Siempre decimos que si algún día, por el motivo que sea, dejamos de viajar, reconvertiremos este blog a la temática gastronómica. Y es que nos gusta comer. Mucho. En todos nuestros viajes dedicamos tiempo a buscar restaurantes, platos típicos, particularidades gastronómicas del destino… ¿Y qué hacemos cuando no viajamos? ¡Pues seguir rastreando bares! Y en Madrid, al llegar el frío, nos entregamos a uno de nuestros placeres culinarios: el cocido.
Vaya por delante que no somos expertos ni mucho menos (para eso están los gurús de la web cocidomadrid.com). Pero intentamos probar los restaurantes con mayor renombre de la capital en cuanto a este plato se refiere y esto es lo que reflejamos en este post que esperamos, además, vaya creciendo a medida que visitemos más.
Casa Carola. Cocido sin complicaciones, tradicional y en 3 vuelcos. Primero la sopa de fideos; después los garbanzos (de Segovia) y las verduras; por último, las carnes (pollo, codillo de jamón, huesos, chorizo, morcilla y tocino). Fuimos un grupo de unos 20 amigos y salimos encantados. El precio es fijo, como un menú completo: aperitivo, cocido, pan, postre, café y chupito de licor. Únicamente la bebida se paga a parte.
32,90 euros (incluye pan y postre). Calle Padilla 54, Madrid.
Casa Lhardy. Tomar el cocido del Lhardy va más allá de la comida que probarás en el plato: los salones tradicionales, los camareros elegantes, la atención continuada… Ahora bien: también lo pagarás. Primero se sirve la sopa de fideos y con trocitos de jamón, deliciosa. Y después, los garbanzos castellano leonenses, las verduras habituales (patata, zanahoria y repollo) y las carnes de excelente calidad: chorizo de León, morcilla de arroz de Burgos, longaniza trufada de cerdo, tocino ibérico, morcillo de buey gallego, tuétano de vaca gallega, jamón ibérico de Huelva, foie en escabeche, costilla ibérica y relleno de ropa vieja. Incluye su postre especial, el souflé: está bueno pero creemos que no vale lo que cobran por él. Aunque es el cocido más caro de los que hemos probado, merece la pena probarlo un día para darse el homenaje. Lo que no tanto, y que nos dejó con peor sabor de boca, es el elevado coste del resto de acompañamientos: bebidas, pan e incluso café.
60 euros. Carrera de San Jerónimo 8, Madrid.
Cruz Blanca Vallecas. Con numerosos premios y reconocimientos, varios de ellos específicamente a su cocido, esta cervecería vallecana se sale de la norma con un cocido en dos vuelcos: sopa primero (con un cuenco de garbanzos por si quieres acompañarla, detalle que nos encanta) seguida de un enorme plato de garbanzos, chorizo, morcilla, jamón, gallina y berza. De sabor nos gustó pero más impresionante es la cantidad, aunque no es problema porque te lo preparan para llevar, perfectamente envasado al vacío. Conclusión: el cocido da para un par de días.
25 euros. Carlos Martín Álvarez 58, Madrid
La Clave. Durante la ruta del cocido madrileño, que se celebra cada año en torno al mes de febrero, probamos el famoso cocido en 4 vuelcos de este restaurante. Nos gustó mucho, muchísimo. Cierto que su precio puede ser más alto que otros, pero su calidad lo merece. Comienza con la croqueta de pringá, seguida de la deliciosa sopa de fideos acompañada de cebolleta, guindilla y un cuenco de garbanzos (detalle que nos encantó). El tercer y cuarto vuelco se sirven juntos: un gran plato de garbanzos de Ávila, con patata, zanahoria, repollo y pelota de relleno, y la fuente de carnes, de excelente calidad (morcillo de ternera, tocino, morcilla, chorizo, pollo, hueso de jamón y hueso de caña con tuétano). Todos los vuelcos son abundantes, tanto que si no los terminas, como fue nuestro caso, te lo ponen en cómodos envases para llevar.
