la que lleva a Meteora una vez abandonas la autopista. Es una zona muy montañosa de continuas bajadas, subidas y curvas. Como en cualquier vía típica de montaña, por tanto, la oreografía manda así que conviene ir con cuidado y mejor evitarla de noche. Eso sí, las vistas son estupendas y los paisajes merecen muchísimo la pena: razón de más para tomarlo con calma.
Por último, una curiosidad muy llamativa sobre los hábitos de conducción griegos: en carreteras de un solo carril se arriman exageradamente al andén, hasta el punto de circular en parte por el mismo. Esto deja espacio libre para que los coches puedan adelantar casi sin invadir el carril contrario, cosa que hacen continuamente (incluso con claras señales de prohibido adelantar).
Como era de esperar en un país con 6.000 islas, nos desplazamos, y mucho, en barco. Hasta 4 ferries cogimos, solo como medio de transporte en sí, porque hubo otras embarcaciones más para excursiones en las islas. El ferry de ida y vuelta a la isla Zakynthos; el que nos llevó de Atenas a Milos y el que conectaba esta isla con Santorini, nuestra parada final.
Grecia cuenta con unas 6.000 islas, de las que solo 227 están habitadas, pues muchas apenas son islotes o rocas. Se organizan en varios archipiélagos. Las Cícladas son las más populares con Santorini y Mikonos a la cabeza, en el mar Egeo, al sudeste de Atenas. Las Espóradas, al noreste, son ricas en vegetación, forman parte del Parque Marino Nacional y fueron la localización para la célebre película “Mamma mia”. El archipiélago Jónico toma su nombre del mar en el que está, al oeste de la Grecia continental, y se caracteriza por su clara influencia italiana y sus espléndidas playas. Las Sarónicas son las más próximas a Atenas, con buenas infraestructuras turísticas y muchos visitantes griegos. Igual que las islas del norte del Egeo, menos conocidas internacionalmente. Por último, el archipiélago del Dodecaneso está al sur del Egeo, casi llegando a la costa turca, lo que se deja ver en las influencias orientales y las muchas horas de sol. A parte, fuera de ningún archipiélago, están Creta y Evia, la primera y segunda isla más grande de Grecia respectivamente.
Hay distintas empresas que prestan servicios de transporte marítimo por toda Grecia, con distintos itinerarios, horarios, tiempos de traslado y precios. Lo mejor es tomar como referencia un buscador online como Ferry Hopper en que poder consultar todos los trayectos disponibles entre todos los puertos posibles teniendo en cuenta todas las compañías. Es muy útil porque además te permite simular el coste en función del número de pasajeros, si incluyes coche o no, el cambio de fechas, etc. De este modo puedes comparar opciones y planificarte en base a la que mejor te encaje.
Si viajas en temporada alta, nuestra recomendación es que adquieras online el traslado en ferry previamente, para el día y hora que quieres viajar. Si no tienes un horario prefijado y te puedes permitir embarcar indistintamente un día u otro, no hace falta, claro. Pero si viajas con un itinerario pre establecido y con alojamientos ya reservados, como era nuestro caso, máxime en pleno agosto, puedes arriesgarte a llegar a puerto y no conseguir una plaza en ningún barco para ese día. Y con mayor motivo aún si vas a cruzar con coche o si quieres ir en un servicio rápido, que dispone de menos sitios: hay muchos horarios diarios para destinos populares como Santorini, pero no todos tienen la misma duración de trayecto.
Incluso si ya tienes tu ticket, ten en cuenta que debes llegar a puerto antes de la hora prevista de salida: mínimo una hora si llevas coche (se monta un lío fenomenal para ordenar y meter todos los automóviles dentro del ferry) y aproximádamente 30 minutos si no (probablemente te digan que vayas con más tiempo, pero en la práctica luego te toca esperar). Por último, los puertos de las islas son pequeños y manejables pero el del Pireo en Atenas es enorme, con lo que localizar el muelle concreto del que sale tu barco puede llevarte tu tiempo también. Nosotros fuimos en taxi y nos dejó directamente en el que nos correspondía, así que eso que nos lo pusimos fácil.
A la isla de Zakynthos navegamos desde el puerto Kyllini, con la compañía Mare di Levante: 2 pasajeros más un coche de tamaño medio, ida y vuelta, trayecto de hora y media cada uno, por 112 euros. El ferry era gigante y podías hasta darte paseos por las distintas cubiertas.
Las travesías a Milos y Santorini las hicimos por cortesía de Seajets y de la agencia de viajes local Greeka. Seajets dispone de la flota más amplia de barcos de alta velocidad en Grecia y con más de 300 conexiones en el mar Egeo entre 38 puertos, incluyendo El Pireo de Atenas, Creta y las Cícladas. Concretamente en los trayectos a Milos y Santorini, eran los más rápidos, con un barco más pequeño, con menos plazas, sin posibilidad de trasladar coches, pero más rápido (así que merece mucho la pena): de El Pireo a Milos, 2 horas y media, y de Milos a Santorini, 2 horas.
¡Y así fue cómo nos movimos por Grecia! No probamos transporte público así que no podemos contar personalmente cómo sería desplazarse así. En Milos sí había servicios de bus (al menos en verano) para llegar a ciertas playas y pueblos importantes. En Santorini hay autobús entre Fira y Oia también. Y por supuesto en Atenas tienes todas las opciones y desde la capital puedes llegar en tren o en autobús hasta Meteora. Pero preferimos la libertad (y rapidez) de conducir nosotros mismos.
Te dejamos otros artículos prácticos que te ayudarán a organizar tu viaje por Grecia: guía de alojamientos, gastronomía y restaurantes y cómo planificamos el itinerario.