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Escapada a Riocorvo, CantabriaBlog de viajes
Hacía muchos años que no pasábamos varios días en Cantabria. Su proximidad a Asturias, comunidad a la que viajamos muchísimo por motivos familiares, había hecho que las últimas visitas fuesen solo excursiones de un día, como la que realizamos al bosque de secuoyas. En ocasiones anteriores habíamos podido disfrutar más extensamente, no obstante, de la capital Santander, de algunos de los pueblos cántabros más bonitos y famosos como Potes o Santillana del Mar o de la célebre cueva del Soplao. Y es que, a pesar de su limitada extensión geográfica, Cantabria es infinita en paisajes y opciones turísticas.
Para esta escapada de tres días elegimos como base el pequeño municipio de Riocorvo, básicamente porque aquí estaba el alojamiento rural que nos convenció para nuestra estancia. A pie pudimos recorrer Riocorvo y Cartes, dos pueblos poco conocidos pero muy bonitos, y en coche nos desplazamos hasta Comillas y Liérganes. Su ubicación estratégica en la provincia, por tanto, nos permitió conocer bastante, incluso teniendo en cuenta que viajábamos con perro y con bebé a ritmo lento. También es una zona muy recomendable para recorrer en una autocaravana Campstar y así moverse con más libertad.
Directa a nuestra lista de alojamientos favoritos en España ha ido La Casona de las Meninas, el complejo rural en Riocorvo donde tuvimos la suerte de quedarnos durante esta escapada. Su nombre es literal puesto que se trata de dos casonas – palacios cántabras del siglo XVIII, restauradas y reconvertidas en apartamentos amplios, modernos y bien equipados. La casona de los Haro se divide en 6 apartamentos y 1 estudio mientras que el edificio de los Alonso Caballero cuenta con 7 apartamentos. Admiten perros y disponen de cuna gratis. Está en una zona super tranquila, en la Vía Verde del Besaya a Suances, 20 kilómetros para recorrer en bicicleta. Y en una media de 30 minutos en coche llegas a lugares de interés como Comillas, Liérganes, Cabezón de la Sal, Santillana del Mar o incluso Santander. Por si fuera poco, su restaurante, La Cuchara de las Meninas, es cien por cien recomendable.
Hoy apenas cuenta con 180 habitantes, pero su ubicación en el Camino Real, antigua ruta comercial de mercancías entre Castilla y Reinosa, le propició su momento de esplendor en el siglo XVIII. De esta época son las casonas de piedra, en estilo barroco y con blasones de las familias nobiliarias que las ocupaban, que se alinean en la imprescindible calle San José, la más bonita de Riocorvo. Ha sido declarado “Bien de interés cultural” en la categoría de “Conjunto Histórico” y fue nombrado “Pueblo de Cantabria” en 2021.
Muy cerquita de Riocorvo, tanto que puedes pasar caminando de un pueblo a otro utilizando la vía verde del Besaya, se encuentra Cartes: otro pequeño municipio hoy que hace siglos era lugar de tránsito destacado en la región. Y es que en el siglo XV era un importante punto del camino de Santiago, cuando mercancías y peregrinos pasaban por Cartes sin descanso. En esta época se edificaron importantes construcciones como las casonas que puedes ver en un agradable paseo por la calle Camino Real y el Torreón, en el extremo final de ésta.
Más grande que los dos anteriores y con mucho más que ver, Comillas es oficialmente uno de los Pueblos Más Bonitos de España. A ello contribuyeron los antiguos emigrantes que regresaron de América en el siglo XIX y que transformaron Comillas arquitectónicamente. Por ello hoy encontramos allí ejemplos de modernismo catalán, neogótico o neomudéjar.
Así mismo fue determinante que reyes y nobles lo eligiesen como lugar de veraneo estival en los siglos XIX y XX. No fue mala elección dado que, además de su ya mencionada riqueza arquitectónica, en Comillas también tienen playa.
Junto con ésta, lo que no te puedes perder es pasear por el centro histórico de Comillas y subir a admirar el imponente Palacio de Sobrellano y las vistas desde él, incluyendo la Universidad. Si quieres andar un poco más, ve al Mirador de Santa Lucía para disfrutar de una panorámica sobre la costa de Comillas. Cerca de éste precisamente, te recomendamos el restaurante Gurea, por trato, por cocina y por su terraza cerrada donde puedes estar con perro.