32 euros. Calle Velázquez 22, Madrid
La Cocina de Frente. Tal y como lo define su autor, Juanjo López, es un cocido “a nuestra manera”, haciendo de lo sencillo algo extraordinario. Con esta premisa nos encontremos con 5 vuelcos, en lugar de los 3 tradicionales, y con ciertas sorpresas en los ingredientes. Empiezas con una croqueta de ropa vieja. Sigues con la tradicional sopa de fideos acompañada de guindillas, cebolleta y nabo. En el tercer vuelco llega la sorpresa: ropa vieja de verduras y huevo frito (deliciosa). A continuación se sirven, juntos, los garbanzos, las verduras (patata, zanahora y repollo) y las carnes (morcillo, pollo, 3 tipos de tocino, chorizo y morcilla). Y como guinda final, tuétano con tartar de apio (buenísimo). Aunque puede parecer excesivo, las raciones están bien medidas y puedes comer el cocido completo sin terminar pesado. Como prueba extra del amor de este restaurante por el tradicional plato madrileño, cada año entre noviembre y diciembre La Cocina de Frente recibe la visita de grandes chefs que hacen su propia interpretación del cocido: #elcocidodetodos. Iniciativa de la que participan renombrados y premiados cocineros como los de El Celler de Can Roca, Cocinandos (que probamos en Leon), Azurmendi, Paco Roncero y un largo etcétera.
35 euros. Calle Ibiza 40, Madrid.
La Gran Tasca. Presume de servir “el cocido más completo de Madrid”. Se presenta en dos vuelcos. El primero con sopa de fideos, el segundo con una bandeja con hasta 15 ingredientes (de ahí su fama): garbanzos, varios tipos de verdura, dos clases de morcilla, tocino, panceta, huesos, costillar de cerdo, morcillos y su relleno que llaman “pelota madrileña”. Cocido por tanto de consistencia (difícil de terminar) y además puedes comerlo mientras disfrutas de las cientos de fotos que adornan sus paredes de todos los personajes y famosos que han pasado por el restaurante.
29,50 euros. Calle Santa Engracia 161, Madrid.
Los Galayos. Disfrutar del cocido en un restaurante centenario de Madrid, en plena Plaza Mayor, ya de por sí es atractivo. El local de los Galayos tiene solera y distintos espacios muy interesantes: dos terrazas, una de ellas en la propia Plaza Mayor, una barra del siglo XVII, varios salones… Nosotros comimos en lo que llaman “la bodeguilla”: como estar en una cueva medieval. El cocido se sirve en dos vuelcos. Primero, la sopa con fideos en cuenco individual, junto con un plato al centro con piparras, salsa de tomate y cebolla morada por si quieres acompañar. Y después, los garbanzos, verduras y carnes juntos en puchero de barro: repollo, patata, zanahoria, chorizo, morcilla, jamón, pelota de carne picada, tocino, pollo y ternera deshuesada. No es nuestro cocido favorito, pero al menos el precio no es excesivo: lo mejor, la sopa.
23 euros. Calle Botoneras 5 – Plaza Mayor 1, Madrid
Malacatín. ¡Con 2 meses de antelación tuvimos que reservar mesa en esta taberna castiza con 120 años de historia para probar su cocido en fin de semana! Con tal expectación, pensábamos que sería difícil que el plato estuviese a la altura… Pero sí lo estuvo. En primer lugar, por cantidad. Un bol enorme de deliciosa sopa con fideos del que sacamos 4 platos y aún sobró lo que ves en la foto. Dos bandejas de garbanzos que, como curiosidad, acompañan con el tocino además de las verduras. Y dos fuentes de carne interminables: chorizo de León, morcilla asturiana, manitas de cerdo, codillo ibérico, pollo y ternera. El relleno lo sirven a parte a petición. Si no puedes con todo (probablemente no puedas con todo), ponen las sobras para llevar.
23 euros. Calle de laRuda 5, Madrid
Nuevo Horno de Santa Teresa. Es de los cocidos mejor valorados en Madrid y nos lo habían recomendado varias personas, así que llegamos con muchas ganas a este “restaurante de toda la vida”, de trato familiar y cercano, en el que el cocido es el plato único que sirven (también hay postres). Es en 3 vuelcos. Primero, la sopa, deliciosa, que puedes acompañar de cebolletas, piparras (bien picantes) y salsa de tomate y comino. El cuenco no lo retiran nunca de la mesa por si quieres acompañar los posteriores vuelcos con sopa. Luego llegan los garbanzos y las verduras, en fuentes separadas: berza rehogada con ajo (buenísima), patata, zanahoria y relleno (muy jugoso). Por último, dos platos abundantísimos de carne: hueso de jamón, hueso de caña y chorizo, por un lado; por otro, morcilla, gallina, morcillo y un tocino riquísimo. Fuimos incapaces de terminar este tercer vuelco pero ofrecen tupper para llevar. Suscribimos las recomendaciones que recibimos y pasa directamente a la lista de nuestros cocidos favoritos.
24 euros. Calle Santa Teresa 8, Madrid.
Taberna Antonio Sánchez. En 1787 abrió este restaurante que presume de ser la taberna más antigua de Madrid y ofrece comida tradicional española. Así que en su carta no podía faltar un plato tan típico como el cocido. Lo sirven en dos vuelcos. El primero, con la sopa de fideos en jarra de barro (personalmente lo que más nos gustó). El segundo, con los garbanzos, las verduras (repollo, zanahoria y patata) y las carnes (morcillo, tocino, muslo de pollo, chorizo, morcilla). En nuestra opinión, este segundo resulta muy escaso, al menos en comparación con otros restaurantes. También echamos de menos los acompañamientos tradicionales de guindillas, cebolla o salsa de comino. Cocido muy pasable, nos gustó más casi el poder ver por dentro una taberna tan antigua y con tanta historia.
21,5 euros. Calle Mesón de Paredes 13, Madrid.
Taberna La Bola. Otro restaurante centario madrileño: desde 1870 cocinan del mismo modo su cocido, en jarras de barro individuales sobre brasas de carbón. La presentación es la más original que hemos visto. Primero colocan los platos con los fideos de cada comensal. Después traen los pucheros, uno por persona, con el cocido correspondiente. De la jarra sirven la sopa en cada plato (sobre los fideos primeros) y, una vez finalizada ésta, el resto del puchero: garbanzos, patata, pollo, chorizo, jamón, ternera y tocino. Puedes acompañarlo de repollo, guindillas, cebolla y salsa de comino al gusto.
23 euros. Calle La Bola 5, Madrid.
Taberna de la Daniela. Como ellos mismos lo definen, cocido “de sota, caballo y rey”. La sopa (la sota), los garbanzos y verduras (el caballo) y las carnes (el rey). Todo servido en bandejas en mesa y con opción a repetir las veces que quieras. Mención especial para su camarera (no nos quedamos con su nombre) que lleva 30 años sirviendo el cocido y nos hizo hueco donde no lo había para darnos de comer a todos.
27,50 euros. Varias direcciones. Calle Cuchilleros 9, Madrid.
Taberna Pedraza. Dos platos son los más populares en esta castiza taberna madrileña: la tortilla de patatas, estilo Betanzos, y el cocido de Carmen (pues Carmen y Santiago son los anfitriones del restaurante). La primera nos gustó mucho, el segundo no tanto. No podemos decir que no estuviese bueno, porque lo estaba, pero nada destacaba especialmente y su precio es lo suficientemente alto como para que esperásemos más. El cocido completo se compone de: croqueta de cocido con salsa de tomate; primer vuelco de sopa con pelota, piparras y cebolleta; segundo vuelco de garbanzos, patatas, zanahorias y repollo; y tercer y último vuelco con las carnes (morcillo de vaca vieja, pollo, tocino, morcilla, chorizo, huesos de caña y jamón ibérico). Personalmente lo que más nos gustó fue la sopa.
35 euros. Calle de Recoletos 4, Madrid
La higuera de José. No solo en Madrid puedes comer un buen cocido madrileño y para muestra, un botón. Layos es un pueblo en Toledo repleto de restaurantes que ofrecen un buen cocido. Hay varios recomendables (y esperamos ir probándolos todos poco a poco) pero el primero ha sido este establecimiento tradicional, con comida de toda la vida, especialmente de caza y de cuchara. Su cocido no tiene misterios: 3 vuelcos y productos de calidad, sobre todo los garbanzos.
25 euros con pan, bebida y postre incluidos. Calle Gral. Mola 2 BIS, Layos, Toledo.
¿Los próximos que cataremos?, ¿nos recomiendas alguno?
No se si conocéis El Charolés, ahí preparan uno de los mejores cocidos del mundo.
Gracias 🤗 Hemos oído hablar de él pero no lo hemos probado aún. Anotada la recomendación