Sin duda el edificio más popular y visitado en Comillas es el Capricho de Gaudí del que hemos publicado un artículo completo. Fue construido en 1883 como residencia de verano para un concuñado del Marque de Comillas, la misma época en que se edificó la Casa Vicens en Barcelona, con la que comparte estilo. Destacan la fachada con motivos vegetales (flores, hojas de palma, girasoles) y la alta torre. Su interior es digno de ver, con estancias ideadas para contribuir a una casa sostenible y adelantada a su tiempo. Se puede visitar por libre (7 euros) o en una recomendable visita guiada con explicaciones muy interesantes (10 euros, horarios concretos, consultar online).
Otro que forma parte de los Pueblos Más Bonitos de España y es Conjunto Histórico – Artístico. Un paseo por Liérganes permite disfrutar de sus elegantes casonas y palacios de los siglos XVII y XVIII, el momento de mayor auge económico favorecido por la fábrica de artillería en el municipio.
No hay que perderse el Puente Mayor sobre el río Miera, de origen medieval, auténtico icono del pueblo y con muy buenas vistas. Personalmente este paraje fue lo que más me gustó de Liérganes.
Si tienes más tiempo que nosotros recomiendan el palacio y museo de Elsedo, ubicado en Pámanes. Del siglo XVIII y estilo barroco, es una de las joyas arquitectónicas de Cantabria, sobre todo por su torre octogonal. En la actualidad alberga un museo de arte contemporáneo con obras de Chillida y Oteiza, entre otros.
Junto al Puente Mayor te topas con la curiosa estatua del hombre pez, cuya historia se cuenta en una pequeña exposición dentro del molino de agua también anexo. Y es que Liérganes tiene su propia leyenda… Francisco de la Vega, vecino local allá por el 1600 y pico, se lanzó un día al río Miera y desapareció en el mar Cantábrico. Reapareció años después en la bahía de Cádiz, sin habla y raciocinio. ¿Verdad? ¿Media verdad? Sea como sea, en Liérganes es una figura más que reconocida hoy en día.
En caso de que puedas disfrutar de más días por la zona o que exprimas el tiempo de tu estancia mucho mejor que nosotros, te recomendamos otros lugares y experiencias cercanas a descubrir.
Siguiendo el curso de los ríos Besaya y Saja y la ría de San Martín de la Arena llegas desde la zona central de Cantabria hasta la costa. 20 kilómetros de vía verde y carril bici ideales para recorrer a pedales. Desde el mismo Riocorvo puedes tomar esta senda y, pasando por Cartes, Torrelavega y Santillana del Mar, finalizar tu paseo frente al mar en Suances.
¿Sabías que el bosque de secuoyas más extenso de Europa está en Cantabria? Concretamente en Cabezón de la Sal. 850 secuoyas rojas o de California, con una altura media de 36 metros, que se plantaron aquí en los años 40 del siglo XX para explotación maderera. Un precioso bosque, una rareza en España, del que te contamos cómo visitar en este artículo más extenso.
Alberga las pinturas prehistóricas más importantes del mundo, con 14.000 años de antigüedad. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su preservación exige grandes restricciones para verlas: solo 5 personas a la semana pueden acceder, previamente inscritas en una lista de espera vigente desde hace años y con las inscripciones actualmente cerradas. Para todos los demás existen una réplica de la cueva y un museo, estos sí visitables de manera ordinaria comprando tú correspondiente entrada.
Es otro de los municipios cántabros que forma parte oficialmente de la lista de pueblos más bonitos de España, como los ya mencionados Comillas o Liérganes. Es además Conjunto Histórico Artístico por sus tradicionales casas montañesas. Y en cuanto a arquitectura destaca tambien la iglesia de Santa María, del siglo XVII. Nos queda pendiente para un siguiente viaje a Cantabria…
Es el último de los pueblos más bonitos de España que mencionamos en este post, aunque probablemente sea el más popular de todos. La de las 3 mentiras, ni es santa ni es llana ni tiene mar, es uno de los focos turísticos más importantes de Cantabria. Las calles empedradas, las casas señoriales medievales y la impresionante Colegiata de Santa Juliana, principal muestra del románico en la comunidad, son suficiente motivo para conocer Santillana del Mar, de la que te hablamos más extensamente en este otro artículo.
Villa marinera por excelencia y, personalmente, uno de mis favoritos de la costa cántabra, San Vicente es famoso por su castillo con vistas, su larguísimo puente de la Maza y sus extensas playas. Pero también por su deliciosa gastronomía de pescados y mariscos y por sus fiestas tradicionales vinculadas, como no, al mar.
La capital cántabra es una ciudad maravillosa que merece la pena recorrer con calma (aquí de hecho te relatamos en detalle nuestro paseo de un día por si quieres seguir nuestros pasos). No te pierdas el moderno Centro Botín, el clásico Palacio de la Magdalena, la icónica Playa del Sardinero y los bares y restaurantes con anchoas, rabas y otras delicias de los mares.
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